JERTE - CAMOCHO - VALDEAMOR - PUERTO DE HONDURAS - CABEZUELA DEL VALLE
near Jerte, Extremadura (España)
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Trail photos
Itinerary description
Tiempo en movimiento: 8 h 54'.
Entre el inicio y el final del trayecto hay seis kilómetros por carretera. Al no ser la ruta circular e ir en solitario hay que buscarse la vida para regresar a Jerte y yo había decidido previamente hacer autoestop una vez llegado a Cabezuela del Valle. Justo cuando acaba el itinerario hay un semáforo donde paran los coches, pero yo divisé una gasolinera, a un kilómetro, donde puedes hablar con más tranquilidad con los conductores. Me llevó a Jerte el segundo al que pregunté. Digo esto para informar a senderistas solitarios como yo.
En Jerte aparcamos nuestro vehículo cerca de una pista a las afueras del pueblo y la tomamos a pie para ascender progresivamente. Algunas rampas son pinas. Nuestro trazado termina a las puertas de una pequeña finca que hay que atravesar. El conductor que me llevó me comentó que pertenece a un tal Félix. Yo me salté la alambrada perimetral dos veces sin encontrarme a nadie dentro de la finca.
Tras los dos saltos llegamos pronto a una loma que hemos de remontar. Al principio hay algo de maleza que se esquiva con cierta facilidad. Ésta va desapareciendo gradualmente hasta llegar a un claro donde existe un corral de piedras en aparente desuso. Un poco antes hallamos una serie de hitos. Según me explicó el conductor existe un camino de herradura empedrado que parte del pueblo y que llega a ese claro. Yo allí hallé un poste señalizador de pequeño recorrido. A posteriori he estado investigando lo de ese camino y no he obtenido ninguna información. Si existiese os ahorraría el tramo de pista y el atravesar la finca. Los hitos, por su parte, llevan más allá del corral, mientras nosotros cambiamos de rumbo para enfilar la subida postrera al Camocho. Están también ahí unos hitos que yo seguí a veces.
Ya arriba nos merecemos un descanso, ya que hemos ascendido unos 1200 metros en unos 7 kilómetros. Las vistas, además, obligan a ello.
A partir de aquí yo había pergeñado continuar siempre por la cuerda hasta el Cerro Valdeamor, pero sabía que el desnivel positivo se me iba a ir a más 1700 metros, así que, ya in situ y tras el primer y exigente tramo, decidí atajar las subidas a diversos cerros por sus laderas, ahorrando de esta manera esfuerzos extras.
Tras subir a la cumbre de la jornada empecé a encontrar de nuevo hitos y, poco a poco, hizo acto de presencia el piorno. Fui ayudado, entonces, acá y acullá, por pasos de vacas hasta casi el Puerto de Honduras, donde enlazamos con un sendero señalizado que nos lleva a Cabezuela.
Poco más allá del puerto hay una fuente aparentemente seca, pues unos metros más arriba hay una toma al aire que hemos de aprovechar. El agua está fresquísima.
Estamos ahora circulando por un camino que acabamos abandonando por un sendero que circula cercano a un arroyo y que se adentra en el bosque. El paraje es, aquí, a veces casi mágico.
La senda aboca a un puente que salva el arroyo y se convierte en camino que aboca, a su vez, a un carreterín que tomamos unos metros para dejarlo por otra senda. El último tramo es, de nuevo, por camino.
Es recomendable portar pantalones largos (por los cortos tramos de piornos) y gafas de sol en verano para que no se introduzcan en nuestros ojos las mosquitas de los robledos.
Entre el inicio y el final del trayecto hay seis kilómetros por carretera. Al no ser la ruta circular e ir en solitario hay que buscarse la vida para regresar a Jerte y yo había decidido previamente hacer autoestop una vez llegado a Cabezuela del Valle. Justo cuando acaba el itinerario hay un semáforo donde paran los coches, pero yo divisé una gasolinera, a un kilómetro, donde puedes hablar con más tranquilidad con los conductores. Me llevó a Jerte el segundo al que pregunté. Digo esto para informar a senderistas solitarios como yo.
En Jerte aparcamos nuestro vehículo cerca de una pista a las afueras del pueblo y la tomamos a pie para ascender progresivamente. Algunas rampas son pinas. Nuestro trazado termina a las puertas de una pequeña finca que hay que atravesar. El conductor que me llevó me comentó que pertenece a un tal Félix. Yo me salté la alambrada perimetral dos veces sin encontrarme a nadie dentro de la finca.
Tras los dos saltos llegamos pronto a una loma que hemos de remontar. Al principio hay algo de maleza que se esquiva con cierta facilidad. Ésta va desapareciendo gradualmente hasta llegar a un claro donde existe un corral de piedras en aparente desuso. Un poco antes hallamos una serie de hitos. Según me explicó el conductor existe un camino de herradura empedrado que parte del pueblo y que llega a ese claro. Yo allí hallé un poste señalizador de pequeño recorrido. A posteriori he estado investigando lo de ese camino y no he obtenido ninguna información. Si existiese os ahorraría el tramo de pista y el atravesar la finca. Los hitos, por su parte, llevan más allá del corral, mientras nosotros cambiamos de rumbo para enfilar la subida postrera al Camocho. Están también ahí unos hitos que yo seguí a veces.
Ya arriba nos merecemos un descanso, ya que hemos ascendido unos 1200 metros en unos 7 kilómetros. Las vistas, además, obligan a ello.
A partir de aquí yo había pergeñado continuar siempre por la cuerda hasta el Cerro Valdeamor, pero sabía que el desnivel positivo se me iba a ir a más 1700 metros, así que, ya in situ y tras el primer y exigente tramo, decidí atajar las subidas a diversos cerros por sus laderas, ahorrando de esta manera esfuerzos extras.
Tras subir a la cumbre de la jornada empecé a encontrar de nuevo hitos y, poco a poco, hizo acto de presencia el piorno. Fui ayudado, entonces, acá y acullá, por pasos de vacas hasta casi el Puerto de Honduras, donde enlazamos con un sendero señalizado que nos lleva a Cabezuela.
Poco más allá del puerto hay una fuente aparentemente seca, pues unos metros más arriba hay una toma al aire que hemos de aprovechar. El agua está fresquísima.
Estamos ahora circulando por un camino que acabamos abandonando por un sendero que circula cercano a un arroyo y que se adentra en el bosque. El paraje es, aquí, a veces casi mágico.
La senda aboca a un puente que salva el arroyo y se convierte en camino que aboca, a su vez, a un carreterín que tomamos unos metros para dejarlo por otra senda. El último tramo es, de nuevo, por camino.
Es recomendable portar pantalones largos (por los cortos tramos de piornos) y gafas de sol en verano para que no se introduzcan en nuestros ojos las mosquitas de los robledos.
Waypoints
Waypoint
3,628 ft
SALTO
Waypoint
3,735 ft
SALTO
Waypoint
4,469 ft
HITOS
Waypoint
5,781 ft
HITOS
Mountain pass
5,133 ft
COLLADO
Bridge
2,967 ft
PUENTE
Waypoint
2,959 ft
CAMINO
Waypoint
2,338 ft
CARRETERA
Waypoint
2,370 ft
SENDA
Comments (2)
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Hola, se puede seguir por el cordal desde el Camacho hasta el Pinajarro? Querría hacer parte de tu ruta al contrario, empezando desde el Puerto de Honduras y llegar hasta el Pinajarro.
Hola: No lo sé, no lo he realizado. Siento no poder ayudarte.