Jata desde Larrauri-Markaida (Mungia)

Tras un intento frustrado de ascender al Jata desde Larrauri, hoy por fin lo he conseguido. Ayer lo que pasó es que después de llegar hasta Markaida–Larrauri y aparcar, tuve que suspender la ascensión al comenzar a llover con cierta fuerza. Esperé un rato pero desistí por no llegar a casa empapado y con la seguridad de no iba a ver absolutamente nada de los preciosos paisajes que se dominan desde el Jata. Sin embargo hoy luce un sol espléndido y sin dudarlo he vuelto a Markaida para desde allí iniciar la ruta. La mejor opción es aparcar frente a la entrada del asador Bidegain, ya que hay sitio para dos o tres coches en un ensanchamiento de la carretera.

La verdad es que esta ruta es muy sencilla, ya que vamos a subir y bajar al Jata por el mismo camino. Tiene únicamente dos tramos absolutamente distintos: uno hasta la ermita románica de San Miguel de Zumetzaga, que es un paseo, y el otro la propia ascensión al Jata por su vertiente Este, que es bastante dura.

Me calzo la mochila, agarro los bastones y tras poner en marcha wikiloc para grabar la ruta arranco en dirección a Maruri, para girar a la derecha a unos 80 m, desechando el giro en un primer desvío a tan solo unos metros.

Voy al principio durante un rato por la carreterita que da servicio a caseríos y un vivero de la zona. Este camino hasta la citada ermita se llama como ella: camino Zumetxaga. Al cabo de un rato la carretera se convierte en una estupenda pista de cemento a la altura de un poste se señales de la GR 280 (Gran Ruta de Uribe), donde sigo hacia delante bajo el arbolado andando siempre por terreno prácticamente llano.

El amplio camino, apto para vehículos, apenas tiene subidas o desniveles de importancia, siendo un auténtico paseo, entrando enseguida en un eucaliptal bajo el que se anda con suma tranquilidad. Como digo, los tramos de subida son escasos y cortos. Cuando tras un rato salgo del bosque y accedo a espacio abierto veo a la izquierda el Jata con su inconfundible bola blanca sobre el repetidor de la cumbre.

Tras andar unos metros más llego a la zona de Tellu, donde se encuentra la ermita románica de San Miguel de Zumetzaga, de finales del s. XII, hasta donde llega la carretera que sube de Bakio. Desde la salida de la ruta al lado del asador Bidegain hasta la ermita solamente he ascendido 179 m, con lo que cualquiera se puede hacer una idea del agradable paseo que es este primer tramo de la ruta. Pero todo cambia y a partir de ahora hay que sudar de lo lindo, ascendiendo bajo un pinar ralo hasta los 600 m de la cumbre del Jata.

Tras sacar una foto a la ermita giro a la izquierda (hay una señal que indica: monte Jata) para atacar el camino que me llevará hasta la cumbre. No existe posibilidad de equívoco hasta llegar a la cumbre, ya que el camino, muy pisado, no tiene desvío alguno y se sigue a la perfección. Eso sí, es bastante incómodo al ascender por una senda terrosa entre las piedras y las raíces de los pinos que poblaban antiguamente esta ladera del Jata. Ahora hay nuevos.

Pero no nos adelantemos, tras girar en la ermita enfoco el camino al lado de una alambrada que separa unos pastos de ganado vacuno. El sendero está escoltado a ambos lados por helechos muy crecidos que invaden el camino y que al estar cargaditos de rocío me empapan las botas y los pantalones hasta más arriba de las rodillas. Paso la zona de los helechos y llego enseguida a un cruce, donde el sendero se ve perfectamente que sigue de frente. Hay una señal que lo indica claramente: Jata.

El sendero remonta ahora serios repechos entre las yerbas laterales crecidas llenas de agua que me inundan los pies, y de cuando en cuando "me trago" telarañas tejidas de parte a parte del sendero. Con esfuerzo, sin prisa pero sin pausa, voy subiendo poco a poco este duro tramo hasta llegar a una alambrada abierta junto a un mojón de piedra. El camino ahora gira hacia la derecha por terreno mas llano bajo el ramaje de los robles. Cuando salgo a espacio abierto veo ya cercana la enorme antena con su esfera en lo alto y un poco mas alejada la cumbre del Jata con una gran ikurriña ondeando al viento.

Al poco estoy ya pisando la cima del Jata, de 599 m de altitud según algunos y 600 m según lo indicado en la placa del buzón. Hay algo de bruma en los valles que no permite divisar con precisión las distintas panorámicas, pero a pesar de ello se ve lo suficiente para admirarlas durante un rato y sacar algunas fotografías mientras me tapiño un plátano y bebo unos buenos tragos de agua.

Y sin más dilación me dispongo para la vuelta. Lo hago exactamente por el mismo camino, por lo que considero que no merece la pena describirlo con exactitud. Si el camino hasta la cumbre desde la ermita se puede considerar en la subida relativamente incómodo, aún lo es más en el descenso. Tras un buen rato de bajada y sacar alguna foto llego al entorno de la ermita, a la que dedico más tiempo para verla con detenimiento y sacar un par de fotos.

Enfoco la amplia pista que me devolverá a Markaida y tras un buen rato de paseo llego a la carretera donde a unas decenas de metros a la izquierda tengo aparcado el coche.

Fin de una ruta sencilla en la que subimos y bajamos por el mismo camino con dos tramos totalmente diferenciados, uno de paseo y el otro de verdadero monte. He subido 520 m según wikiloc en una distancia de 4,5 km desde Markaida hasta la cumbre (la mitad de la ruta), a lo que sumando la bajada hace un recorrido total de algo mas de nueve kilómetros.