JUBRIQUE. SENDERO DE MATAGALLAR SL-A 194

Situados en la travesía de Jubrique, buscamos en dirección a Estepona el cartel de inicio del sendero, el cual se desprende al sur por un carril. Inmediatamente después de pasar junto a la entrada de la finca la Carrejila, abandonamos el carril en favor de un sendero que nace a la izquierda. El arroyo de Matagallar se funde por momentos con la vereda y tras un breve vadeo caminamos por la orilla contraria, denotando cierta humedad que permite el cultivo de cítricos en las vegas adyacentes. Finalmente accedemos al río Monardilla, uno de los afluentes más importantes del Genal. Cruzamos a la margen contraria y vemos el molino de Juan Sopa, dedicado antaño a la molienda de harina. Tras avanzar unos metros y vadear el arroyo Andagolote, nos enfrentaremos a un empinado lomo que requerirá cuantas paradas sean necesarias. Entre alcornoques, pinos y algunos quejigos vamos ganando altura por el pago de la Aguilera, dando vistas al norte al abigarrado casco urbano de Jubrique. Por encima de los 600 m aparecen los castaños, cultivados profusamente en toda la comarca. En cotas más elevadas, llegando a las mismas cumbres, es el oscuro pino radiata quien domina la foresta. Siguiendo las balizas del sendero llegamos a un cruce de cuatro caminos llamado puerto de la Era de la Pelá. Avanzamos al frente, sin dejar de subir por lo más alto de la loma de Benajarón, entre gran profusión de castaños y alcornoques. La altura ganada nos ofrece bonitas estampas que alcanzan a Gaucín, Benarrabá, Algatocín, Benalauría, Alpandeire y a la particular Sierra Bermeja. Recorrido el altozano afrontamos un fuerte descenso hasta toparnos con el camino de Genalguacil a Jubrique, solapado con el PR-A 241. Al llegar al pago de Benameda aparece en lontananza Jubrique, entonces el camino desciende y acaba por convertirse en vereda. En la pasada del Monardilla existe un puente caído, así que debemos vadearlo con la misma precaución de antes. La senda remonta hacia Jubrique y gana altura rápidamente. Antes de entrar al casco urbano de Jubrique nos sorprenderán dos enormes olivos junto al camino.