Kamaraka, Mugarriluze y Goikogane por Basakoetxe y descenso por Zabale

Es el día 1 de Mayo de 2023, cuando con un pronóstico de tiempo cambiante y una mínima lluvia por la mañana me atrevo a salir al monte solo. En esta ocasión mi intención es hacer una ruta circular subiendo a tres cimas emblemáticas cercanas a Bilbao. Se trata de ascender al Kamaraka, al Mugarriluze y al Goikogane desde Arrankudiaga por Basakoetxe y descender por el barrio de Zabale.

Son casi las 08:45 cuando me planto con el coche en la plaza de Arrankudiaga al lado de la iglesia. Pongo el móvil en marcha en la aplicación de Wikiloc para grabar y registrar la ruta, ya que como la voy a hacer hoy no la he hecho nunca. Salgo a la carretera general para seguir por ella en dirección a Ugao–Miraballes. Hay que tener mucho cuidado en este primer tramo de la carretera general BI–625, ya que hasta llegar hasta donde me tengo que desviar, que no es mucho tramo, buena parte de la misma carece de acera y de arcén, y los días laborables tiene mucho tráfico de camiones. Hoy no es el caso.

Tras superar un cambio de rasante y bajar por ella un poco llego al cruce situado a mi izquierda por donde me tengo que desviar hacia Basakoetxe. Desde el cruce de la iglesia donde he partido apenas habrá tres o cuatrocientos metros. Giro a la izquierda para seguir por la carreterita que acabo de coger, también llamada camino Rotatxu.

Entro en un tramo llano y muy cómodo de andar, bajo el arbolado, y con la compañía permanente a mi izquierda del cantarín arroyo Larumbe y el trinar de los pajaritos. Al cabo de un rato llego al pequeño barrio de Hormetxe, de no más de tres o cuatro caseríos. Sigo hacia delante y tras un buen rato de caminata llego a una bifurcación que es crítica. La carretera sigue hacia la derecha en dirección a Zollo, pero yo tengo que coger a la izquierda en dirección al barrio de Basakoetxe. Hay un cartel verde que así lo indica. Desde la desviación de la carretera general hasta aquí solamente he subido 64 m, siendo los cuatro kilómetros de este tramo casi prácticamente llanos.

Ahora del asfalto se pasa al cemento, y se puede decir que en este mismo momento comienza la verdadera ascensión de la ruta, ya que desde aquí hasta el Kamaraka tendré que ascender diez veces más: 648 m.

La pista cementada llega al bonito barrio de Basakoetxe tras ascender algunos duros repechos, y nada mas llegar al primer caserío, muy bien arreglado, hay que girar a la izquierda, llegando por una pista rota y en unos cien metros a la pequeña y coqueta ermita de San Sebastián y San Fabián, situada a la derecha un poco apartada del camino. Me desvío un poco para verla de cerca y sacar una foto. Es un bonito paraje con unos hermosos árboles y una fuente.

Sigo el camino hacia arriba y al poco me encuentro con una desviación. Por la izquierda un cartel de madera indica Arrankudiaga (una vez vine hasta aquí desde el barrio de Zabale, por donde bajaré hoy), pero hay que coger el camino de la derecha. A partir de ahora y hasta el collado del Kamaraka hay que seguir siempre por este ancho camino sin hacer caso de confusas desviaciones, pequeños senderos, señales de pintura en los pinos y otras zarandajas que podamos encontrar. El camino que hay que seguir siempre es el más importante y el más pisado, con huellas a veces de neumáticos de moto o de algún vehículo todo terreno, y no hay que salirse de él en ningún momento.

Hay algunos repechos de entidad que me hacen sudar de lo lindo a pesar del fresco de la mañana. Voy siempre en ascenso, sin descanso, viéndose en algún momento entre los pinos a mi derecha la aldea de Zollo. En la ascensión me acompaña la agradable banda sonora del canto primaveral de los pajarillos y el lejano ladrido lastimero de algún perro.

Casi sin darme cuenta he subido mas de la mitad de este tramo, entrando en un bosque de abetos perfectamente reconocibles por su porte y por las pequeñas piñas o estróbilos que se ven por doquier. El camino traza varios y amplios zigzags, haciéndose este segundo tramo de la ascensión algo mas liviana. Llego a una zona con hayas aún jóvenes a mi derecha a las que recién les han brotado las hojas, tiñendo de un color verde intenso la sombra del camino. Por fin, y tras doblar un último recodo, dejando ahora a mi derecha jóvenes ejemplares de retorcidos robles, llego al collado del Kamaraka.

Este también es un punto clave en la ruta, aunque está muy bien señalizado con un par de postes con carteles. Por la derecha un camino se dirige hacia el Gazteluzar, al Ganeko y la fuente del Espino. Otro camino hacia la izquierda baja a Santa Lucía y a Llodio. Pero yo cojo un claro sendero en fuerte ascenso a mi izquierda que se dirige al Kamaraka y, tras pasar al lado de otras señales verticales del "Burdin Hezia" (Cinturón de Hierro) y ascender unos cuantos repechos, al final de un cómodo llaneo por la cresta herbosa llego a la cima del Kamaraka, de 797 m de altitud según Mendikat y de 782 m según indica una placa en el buzón. Yo sé que desde esta cumbre, así como desde las otras dos de la misma cresta, el Mugarriluze y el Goikogane, las vistas son extraordinarias, pero hoy hay bastante neblina y nubes bajas, con lo que me tengo que conformar con entrever el paisaje a través de los retazos de las nubes y sacar alguna foto con demasiada nube baja.

Tras sacar la típica foto del buzón arranco de inmediato hacia el Mugarriluze, pasando al lado de otro poste de señales. Una señal indica que desde aquí también se puede bajar (y subir) a Santa Lucía y Santa María del Yermo yendo hacia la derecha por una visible senda. El Mugarriluze se puede dejar de lado por un sendero que lo circunda por su lateral, pero ya que estoy aquí subo a la cima. Tiene un buzón cilíndrico con una placa del Goikogane M.T. de Llodio que indica su altitud: 735 m., coincidente con la de Mendikat.

Enseguida retorno a la senda de la cresta para seguir en dirección al Goikogane. La senda enseguida pasa por una zona un tanto abrupta y vertical pero sin peligro alguno, para llegar a una parte, corta pero algo complicada de andar, en la que hay que realizar algunos saltos por las rocas que flanquean el camino. El sendero llega al poco a una bifurcación también señalizada, donde para ir al Goikogane hay que seguir hacia adelante. Sin embargo, por mi izquierda, ahora, baja un camino que llega hasta Zabale y Arrankudiaga y es por donde después bajaré yo. Como nota primaveral curiosa, al lado mismo del cruce hay un campo con una enorme cantidad de asfódelos, también llamadas gamonas, la típica flor silvestre de primavera de las campas de altura.

Un poco adelante paso sobre una trinchera de la "Burdin Hazia" que está señalizada. El camino hacia el Goikogane sigue de frente y hacia arriba pasando al lado de un solitario espino albar que con sus racimos de florecitas blancas estaba precioso. Y llego a la cumbre en nada. Hay en su cima una hermosa cruz de hierro con una placa que indica su altura: 702 m. Foto de rigor, un plátano, unas galletas, un hermoso trago de agua y para abajo.

Desando el camino hasta el último cruce señalizado por donde he pasado hace poco para desviarme, ahora, hacia la derecha y bajar por un amplio camino que en sus primeros tramos es bastante pedregoso y un tanto incómodo para andar. Sigo bajando para llegar a un cruce herboso con una especie de estela de piedra tallada con la silueta de un antiguo carbonero de monte con la "txondorra" al lado (montón de leños, generalmente de haya, apilados ordenadamente en forma semiesférica y cubierto de tierra con unos respiraderos, donde se realiza la combustión lenta de la leña para convertirse en carbón de madera). En la estela pone unas palabras en euskera: "izan zirelako gara" (por lo que fueron, somos), y también "Idurieta". Hay una desviación a la derecha que no cojo, siguiendo el camino hacia delante.

Sin embargo ahora me despisto un poco, ya que veo han realizado en toda esta zona una enorme "matarrasa" (tala completa de un monte). Yo desde siempre había subido y bajado por aquí bajo la protección de un magnífico pinar, que veo han talado recientemente, confundiéndome en la bajada y haciéndome dudar de la ruta a seguir. El paisaje ha cambiado radicalmente. A pesar de todo confío en mi instinto y sigo hacia delante girando enseguida a la derecha, aunque el camino sigue de frente. Creo que no me he equivocado, me digo a mí mismo, porque creo que voy por el camino que llevaba a un pequeño refugio. Y no, no me he equivocado, porque tras bajar un repecho y hacer un giro a la izquierda llego enseguida al citado refugio, que tiene unas estelas de piedra talladas muy similares a la que encontrado más arriba. Curiosamente en Google Maps, este refugio lo señaliza como la "ermita de La Magdalena".

Tengo que decir que entre la estela del carbonero que antes he citado y este refugio el camino está destrozado por el paso de grandes camiones y máquinas forestales. Lo único que deseo es que después de que acaben los trabajos dejen las pistas como estaban, aunque soy un poco escéptico de que esto suceda. Siempre sucede lo mismo.

Tras superar el refugio el camino baja, llegando al poco a un cruce en el que giro a la izquierda para seguir poco a poco hacia abajo (en este cruce se podría seguir de frente confluyendo más abajo en el camino que yo llevo). Y digo que bajo poco a poco porque el camino por aquí también esta muy deteriorado por la maquinaria forestal, con enormes surcos y grandes charcos salvables solamente si nos salimos del camino.

Más abajo veo cómo a mi derecha llegan dos caminos señalizados por postes del cinturón de hierro, uno de ellos es el que he dejado mas arriba y confluye aquí. Sigo un poco más y dentro del pinar dejo a mi izquierda otro poste de señales que indica "Goikogane" y "La Magdalena" indicando el camino que yo bajo. Esto me induce a pensar que es verdad que el refugio es la antigua ermita de La Magdalena.

Tras otro rato de bajada llego, tras trazar una curva a la izquierda y dejar un camino a la derecha, a una explanada con unas instalaciones ganaderas a la derecha. Hay un cruce señalizado, en la que una de las señales tiene los mismos carteles blancos que indican el camino por donde bajo hacia el Goikogane y La Magdalena. Pero hay otro cartelito de madera que señala "Basakoetxe" hacia mi izquierda. Este es el camino, un tanto complicado por varios cruces de pistas forestales, que llega hasta la desviación situada un poco más arriba de la ermita de San Sebastián y San Fabián de Basakoetxe, que antes he comentado.

Sigo el camino en la explanada un poco hacia la derecha para convertirse en una pista de gravilla. Estoy en el Camino Goizarri, barrio de Zabale, que tras pasar ante un caserío y una empresa maderera de palets, giro a la derecha para aterrizar en la carretera general, un centenar de metros antes de la plaza de Arrankudiaga, cerrando así la ruta y desde donde he salido hace unas tres horas y media. Fin de la ruta

En definitiva, se trata de una ruta circular muy montañera en la que coronamos tres cumbres con unas vistas maravillosas, subiendo por una zona y bajando por otra, completando un itinerario de casi 14,5 km, subiendo un desnivel positivo de 772 m. Una ruta mañanera en toda regla. Bien hay que decir que yo, como iba solo, apenas he parado, solamente para sacar las fotos de la ruta, beber y comer algo rápido y para coger unas senderuelas que he encontrado casualmente cerca del Mugarriluze y han servido para un pequeño revuelto como aperitivo antes de comer.

Receta: Limpiar con un trapito seco las senderuelas, quitándoles el tallo que suele ser un poco leñoso, y trocearlas. Picar un diente de ajo finito y un poco de perejil. En una sartén con un poco de aceite echar las senderuelas con el ajito picado. Salar al gusto y rehogar un rato a fuego medio dejando que se hagan y se ablanden, que no suele tardar mucho (entre cinco y diez minutos según la cantidad). Cuando veamos que están blanditas y han cambiado a un color mas rojizo subimos el fuego y echamos encima directamente los huevos (en número proporcional a la cantidad de setas que tengamos) y el perejil troceadito. Para un revuelto para una persona, con dos huevos hermosos vale. Revolvemos bien todo y cuando vemos que el huevo ya esta casi cuajado lo sacamos a un plato. Con el calor restante se terminan de cuajar los huevos. Ya lo tenemos. A comer.

Un saludo, amigas y amigos.