ITZALARRI (Jaizkibel)

En el recorrido de hoy, por fallo ¿humano? o ¿tecnológico?, no se ha grabado el track completo. Pero han sido 6,5 km y 350 m de desnivel acumulado.
Subimos desde Pasai Donibane, y tras pasar cerca del caserío Iñalurreta, aparcamos en la carretera Gi 3440, cerca de la entrada a la pista militar, y caminamos por amplia pista hacia el Oeste. Dejamos a nuestra derecha el lugar en que estuvo Arnagai-Arrangai baserria (Arrangua en el folleto de los versos de los caseríos de Donibane), y cerca de donde estuvo el caserío Lete, más al Este (en el camino hacia Azabaratza). Llegamos al cruce de Amaotza y al poco, a la primera y vistosa formación rocosa, que mucha gente conoce como “el dedo de Dios”, y luego a la segunda, Eperrari-Eperarri, más vistosa y fotogénica todavía, ya muy cerca de la línea de costa. Por el camino pastan pacíficamente unas cuantas vacas, indiferentes (¿o curiosas?) a nuestro paso.
Y ya por camino más difícil, estrecho y en mayor pendiente, a Itzalarri, nuestro objetivo de hoy, con colores, formas y ‘fotogenia’ todavía mayores que las dos anteriores. Hay gente que conoce a esta formación como “El caracol”. A nuestros pies, hacia Hondarribia, Azabaratza, con la gran placa y la txabola de pescadores, pero sin playa.
Seguimos el recorrido por la ribera derecha de Zunbilondo erreka, pasando junto a varios túneles de conducción de agua, atravesamos la regata, y seguimos por la ribera izquierda, hasta otra formación rocosa, desde la que el sendero sube con mayor pendiente, hasta el lugar en que estuvo el caserío Zunbilondo, viendo Trikuarri y Sanjuanarri a nuestra derecha. Continuamos por campas repletas de crocus (‘colchiqes‘ o ‘safran basatia’) hasta cerca de las ruinas de Sagatsaga baserria (Sahatsa en los versos de los caseríos de Donibane), y al poco, enlazamos con la pista que habíamos seguido al comienzo del recorrido.
Un recorrido muy interesante y agradable para la vista, de dificultad media en algún tramo, con una meteo y una luz perfectas, con impresionantes vistas la costa, hasta Turruia por el Oeste, y los grandes acantilados, la bocana de Pasaia, el faro de la Plata y el monte Ulia, y más… por el Este.
Buenos y más que agradables compañeros, guías y conocedores (y buenos fotógrafos, of course !) Javier y Enrique, a los que, con toda justicia, de nuevo debo decir: Eskerrikako, benetan !!!