K 2 (Ceneya-Amieva) (420)-PICO CANELLÍN (1.109) (Parque Nacional de los Picos de Europa)

K. 2 (Ceneya-Amieva) (420)-PICO CANELLÍN (1.109) (Parque Nacional de Picos de Europa)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 15,97 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.196 m.
ALTURA MÍNIMA: 420 m.
ASCENSO TOTAL: 1.002 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4,09 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Junio de 2015.

El comienzo de la ruta sería el K. 2 de la carretera CENEYA (210)- AMIEVA (593). La primera es una pequeña población, con categoría de “Barrrio”, perteneciente al CONCEJO DE AMIEVA, situada en la N-625, k. 138, MANSILLA DE LAS MULAS (797) (León)-ARRIONDAS (40) (Asturias), carretera que cruza la CORDILLERA CANTÁBRICA por el PUERTO DEL PONTÓN (1.280), territorio leonés, para descender rumbo norte por el DESFILADERO DE LOS BEYOS, integrado en el PARQUE NATURAL DE PONGA, tierras ya asturianas.

De aquel punto kilométrico de Ceneya parte en subida, dirección este, una sinuosa y empinada comarcal de cuatro kilómetros, que finaliza en AMIEVA (593), parroquia del municipio asturiano homónimo. Sus casas escalonadas –entre los 650 y 575 metros de altitud-, con distribución irregular, en desnivel y sin apenas orden, se ubican al abrigo de las estribaciones meridionales de la sierra del mismo nombre.

A su vez, en el P. CANELLÍN (1.109) muere un intrincado pequeño cordal de planchas y roca caliza, salpicado de hayas, que en forma de “L” se extiende de este a oeste y de sur a norte. La silueta del mismo se perfila altiva e inexpugnable sobre las verticales paredes, que descienden a través de diversas canales –Canellín, Canellosa, Duerna y Canalona- hasta la cuenca del SELLA, encajonado discurriendo por el DESFILADERO DE LOS BEYOS. Particularmente llamativa es su cima en forma de punta de flecha vista desde VEGA DE CIEN (200), a orillas del río.

Dejamos el vehículo en un pequeño aparcamiento bajo la sombra de frondoso arbolado, a la derecha de la carretera, lugar frecuentado por aficionados al barranquismo. Trescientos metros más arriba, nos desviamos, rumbo sur, por pista agrícola en ascenso de uso exclusivamente ganadero, según reza en cartel de entrada, alternándose en la misma cemento y tierra. Son cinco kilómetros de subida hasta el COLLADO ORDÉS (1.148), superando un desnivel de 636 metros, atemperado por un trazado en zigzag, especialmente en los tramos finales.

Desde el comienzo aparece visible a nuestras espaldas la SIERRA DE AMIEVA (1.255) con la población homónima y sus casas asentadas al abrigo de las estribaciones meridionales de la misma. A su izquierda, CUESTA VALLÉS (974) al poniente, pequeña cota en forma de cono perfecto, seguida del pico CORONA (1.042), que muere en el desfiladero, deslizándose abruptamente por los farallones de JORCADA LA TRANZA (751). Al fondo oeste se entreven PEÑA LOS CUADRAZALES (1.056), CDO. BERROÑA (922) y P. MOTA CETÍN (1.137). Serán parajes recurrentes a lo largo del recorrido.

El ascenso hasta el collado se hace llevadero, porque la pista está diseñada para que puedan circular por la misma vehículos “todo terreno”, a la vez que caminamos protegidos bajo un tupido bosque de castaños, robles, alisos, avellanos y fresnos, que en las altura darán paso al hayedo. A lo largo del trayecto dejaremos a un lado casas, cuadras y cabañas, integradas en la MAJADA LLERIMUNDI (468-627), que se extiende a través de prados, salpicados de abundante foresta, faldas arriba. A la derecha, se alzan entre hayas los verticales murallones calcáreos del P. CARGA DEL VALLE, (1.157), prolongación hacia el norte del cordal que nos espera.

La collada ORDÉS (1.148) nos abre una panorámica deslumbrante al sur-suroeste, donde se enseñorean famosas cumbres cantábricas y del CORDAL DE PONGA Y CASO, cotas de prestigio, como PEÑA TEN (2.140), PILEÑES (2.012), MACIÉDOME (1.899) y TIATORDOS (1.951), entre otras, distanciadas por valles y collados. La pista, que ahora abandonamos, continúa descendiendo dirección sur hacia las MAJADAS DE BAENO (898), camperas de exuberante flora, recostadas a los pies del JORCAO LA VILLA (1.120), camino del abismo que vierte en los BEYOS.

Giramos al oeste afrontando las pequeñas lomas de la cresta del cordal, terreno incómodo, salpicado de canchales calizos entre hayas y algún tejo, pasando por las humildes cotas de los picos DEL VASO (1.196) y JONIELLA (1.195), techos de la sierra, por encima del CANELLÍN (1.109). Como cimas son irrelevantes, pero nos permiten mejorar la panorámica de los paisajes ponguetos y ampliar la visión hacia el este, contemplando sobrecogidos cumbres señeras del MACIZO OCCIDENTAL y del PRECORNIÓN, con el CANTU CABRONERO (1.998) y VALDEPINO (1.745) de comparsas.

Una pequeña depresión nos aguarda, VALLEYA EL ACÉU (1.075) con cabaña de por medio. Seguidamente iniciamos el ascenso, apenas señalizado, entre hayas y suelo calcáreo a LA LLAMPA (1.152), loma aplanada de planchas calizas al sur y tupido arbolado en su vertiente norte, que muere en un murallón, cuyo precipicio, señalado con alambrada, cae hasta el abismo de los BEYOS, visibles en las profundidades del SELLA. También aparecen cercanos, a vista de pájaro, el CARRIÁ (1.439) y, asomando tras él, P. PIERZU (1.552).

Viramos al norte, descendiendo ligeramente por tupida foresta para retomar el lomo del cresterío, a caballo entre el desfiladero y el bosque, hasta la cima del CANELLÍN (1.109), pequeño cerro, que corta abruptamente nuestro recorrido. Éstos son sus poderes: el SELLA y las poblaciones que lo rodean, a nuestros pies, el CORDAL DE PONGA al oeste, seguido de MOTA CETÍN (1.137) en segundo plano, más la SIERRA DEL SUEVE (1.159), en el horizonte lejano; la SIERRA DE AMIEVA (1.255), de nuevo al norte, y LOS PICOS DE EUROPA, al este.

Iniciamos la vuelta hasta el COLLADO ORDÉS (1.148), buscando ligeras variantes, que faciliten la marcha. Bordeamos la loma del Canellín por sus faldas orientales para finalizar en la LLAMPA (1.152). Giramos al este para desembocar, guiados por intuición, en VALLEYA EL ACÉU (1.075), quizás el tramo más incómodo. Tras una pequeña subida en la misma dirección, soslayamos las cimas de los picos JONIELLA (1.195) y DEL VASO (1.196), recorriendo transversalmente sus estribaciones meridionales hasta la collada, donde enlazamos con el camino de ida.

Es una ruta no excesivamente larga, sin complicaciones técnicas, que requiere cierto esfuerzo por el desnivel acumulado y el trazado del terreno a partir de la collada. Desde ese punto no existen referencias explícitas y el piso irregular, mezcla de vegetación y roca suelta, sometida a procesos de disolución kársticos, hace incómoda la marcha. No son grandes cotas, pero pocas de las atalayas conocidas permiten conjugar una visión tan singular del DESFILADERO en diferentes planos, con la relajante contemplación de las grandes cumbres del MACIZO OCCIDENTAL, del CORDAL DE PONGA Y CASO y de la SIERRA DE AMIEVA. ¡Canellín, una cota a admirar en la frontera del Parque Nacional de los Picos de Europa!