Activity

JUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS

Download

Trail photos

Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS

Author

Trail stats

Distance
11.39 mi
Elevation gain
1,490 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,490 ft
Max elevation
955 ft
TrailRank 
39 4.7
Min elevation
-53 ft
Trail type
Loop
Moving time
3 hours 59 minutes
Time
6 hours 41 minutes
Coordinates
3280
Uploaded
September 10, 2020
Recorded
September 2020
  • Rating

  •   4.7 1 review
Share

near Ciudad Jardín, Murcia (España)

Viewed 171 times, downloaded 4 times

Trail photos

Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS Photo ofJUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, CORTINA, PUERTO, BARRIO CONCEPCIÓN, JUNCOS

Itinerary description

072/20 - 2020-09-10 - SENDAS CON BAÑO POR CARTAGENA, 2 de 50.- LOS JUNCOS, CALVARIO, SAN JULIÁN, CHIMENEA, BAÑO EN LA CORTINA, PUERTO, LOS JUNCOS, 2020-09-10, 18,4 Km, 6 horas 47 minutos, +482 m -464 m.

Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/EBk23PB35ErrSwTw5

De esos días en que Eolo se fue de vacaciones, la mar estaba planchada y nuestro cielo limpio de nubes, nos dispusimos a recorrer, quizá de las más clásicas de Cartagena, esta senda semiurbana en la que si cala Cortina está vestida de domingo disfrutarás de un magnifico baño.

Desde Los Juncos, recorrimos parte del centro y atravesamos el barrio pescador de Santa Lucía para enfilar dirigimos en dirección sur hasta alcanzar Lo Campano. Por si interesa un poco de culturilla: a nuestra derecha el Campo Santo de Los Remedios, con su paradójico nombre. Fue allá por 1863 cuando, por imperativo higiénico, se prohibieron las sepulturas en el centro de las ciudades y, sobre todo, en el interior de las ermitas e iglesias. Así, sobre 1886, se empezó a construir, en el extrarradio de Cartagena, resguardado por el Cabezo de San Juan al este, con su Ermita del Calvario al sur, y el Cabezo del Gallufo al oeste, el Campo Santo de Nuestra Señora de los Remedios, junto a la iglesia del mismo nombre, y, a finales del siglo XIX, cuando bajo la supervisión del arquitecto Carlos Mancha, con la inestimable participación de Víctor Beltrí, Lorenzo Ros y Francisco Requena, este último erudito en la arquitectura cartagenera, dicho cementerio quedara totalmente delineado y establecido, para que, durante el XX, se realizaran algunas reformas y se construyeran una serie de mausoleos, pertenecientes en su mayoría a familias adineradas por la minería.
Nos enfrentamos, para exhalar el primer líquido de la mañana, al Viacrucis del Calvario. Arriba la ermita, a 221 metros sobre el nivel del mar. Fue el Rey Alfonso X, quien concedió a los Padres ermitaños de la orden de San Agustín la Fuente Santa del lugar, para fundar en él un monasterio bajo la advocación de San Juan, de donde viene el nombre a todo aquel lugar. La tradición cuenta que ya a principios del siglo XVII existía una Gran Cruz, coronando el monte, y que desde entonces se comenzó a llamar Calvario. Actualmente hay tres grandes cruces de hierro junto a la actual Ermita, como recuerdo de la primera. Y gatos, muchos gatos.
En el siglo XVIII, Tomás Aparicio, que era en un ermitaño que se quiso retirar a una cueva de este monte, tras solicitar el permiso al Concejo comenzó con otros fieles la construcción de esta pequeña y primitiva ermita en la cima del Monte Calvario, sufragada con las limosnas que iba recibiendo. En junta del 3 de agosto de 1777, Tomás Aparicio, en nombre propio y de los demás devotos, pidió permiso para la construcción de una pequeña sacristía, petición que le fue concedida. Allí está la nombrada.
Así, en un principio, se instituyó por fieles devotos la Cofradía de la Santísima Cruz y Santo Sepulcro del monte Calvario, en una ermita donde se veneraba una imagen de la Soledad de María, extendiéndose de esta forma el ejercicio piadoso del Vía Crucis por todo el monte, Algunos investigadores datan la primera romería en el año 1783, en el que se piensa que se creó esta primitiva hermandad. La romería se sigue haciendo cada año para celebrar la Festividad de la Encarnación del Hijo de Dios.

Al sur, entre el monte de San Juan y el de San Julián, un amasijo de depósitos, tuberías e infinidad de lámparas luciendo, lanzaban al cielo varias columnas de humo; se trataba de la Refinería de Petróleos de Escombreras, instalada en la Dársena del mismo nombre, donde ya los romanos establecieron fábricas de salazones. Al parecer, el nombre de Escombreras viene de “Scombrer”, el pez empleado para elaborar la salsa “garum”. En el siglo XX se instaló la primera fase de la refinería de petróleo por parte de lo que hoy es Repsol YPF. El Valle de escombreras llegó a contar con 3.000 habitantes, pero la necesidad de expansión de la fábrica y la acuciante contaminación de la zona hizo que se abandonara el Poblado de Refinería.

Muy tranquilos y en amena charla abandonamos el monte de San Juan, para trasladarnos a los 295 metros de la cumbre del Monte de San Julián y patear su castillo. En el interior del mismo, en la esquina suroeste de la plaza de armas, se levanta la Torre Cilíndrica que fue construida por los ingleses en 1.706, para, con posterioridad, en el mandato de Carlos III, levantar el referido castillo alrededor de dicha torre y terminarlo sobre 1.888. En la Guerra Civil fue prisión de altos mandos militares. Ahora sólo quedan antenas de telefonía, aunque está declarado bien de interés cultural.
Enamorados de las vistas, doblamos al sur en dirección a las baterías de Trincabotijas, pero, después de visitar la reciente cruz, en memoria de un compañero del Centro Excursionista de Cartagena, viramos hacia el norte para pasar por el arco de San Julián y visitar la chimenea de Peñarroya. Maravillosas las vistas del puerto y ciudad.
Desde la gran chimenea nos dirigimos, monte a través, hasta la batería de Santa Ana y bajar directamente a la coqueta cala Cortina, la que tenía aguas transparentes y calmadas, por lo que no nos resistimos a tomar un magnífico baño.
Costó salir de la encantadora cala, pero andábamos de senda y lógicamente lo nuestro era caminar. Retratamos las baterías de Santa Ana, Santa Florentina y San Isidoro y, extasiándonos con nuestra bocana, pasamos junto a San Leandro, batería que obligó al Castillo de Olite a ponerse en la línea de fuego de La Parajola, según reza en una placa de su entrada, para que la segunda lo hundiera junto a la isla de Escombreras.
Por el cantil del puerto llegamos al centro y cruzamos hasta la calle del Carmen. La bodega Nicolás no abría hasta las 12:00 horas, así que nos sentamos en “Me tiene frito”. Con la rubia regamos un plato de cazón en adobo. Salud.

Comments  (2)

You can or this trail