Jubrique-Genalguacil-Matagallar (Valle del Genal)

Hoy nos hemos ido al bajo valle del Genal concretamente a la localidad de Jubrique para hacer el sendero de Matagallar.
En esta ocasión vamos a realizar una ruta que será una conjunción de otros dos senderos oficiales como son el SL-A 194 Sendero de Matagallar y el PR-A 241 Sendero de Jubrique a Genalguacil aprovechando que ambos comparten parte del trazado. Aunque para ambos senderos existen unas indicaciones en sus paneles informativos que nos indican que se encuentran cerrados por actuaciones de mantenimiento, se ha podido llevar a cabo la ruta sin problema ya que el Río Monardilla se puede vadear perfectamente sin dificultad debido al periodo de escasez de precipitaciones. Lo que se está llevando a cabo en la actualidad es la construcción de 2 puentes colgantes sobre el propio río que permitirán en el futuro el cruce de una a otra orilla independientemente de la crecida que pueda llevar el cauce fluvial.

Hay que tener en cuenta que el trazado primero del Sendero de Matagallar hasta enlazar con el camino que une a Jubrique con Genalguacil, posee fuertes desniveles que nos llevan por las laderas montañosas que conforman el valle del río Monardilla, al sur de la población de Jubrique. Buena parte de éste trazado transita entre frondosa vegetación de bosques de pinar, encinas y alcornoques, además de por parcelas de cultivo de olivos, almendros, cerezos y sobre todo castaños.

La ruta comienza en la misma zona de travesía por la que la carretera MA-8301 atraviesa la localidad de Jubrique en su zona más baja, junto a las instalaciones del aserradero. Comenzaremos descendiendo por una pista que, tras pasar delante de una finca privada, giraremos a la izquierda justo en el punto en el que se transforma en vereda de tierra. Un poco más abajo veremos los trabajos que se están llevando a cabo para la construcción del primero de los puentes colgantes; avanzaremos unas decenas de metros remontando el sentido del río, hasta que encontramos una zona por donde se puede vadear hasta la orilla contraria, a través de unas piedras del lecho. Nada más cruzar a la orilla contraria, nos encontraremos de inmediato con los restos del Molino de Juan Sopa, cuyo uso en décadas anteriores estaba destinado a la molienda de grano para la obtención de harina; las dimensiones de la construcción ante la que nos encontramos nos da muestra del importante papel que tuvo en aquellos tiempos.

Continuando nuestro camino, un poco más adelante vadearemos el cauce seco del arroyo Andagolote y comenzaremos una exigente subida a través de una vereda de tierra por el Pago de la Aguilera entre el bosque de alcornoques principalmente. Conforme vamos ganando altura, las vistas al norte de la localidad de Jubrique se nos presentan espectaculares resaltando el blanco de sus casas entre las diferentes tonalidades de verdes que la rodean. A partir de los 600 m de altitud, los bosques de castaños van ganando en importancia hasta hacerse predominantes en todo el entorno y de ésta forma, llegaremos hasta dar con un cruce de varios caminos llamado el Puerto de la Loma de Benajarón.

Una vez en el puerto, seguimos de frente por la pista de la loma hasta alcanzar el punto más elevado, en el cual encontramos una antena de telecomunicaciones visible desde la frontal población de Jubrique. Desde éstas alturas, obtendremos unas bonitas panorámicas de los alrededores, empezando con las vistas de Sierra Bermeja y su cima de Los Reales hasta divisar las siluetas blancas en el horizonte de poblaciones como Algatocín, Alpandeire, Benalauría, Benarrabá o Gaucín.

Desde la antena, descenderemos con precaución la acentuada pendiente del camino entre castaños hasta llegar al cruce con la pista que une las poblaciones de Genalguacil con Jubrique. Es en éste punto donde giramos a la izquierda para dirigirnos a la primera de éstas poblaciones. Una vez llegados a las primeras calles del pueblo, aprovecharemos a parar para tomar algo y reponernos del esfuerzo, antes de dar una vuelta por algunas de las calles llenas de esculturas, pinturas, grabados, etc gracias a los cuales la villa recibe el pseudónimo de "Pueblo Museo", y como tal indico aquí de la conveniencia de su visita.

Realizada la visita por algunas zonas del callejero de la localidad, comenzamos nuestro recorrido de regreso en primer lugar desandando nuestros pasos hasta el cruce mencionado anteriormente, y desde aquí proseguiremos nuestro camino al frente a través de la pista que nos llevará de regreso a la localidad de Jubrique. Ya en su tramo final y tras pasar por fincas con pequeñas construcciones, la pista se convierte en una estrecha vereda que desciende en zigzag de nuevo hasta el cauce del río Monardilla (es justo en ésta zona donde se está llevando a cabo la construcción del segundo de los puentes colgantes). Tras vadear el río, afrontaremos una dura y constante subida que zigzaguea sobre la ladera empinada para hacer más llevadero el ascenso, hasta adentrarnos en el trazado urbano de la población, próximos a la zona del mirador. En los últimos metros callejearemos por la zona sur de Jubrique para llegar a nuestro punto de partida.