Jumilla-Salinas La Rosa-Carche y Madama con nieve

Cómo llegar: Desde Elche ir hasta Aspe y, antes de entrar, girar a la izda. dirección la Romana, giro a la izquierda, pasar La Romaneta y, al llegar al cruce con la CV-83, girar a la izquierda, hacia Pinoso. Pasar El Mañán, Xinorlet y el Culebrón. Seguimos por la CV-83 vadeando por la dcha. Pinoso al llegar a la rotonda de entrada. En la siguiente rotonda se sale por la 2ª salida siguiendo la CV-83, que al entrar en la Región de Murcia cambia a RM-427. Al llegar a una rotonda junto a la A-33, tomamos la 1ª salida para girar de nuevo a la dcha. por la Ctra.Salero que, en un giro de 90º a la izda. en una bifurcación, nos lleva hasta el Polig. Industrial Salinas de la Rosa, donde vemos un pequeño aparcamiento al rebasar la Factoría de explotación salinera y aparcamos.
INFORMACION PRELIMINAR:
La Sierra de El Carche está integrada dentro del Parque Regional Sierra del Carche, junto con el Cabezo de la Rosa y parte del Monte de Las Pansas, abarcando una extensión de 5.942 Ha, pertenecientes a los municipios de Jumilla y Yecla. En su periferia se encuentran las poblaciones de Raspay, La Alberquilla y el Carche (330 habitantes) y, en su entorno cercano,
Jumilla (15 km), Yecla (21 km) y Pinoso (11 km).
La Madama con sus 1.372 msnm es la cima del parque, desde donde se tienen excelentes vistas de la orografía del sureste peninsular, siendo el techo de la comarca del Altiplano Jumilla-Yecla.
Antiguamente tuvo cierta importancia en la zona la actividad minera, pero en la actualidad sólo se mantiene en la Salinas de La Rosa, la mayor explotación de sal mineral de Murcia, en las faldas del Cabezo de la Rosa, elevación suave de tonos rojizos. Del aprovechamiento histórico quedan diversas canteras abandonadas de falsa ágata en La Morra de la Mina, Barranco del Pozo de la Nieve y Cerro del Quemado. Es consecuencia de la presencia de un diapiro salino, que podríamos explicar como un afloramiento de sales y yesos, que ascienden desde las capas sedimentarias, por estrechos a través de la corteza terrestre, hasta la superficie.
En su contorno se han localizado trece cavidades subterráneas o simas de moderadas dimensiones. La Sima de los Cachorros, con un recorrido de 75 m. y un desnivel de 63 m. es la mayor.
Otro elemento también destacable dentro de la sierra es un Pozo de Nieve del siglo XVII (1.683), de planta cilíndrica y falsa cúpula cónica. Se encuentra en la umbría de La Madama. Actualmente, este pozo, es un mudo testigo de una actividad que resultó floreciente entre los siglos XVII y XIX.
Entre la vegetación, destaca su importante masa forestal de Pino carrasco, también la presencia de carrascales, formando manchas aisladas en los parajes de La Omblaquilla y Cerro Quemado. Existe un pinar de pino laricio o negral, lamentablemente en regresión, en la Umbría de La Madama, acompañado de vegetación como el cojín de monja, espliego y gayuba. Entre sus arbustos más habituales se encuentra el enebro, la coscoja, el lentisco, el madroño o el durillo. Entre el matorral característico de las laderas de solana, con mayor insolación y suelos de menor humedad, crecen especies como el esparto, el romero, diversos tipos de tomillos y lavandas. Mención asimismo a su gran riqueza florística, con diversas especies endémicas y protegidas a nivel regional.
Alberga también una importante fauna, entre la que destacan las rapaces como el águila imperial, halcón peregrino, búho real, águilas culebrera y calzada, azor, gavilán, cuervo, etc. También figura en el catálogo faunístico el jabalí, gato montés, garduña, así como los reptiles tipo Víbora hocicuda, culebra bastarda, etc. Pero no son fáciles de ver.

Distancia: 13,4 km. Circular.
Ascenso acumulado: 805 m.
Altura máxima: 1.372 msnm. La Madama/El Carche
Tiempo en movimiento: 4,15 h.
Dificultad: Moderada/Alta

RUTA: Hacía un tiempo que venía posponiendo, con mis amigos Paco M. y Chema, la vuelta a la Sierra del Carche, así que hoy 06-abril-2022, aprovechando el último temporal en la zona, nos hemos decidido a visitarla para disfrutar de la que probablemente sea la última nevada de la temporada, que tampoco son demasiado frecuentes por aquí. Así pues, en un día fresquito, unos 2% a la salida, nos llegamos hasta el Parque Regional del Carche, para hacer una jornada de senderismo en una zona clásica para ello y con un recorrido también clásico siguiendo pistas y sendas. Recorreremos una buena parte de la Sierra del Carche, pasando por el puntal de La Rosa, la Morra Alta y Cerro Quemado y subiendo hasta el pico de la Madama, retornando a continuación por la umbría de la misma, donde se encuentra el Pozo de Nieve. A pesar de ser una ruta clásica de senderismo, como hemos dicho, y de coincidir en varios tramos con un PR, está muy escasamente señalizada, por lo que, aunque hemos vistos bastantes hitos de piedra y la dirección es evidente, es muy conveniente ir provistos de buenos mapas o GPS.
Lamentablemente, como no se puede tener todo, hemos tenido una amplia variedad de cielos; los menos, con algo de sol, y, los más, cargados de una niebla, en ocasiones bastante densa, impidiéndonos tener buenas vistas, y, durante un rato, en la parte más alta de la sierra, una pequeña nevada de finos copos.
Las sendas y caminos los hemos encontrado, en las partes altas, cubiertos de nieve, no demasiado alta, que, aunque a veces nos ocultaban el trazado, no nos ha impedido seguir la bien la ruta apoyados por el GPS.

ITINERARIO: El recorrido que vamos a realizar, en cuanto al desnivel se refiere, se compone de dos partes claramente diferenciadas y casi simétricas. La primera de ellas, de ascenso continuado durante unos 6,7 km. al 10,5% de pendiente media, hasta coronar el Pico de la Madama. La segunda, de unos 6,9 km, de bajada asimismo continuada, con un desnivel negativo medio del 10,3% hasta el mismo final.
Dejando a nuestras espaldas la factoría de la explotación salinera, con sus balsas entre azuladas y verdosas, comenzamos la ruta, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, tomando una senda zigzagueante en ascenso que vemos a la izda., entre un bosquecillo de pinos, marcada por abundantes hitos de piedras, llevando el Barranco de los Alejos por la izda. y, más allá la Sierrecica de Enmedio, también con algo de nieve, hasta llegar al cruce de la pista o camino del Barranco del Infierno, en un pequeño collado. Hacia el frente dcha. vemos claramente la cima de La Madama, que pretendemos alcanzar, coronada de antenas y de nieve, junto a la Morra de la Mina (1366 m.) y Las Capurullas (1301 m.), también con algo de nieve, especialmente en las umbrías, que se encuentran a su dcha. vistas desde nuestra posición.
Cruzamos la pista y vamos cogiendo el cordal del Puntal de la Rosa que seguimos, entre escaso arbolado y bastantes buenas vistas hasta llegar al alto del Puntal (954 m.) primero y hasta la Morra Alta (1018 m.) después, que vadeamos por ntra. izda. Aquí las vistas, por momentos, se adivinan excelentes y ya tenemos los primeros restos de nieve. Los pinos tienen bastantes ramas cubiertas de ella, que al pasar bajo ellos caen hasta nosotros y, la que se va deshaciendo, nos va goteando sobre la cabeza y hombros. En los suelos, como curiosidad, donde mejor ha aguantado la nieve ha sido sobre los troncos de árboles caídos, pareciendo como que los habían pintado de blanco.
Continuamos cresteando y los pinos empiezan a ser otra vez frecuentes hasta encontrarnos con una pista que tomaremos, por la izda., durante unos 0,7 km., aunque a mitad de él tomaremos un atajo, a través de una senda, nevada, evitando una pronunciada curva de la misma. Reincorporados al camino, tomamos en breve otra senda a la izda., por la que en unos 0,6 km., tras pasar por una serie de pequeñas excavaciones o zanjas, que fueron antiguas minas, hoy abandonadas, llegamos a la zona alta del Cerro del Quemado (1309 m.). Cada vez la nieve es más frecuente.
En unos 0,5 km. estaremos en el Collado del Pozo de la Nieve. Encontramos un mural de piedra y varios panes informativos con las direcciones a seguir. El collado, haciendo honor a su nombre, está completamente nevado y aquí la pista se bifurca en dos ramales. Nosotros continuaremos por la de la dcha., que se dirige hacia la cumbre de La Madama, que hemos tenido permanentemente a la vista con sus antenas, cuando nos lo ha permitido la persistente niebla, pero inmediatamente la abandonamos tomando una senda que sale por la dcha. en dirección a la cumbre. por la que cubrimos los últimos 100 m. de ascenso para coronar La Madama y su V.G., que, como hemos dicho, con sus 1.372 msnm, es la cima del Parque, siendo el techo de la comarca del Altiplano Jumilla-Yecla y desde donde se tienen normalmente excelentes vistas de la orografía del sureste peninsular, que, obviamente, hoy no podemos disfrutar.
Así pues, finalizada la nevada senda, nos topamos con el recinto vallado de las antenas y, a su dcha., dos V.G. Subimos por unas escalerillas de hierro al más alto de ellos, sobre una construcción de piedra y cemento, y nos hacemos unas fotos envueltos en la niebla. Junto a éstos se encuentra el Refugio de madera del Carche, con tejado a dos aguas que, ¡vaya por Dios!, ¡está cerrado con candado! Nos hubiese venido bien calentarnos un poco en su interior.
Bajamos del Refugio por unas escaleras de piedra, con cuidado para no resbalar, hasta un pequeño collado, donde hay paneles con información del Parque y un muro de piedra con un mapa de azulejos de la zona. Por la amplia y bien compactada pista de servicio a las antenas, que nace aquí, iniciamos la segunda parte de ruta, bajando hasta el collado anterior del Pozo de la Nieve en el que antes habíamos estado y ahora giramos por una senda que nace a la izda. que nos llevará por la umbría de La Madama, entre pinos, hasta el precioso contorno nevado del Pozo de Nieve del Carche, con las características que previamente ya hemos comentado.
Dejamos el nevero tomando una senda que parte en dirección E en busca del Barranco de la Omblanquilla. La umbría de la sierra mantiene un denso arbolado.
Continuando con el descenso, la nieve va desapareciendo y nos volvemos a encontrar con el Camino del Bco. del Infierno, que cruzamos, siguiendo dirección NE, tomando una senda que representa un atajo a los numerosos meandros que el Camino hace, en sentido contrario, para suavizar el ascenso a la sierra. A través de esta senda-atajo, en algo menos de 1 km., volvemos a encontrarnos con el repetido Camino, junto al que hay un gran árbol caído, un vallado que protege de un pequeño pozo seco y, unos metros más adelante, un aljibe redondo de ladrillo rojo sobre una construcción encalada.
Seguiremos ahora el camino hasta casi el final de la ruta. En este tramo cruzaremos el Bco. de San Cristóbal, para seguir su curso por su vertiente dcha., a la solana (hoy no), salvando un par de pequeñas barranqueras y encontrando otro curioso aljibe con tejado rojo a dos aguas, sobre una peana de construcción encalada, al que llega un canalillo.
Tras dejar atrás el aljibe, en poco menos de 1 km., llegaremos al pequeño collado, punto de confluencia de los itinerarios de ida y vuelta, donde viramos a la izda. dejando el camino. Nos quedan unos 0,7 km. para llegar al punto de partida, junto a la explotación salinera de La Rosa, cuya vista nos ha acompañado largamente.
Esta es una ruta, “en seco”, agradable e interesante y, “en húmedo y nevado”, extraordinaria, que nos ha gustado y que, en función de todo lo anterior, la distancia recorrida y el ascenso acumulado, podemos calificar como de Dificultad Moderada, hoy tal vez, Moderada/Alta, siempre, obviamente, según la preparación física de cada uno.

ADVERTENCIA: La ruta aquí descrita, así como el track para GPS, los tiempos y la apreciación de dificultad, son meramente orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quien la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como de la destreza y preparación tanto técnica como física del que la lleve a cabo. Quede asimismo bien claro, que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel orientativo, sin ánimo de lucro, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna ante cualquier percance que pudiera sufrir quien, por voluntad propia o inducida, realice la ruta.