JM-2 Donostia-Pasaia (Talai)

Un muy agradable paseo, disfrutando de magníficas vistas, entre Donostia-San Sebastián y Pasaia (San Pedro) siguiendo el recorrido del famoso y muy transitado camino Talai, que discurre hasta la localidad de Hondarribia.
En este caso, comenzamos en la playa de la Zurriola de la capital donostiarra en una preciosa mañana, fresca y soleada, con el mar revuelto y grandes olas para disfrute de los surferos. Enseguida subimos pulsaciones al tener que ascender el fuerte repecho de la calle Zemoria, deteniéndonos en algunos tramos para disfrutar del amanecer sobre la ciudad y, de paso, coger aire. Una vez superado el tramo, llegamos al mirador de Arbola, con preciosas vistas sobre las playas y la ciudad.
Unos metros más adelante dejamos la pista principal y tomamos a la izquierda en un cruce bien señalizado mediante poste indicador de distancias. A partir de aquí, el camino discurre suavemente y de modo paralelo al mar, permitiéndonos apreciar la espectacularidad de la costa guipuzcoana. Llegamos a un nuevo mirador desde donde podemos apreciar las ruinas de la batería de Monpás, construido en 1898 con fines defensivos y ante el temor de un ataque norteamericano tras la derrota en la Guerra de Cuba y la importancia de la ciudad por la afluencia de la realeza y el gobierno durante el verano. Actualmente se encuentra muy deteriorada y su acceso es muy difícil.
Seguimos nuestro camino hasta llegar a la fuente-lavadero de Kutralla, que data del siglo XVIII. en tiempos de la Belle Epoque, se detenía el tren que subía a Ulía antes de alcanzar la estación superior para que las lavanderas del Hotel de Londres cargadas con sus capazos llenos de ropa pudieran hacer su trabajo. Los baserritarras de la zona hacían lo propio.
A pocos metros nos encontramos con el mirador de mismo nombre, con magníficas vistas sobre la costa.
Llegamos así al primero de los tramos "visibles" del acueducto de Ulia, parte de la infraestructura creada en la segunda mitad del siglo XIX para abastecer de agua a la ciudad de Donostia procedente de la regata de los ingleses. Llegando al segundo tramo comenzamos a ver la espectacular e imponente silueta del Faro de la Plata.
Finaliza la pista sobre la carretera de acceso a dicho faro, que fue construido en 1855.
No se puede acceder al interior, por lo que nos tenemos que conformar con unas fotos del exterior.
Continuamos por la carretera que va hacia Pasaia hasta encontrar un cruce señalizado a la izquierda que nos deriva en fuerte descenso hasta el faro de Zenekozuloa, situado en la bocana del puerto, continuando por un tramo interminable de escaleras, hasta llegar a la cota 0.
Dando por finalizado el recorrido, continuamos la marcha hacia la población, llegando a los astilleros Arbaola, museo naval donde se está reconstruyendo una réplica de la Nao San Juan, hundida en Red Bay, Terranova (Canadá) en 1565. Visita muy recomendable.
La vuelta a Donostia, tras estupenda comida, la realizamos en autobús.