Juviles, acequia de Cástaras y Trevélez

Ayer domingo nueve de diciembre de dos mil dieciocho, los andarines, Andrés, Trini y yo mismo nos fuimos de rutilla a Juviles, en plena Alpujarra. Dimos un paseo precioso, para lo que salimos de Maracena a las siete y cuarto de la mañana, y tras la parada del café en Órgiva, llegamos a Juviles a las nueve y veinte. Tras aparcar el coche en la travesía de la localidad, iniciamos el sendero cuya cabeza está en esta misma calle (carretera). Como es habitual por estos lares, el inicio era en rampa, rampa que no dejamos hasta que llegamos a la cima de la Loma de Juviles, tras algo más de cuatro kilómetros, por un paisaje abierto despejado de árboles y desde el que se puede intuir el mar detrás de los montes y bajo las nubes; y con la compañía de vacas a la altura del corral hondero. También pudimos contemplar el escandaloso y pesado vuelo de tres parejas de perdices que lo levantaron a nuestro paso.
En la cima de la Loma, nos tomamos el preceptivo bocata e iniciamos el descenso hacia Trevélez, primero por la pista forestal, unos cuatrocientos metros, y seguido de una vereda preciosa entre pinos y encinas, que nos condujo a la Acequia de Cástaras después de cinco preciosos kilómetros por el paraje descrito antes.
En la acequia decidimos que íbamos a alargar el paseíllo un par o tres kilómetros más, y en vez de bajarnos a la carretera de entrada a Trevélez, seguimos la acequia hasta el Molino Altero, donde bajamos al camino de Granada, tras cruzar el río Trevélez que iba pleno de agua, y por el que llegamos a la población.
Una cervecillas y algo de choto, chorizo y morcilla, para tomar el autobús a las tres y cuarto de la tarde, que nos bajó hasta Juviles, donde habíamos dejado el coche esta mañana.
Siguiendo las indicaciones del conductor del Autobús, para el regreso tomamos por Cádiar, donde nos enteramos de que Ugijar había feria, y allí nos fuimos a compra turrón; y con la compra hecha, a casa.
Un día precioso, con un paseo de doce kilómetros, que nos costó tres horas y media con, unas vistas incomparables. Muy recomendable para pasar el día