La Mira: subida por la Cuerda de la Lanchosa y bajada por Los Conventos

Ruta circular a la Mira partiendo del Km 6 de la carretera de la plataforma. El inicio coincide con la ruta al puerto del Peón, PR AV 18. Avanzamos por la pista unas decenas de metros y, tras un tramo en descenso, llegamos a una cancela verde que hay que abrir para pasar.
Abandonamos el PR balizado y nos desviamos a la derecha, a la dehesa de la Covacha, dejando a la derecha unos corrales. Nos orientamos hacia la izquierda, donde hay una pasarela de cemento para cruzar la Garganta de la Covacha. Seguimos de frente, donde se inicia una pista, que tomamos.
Nosotros abandonamos la pista enseguida, al llegar a la altura del arroyo, aunque se puede continuar por ella hasta la primera curva cerrada a la izquierda. Aquí se abandona la pista y se vadea el arroyo, continuando por una senda que parece una antigua regadera, justo en el borde inferior de la vegetación del cerro, rodeándolo hasta la vertiente contraria, por donde baja otro arroyo. Remontamos el prado por terreno incómodo, trampal encharcado a ratos. Hacia la mitad del prado, cruzamos el arroyo y por otra senda despiornada alcanzamos otro arroyo y ya vemos el Collado del Pinillo, donde tenemos que alcanzar la cuerda. Seguimos los hitos por la orilla izquierda, alcanzando el Collado a la hora y cuarto desde el inicio.
Las vistas se abren. Desde aquí remontamos la cuerda de la Lanchosa, hitada aunque sin pérdida posible y por terreno muy cómodo, hasta las Piedras del Beso y el collado de las Yeguas, que alcanzamos 25 minutos después.
Aquí llega la parte más complicada, porque los piornos se apoderan del paisaje. Sin embargo, no es tan difícil como podía parecer a primera vista, porque hay hitos y una senda despiornada que no se aprecia desde el collado. Hay que estar muy atentos a los hitos, eso sí, y en otros 25 minutos se supera el cerro, abriéndose ante nosotros los prados y lagunillas que culminan la garganta de los Conventos.
Desde aquí, en 50 minutos alcanzamos el torreón de La Mira, siguiendo el camino hacia el collado de la izquierda, que da paso a Los Pelaos y luego remontando la loma hasta el castillete, que no ves hasta que llegas.
Aquí hace aire, las nubes bajas entran por Los Galayos, y hay toda la gente que no hemos encontrado en el resto de la ruta, así que descendemos a Los Pelaos y luego a la izquierda, hacia un enorme vivac que preside los prados que culminan los Conventos, donde nos comemos el bocata.
Retomamos el camino, decidimos bajar por la garganta de los Conventos. Nos desviamos a la derecha siguiendo hitos que van bordeando el arroyo que baja a la Garganta, saltando de prado en prado por lagunillas llenas de ranas. Los hitos llevan a descender el circo que parece inexpugnable. Por la zona más encajonada hay hitos por varias zonas, depende de las sensaciones de cada uno tomar un camino u otro. Una vez sobrepasada la zona más cerrada de la garganta, seguimos descendiendo por la ladera izquierda, aunque por la otra, grandes lanchas de piedra, también hay hitos. El camino va algo alejado y a más altura que la garganta, que vamos oyendo en todo momento. Cuando alcanzamos un pradillo al nivel del agua, cruzamos el cauce, y seguimos la senda, ahora por la orilla derecha, que desciende por prados que se van sucediendo a cierta altura sobre el cauce.
Alcanzada la Garganta de la Covacha un poco antes de las dos horas desde que reanudamos la marcha y un trecho antes del refugio de pescadores, sólo queda tomar el PR AV 18 de nuevo hasta el punto de inicio, donde llegamos en otros 30 minutos.