Jarindo, Maroto, Isuzkitza y Albertia. Circular por Arlaban. Desde laPresa Albina. Legutiano
near Legutio, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
JARINDO, MAROTO, ISUSKITZA Y ALBERTIA EN CIRCULAR DESDE LA PRESA ALBINA. LEGUTIANO
Bilbao, a uno de Noviembre de 2016.
Hoy iniciamos nuestro paseo desde la presa Albina.
Hasta aquí hemos llegado con el coche a través de una pista bacheada pero con cuidado y sin problemas. Junto al edificio de la presa hay aparcamiento para media docena de coches.
El recorrido propuesto hoy se puede hacer en cualquier estación del año, pues en cada una hay cosas que apreciar, el verde de la primavera, la sombra en verano, el color del otoño, las nieblas y nieves del invierno, pero si tengo que elegir una me quedo con el otoño.
Ale a disfrutar.
Nos ponemos las botas y comenzamos a patear por una cómoda pista dentro del hayedo. El otoño se muestra en todo su esplendor de colores.
Vamos recorriendo el camino junto al borde de la presa hasta llegar a donde desemboca el arroyo Pagolar, como un kilometro más o menos. Lo atravesamos y giramos 180º grados. Cruzamos una puerta y comenzamos a ascender por la loma de una propiedad privada, nos piden que atemos nuestro perros porque hay ganado suelto, nosotros vimos vacas y ovejas.
La subida se puede hacer por una pisa que traza zigzags o por un senderito por el borde de la finca. Nosotros preferimos la pista y así, cómodamente, disfrutando de algún colorido acebo, con sus frutos en plenitud de “rojitud”, salimos a la despejada campa bajo la cima del Jarindo. Seguimos un poco por pista y luego ya en el “todoparriba” a la cima.
Tuvimos la mala suerte de que la niebla no nos dejó apreciar las vistas y además sopló un viento frio que tampoco nos permitió estar mucho tiempo. Así que sacamos pocas fotos, al buzón y a la zona de restos de trincheras y enseguida nos bajamos a atravesar el pinar camino del Maroto.
En este tramo tropezamos con cazadores por todo el cordal pero sin ningún contratiempo. Fuimos poco a poco llaneando y contemplando el contraste entre el verde del pino y ciprés y los ocres de las hayas y algún que otro roble.
Es fácil pasarse la desviación al Maroto y a decir verdad tampoco resulta interesante su ascensión, ya que se trata de un pinar alto, con la cima en un pequeño promontorio sin vista alguna, con buzón eso sí, pero ya sabéis que los tachacimas no nos perdemos una.
Seguimos camino en descenso y pasamos por Neberako Arrue para dirigirnos hacia el Isuskitza al que se llega sin casi darse cuenta, disfrutando de las enormes hayas trasmochas que vemos en este precioso bosque. Por cierto no solo hay que mirar para arriba a las copas de los arboles, que en el suelo, impera el reino fungi, setas y hongos de distinto tipo. De hecho hay varias personas ocupándose de ellos.
Al llegar a la cima me sorprende la cruz y al altar en memoria de los combatientes de la guerra, en un lateral hay un buzon.
Ahora toca bajar hasta el cauce del Neberako errreka, el camino me sigue dejando con la boca abierta, cada rincón es más bonito que el anterior.
Cruzamos el arroyo por donde mejor vemos y comenzamos a subir, de forma tajante, por un estrecho sendero hasta llegar a la pista al borde de la ruinosa casa forestal.
Ahora toca seguir esta pista en fácil ascenso hasta la cima del Albertia. Antes pasaremos por la famosa campa de la manzanilla, donde se ha erigido un monumento en recuerdo de las personas que fallecieron en la batalla de Villareal.
Como veis todo el camino de hoy está plagado de recuerdos a las batallas que se libraron por la zona durante las guerras carlistas y en la civil. Como ejemplo citar que Maroto e Isuskitza (con monumento requeté) fueron dos comandantes, la zona esta llena de trincheras del famoso cinturón de hierro, y en la cima del Albertia hay un monumento en homenaje a los gudaris del Eusko Abertzale Ekintza- ANV.
El ascenso es cómodo y atreves del hayedo, por pista o senderos, es muy gratificante, ¡Qué colores!
Creo que hoy quemo la cámara de tanta foto.
Para bajar de la cima seguimos el cordal en la misma dirección que traíamos, vamos por pista, en algún momento la perdimos, ya que teníamos que habernos desviado a la derecha y nos lo pasamos. Pero no hay pega se baja muy bien por el hayedo, casi por donde quieras y enseguida encontramos otra pista que nos sacó muy cerca del coche finalizando el recorrido con un muy pero que muy agradable sabor de boca,
Creo que volveré más veces pues es un recorrido que me queda muy a mano y me parece fabuloso.
Hasta otra nos volveremos a ver en el monte.
Bilbao, a uno de Noviembre de 2016.
Hoy iniciamos nuestro paseo desde la presa Albina.
Hasta aquí hemos llegado con el coche a través de una pista bacheada pero con cuidado y sin problemas. Junto al edificio de la presa hay aparcamiento para media docena de coches.
El recorrido propuesto hoy se puede hacer en cualquier estación del año, pues en cada una hay cosas que apreciar, el verde de la primavera, la sombra en verano, el color del otoño, las nieblas y nieves del invierno, pero si tengo que elegir una me quedo con el otoño.
Ale a disfrutar.
Nos ponemos las botas y comenzamos a patear por una cómoda pista dentro del hayedo. El otoño se muestra en todo su esplendor de colores.
Vamos recorriendo el camino junto al borde de la presa hasta llegar a donde desemboca el arroyo Pagolar, como un kilometro más o menos. Lo atravesamos y giramos 180º grados. Cruzamos una puerta y comenzamos a ascender por la loma de una propiedad privada, nos piden que atemos nuestro perros porque hay ganado suelto, nosotros vimos vacas y ovejas.
La subida se puede hacer por una pisa que traza zigzags o por un senderito por el borde de la finca. Nosotros preferimos la pista y así, cómodamente, disfrutando de algún colorido acebo, con sus frutos en plenitud de “rojitud”, salimos a la despejada campa bajo la cima del Jarindo. Seguimos un poco por pista y luego ya en el “todoparriba” a la cima.
Tuvimos la mala suerte de que la niebla no nos dejó apreciar las vistas y además sopló un viento frio que tampoco nos permitió estar mucho tiempo. Así que sacamos pocas fotos, al buzón y a la zona de restos de trincheras y enseguida nos bajamos a atravesar el pinar camino del Maroto.
En este tramo tropezamos con cazadores por todo el cordal pero sin ningún contratiempo. Fuimos poco a poco llaneando y contemplando el contraste entre el verde del pino y ciprés y los ocres de las hayas y algún que otro roble.
Es fácil pasarse la desviación al Maroto y a decir verdad tampoco resulta interesante su ascensión, ya que se trata de un pinar alto, con la cima en un pequeño promontorio sin vista alguna, con buzón eso sí, pero ya sabéis que los tachacimas no nos perdemos una.
Seguimos camino en descenso y pasamos por Neberako Arrue para dirigirnos hacia el Isuskitza al que se llega sin casi darse cuenta, disfrutando de las enormes hayas trasmochas que vemos en este precioso bosque. Por cierto no solo hay que mirar para arriba a las copas de los arboles, que en el suelo, impera el reino fungi, setas y hongos de distinto tipo. De hecho hay varias personas ocupándose de ellos.
Al llegar a la cima me sorprende la cruz y al altar en memoria de los combatientes de la guerra, en un lateral hay un buzon.
Ahora toca bajar hasta el cauce del Neberako errreka, el camino me sigue dejando con la boca abierta, cada rincón es más bonito que el anterior.
Cruzamos el arroyo por donde mejor vemos y comenzamos a subir, de forma tajante, por un estrecho sendero hasta llegar a la pista al borde de la ruinosa casa forestal.
Ahora toca seguir esta pista en fácil ascenso hasta la cima del Albertia. Antes pasaremos por la famosa campa de la manzanilla, donde se ha erigido un monumento en recuerdo de las personas que fallecieron en la batalla de Villareal.
Como veis todo el camino de hoy está plagado de recuerdos a las batallas que se libraron por la zona durante las guerras carlistas y en la civil. Como ejemplo citar que Maroto e Isuskitza (con monumento requeté) fueron dos comandantes, la zona esta llena de trincheras del famoso cinturón de hierro, y en la cima del Albertia hay un monumento en homenaje a los gudaris del Eusko Abertzale Ekintza- ANV.
El ascenso es cómodo y atreves del hayedo, por pista o senderos, es muy gratificante, ¡Qué colores!
Creo que hoy quemo la cámara de tanta foto.
Para bajar de la cima seguimos el cordal en la misma dirección que traíamos, vamos por pista, en algún momento la perdimos, ya que teníamos que habernos desviado a la derecha y nos lo pasamos. Pero no hay pega se baja muy bien por el hayedo, casi por donde quieras y enseguida encontramos otra pista que nos sacó muy cerca del coche finalizando el recorrido con un muy pero que muy agradable sabor de boca,
Creo que volveré más veces pues es un recorrido que me queda muy a mano y me parece fabuloso.
Hasta otra nos volveremos a ver en el monte.
Waypoints
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Fácil y bonita
Muchas gracias por tu comentario y valoración.
Perdón por el retraso en contestar pero wikiloc no me notificaba los comentarios porque toqué donde no debía.
Pasear por nuestros hayedos siempre da un puntito especial.