IV Ruta Trasierra de Colomonte Calamonte (Badajoz)

Se tiene conocimiento del uso del término "Colomonte" a través del "Libro de la Montería" de Alfonso XI, donde dice: "La Sierra de Colomonte la Mayor es buena monte de puercos en invierno y en tiempo de verano en panes. Y yo gularé el venado de contra de Mérida, hasta encima de la sierra. Y es la armada al pie del lomo de Colomonte".

Salimos desde la Avda. Espronceda (Hogar del Pensionista) en dirección a la c/ Cervantes, para continuar por la c/ Calderón de la Barca hasta abandonar el pueblo, y tras cruzar la pista de asfalto, proseguir en dirección a Los Montecillos, donde enseguida comenzamos a disfrutar del olor y colorido de la jara pringosa. Desde aquí, tomamos dirección sur, nos dirigimos a la Charca del Alcornocal, y paraje de Las Excavaciones.
Descendemos en dirección a Alcañiza, para girar hacia la derecha, sin cruzar el ferrocarril, tomando el camino, que paralelo a este, nos conduce hacia Las Rozas, donde dejaremos a nuestra izquierda, tanto el Ecoparque de Mérida, como los viñedos y bodega de Viña Santa Marina. A nuestra derecha podremos disfrutar de las vistas frondosa y bella Sierra de la Moneda, la cual iremos rodeando, todo ello después de cruzar un pequeño bosque de eucaliptos, desde el cual, a la derecha, iniciamos un leve ascenso al Puerto de La Moneda, desde donde podremos disfrutar de una vista preciosa del valle.
Iniciamos el descenso para dirigirnos a la Sierra de Las Cabrerizas, que la cruzaremos por la Vereda de Vicente, buscando el cortijo de La Rinconada (La Traca). Desde el, tomamos dirección a El Pocito y de regreso a Calamonte, donde entraremos por la c/ Zurbarán y c/ Calvario, hasta el Hogar del Pensionista, lugar de salida.
ENTORNO:
Nada más abandonar el pueblo, nos encontramos con zonas de cultivo, que dejamos a unos 2 km para adentrarnos en el paraje de Los Montecillos, rodeados de encinas, jara pringosa, jaguarzo morisco, jaguarzo prieto, jara blanca, jaguarzo negro, charnecas, aulagas, retamas y demás especies del bosque mediterráneo, que nos acompañaran a lo largo de todo el camino, excepto cuando crucemos el bosque de eucaliptos y la finca de La Hoyada, en la cual se observan parcelas de labor sembradas de cereales y rebaños de cabras y ovejas pastando. También podremos observar un pequeño alcornocal, en el paraje de Las Excavaciones, lugar que antaño proporcionaba tierra para la fabricación de ladrillos en los hornos que existían en sus proximidades, hoy en ruinas.