Kukuzburu desde Galdakao

Hoy miércoles he quedado en recoger a Jesús Mari a las nueve (una hora mas tarde de lo que yo estoy acostumbrado) para ir hasta Galdakao y subir al Kukuzburu haciendo una ruta circular, que consiste a grandes rasgos en subir por el robledal de Pepeto y Landatxu hasta Elorritxueta (El Vivero), llegar hasta el Kukuzburu y, por la cresta bajar hasta la carretera del Vivero, para desviarnos hacia la fuente Uraburu y por Elexalde retornar a Galdakao. Amenazan lluvia pero nos hemos arriesgado.

Tras el intento fallido tras dar varias vueltas de aparcar por el centro de Galdakao, hemos conseguido dejar el coche frente al ambulatorio, y desde allí mismo comenzamos la ruta.

Al lado del parking del ambulatorio, a la izquierda, se ve un túnel bajo la autopista. Vamos por ahí. Nada más cruzar el túnel encontramos una bifurcación señalizada donde cogemos a la derecha, y tras subir un rato por carretera, justo al lado de una fuente ferruginosa, cogemos un desvío hacia la derecha por un sendero claro y bien pisado. Enseguida encontramos una bifurcación del camino y seguimos por la derecha, para en unos metros desviarnos a la izquierda. Empezamos a ver señales de pinturas rojas y azules del Grupo de Montaña Ganguren que indican la ruta.

No pasan mas que unos minutos cuando llegamos a un paraje precioso, una campa llana con unos estupendos ejemplares de robles. Parece ser que a este paraje lo llaman el robledal de "Pepeto". Vemos que el camino sigue hacia la derecha y a unos metros encontramos unas señales amarillas que indican nuestros objetivos: Elorritxueta y Kukuzburu. Seguimos por donde nos indican los carteles desviándonos por una senda a la derecha (aquí nos equivocamos y seguimos de frente por un camino que parecía evidente, pero rectificamos de inmediato).

Subimos durante un buen rato por senda muy clara, siempre dentro de un bosque mixto, hasta llegar a una pista que cruza perpendicular. Nosotros la cruzamos de frente para seguir bajo el arbolado por una senda similar a la que hemos subido. No transcurre mucho tiempo cuando llegamos a lo que parece ser una especie de humilde cima o similar, ya que esta señalizada por una especie estela o piedra vertical anclada en el suelo con una placa en la que reza "Landatxu", 250 m., y los colores azul y rojo típicos del Ganguren y, concretamente, de esta ruta.

Seguimos de frente dentro del pinar y a tan solo unos metros del Landatxu se bifurca el sendero, siguiendo por la derecha. Tras otro ratito de suave asensión, aterrizamos en una pista con piedrilla. Aquí también nos liamos un poco, ya que atravesamos de frente la pista y cogimos una senda que salía allí mismo, pero vimos una cruz pintada en un pino que nos decía claramente "por aquí no", por lo que desandamos los pocos metros equivocados para retornar a la pista y coger otra senda visible que salía a la derecha unos metros mas abajo. En nada desembocamos en otra pista de piedrilla (o la misma de antes que tras una vuelta, sigue por aquí), siguiendo por ella a la izquierda.

A un par de centenares de metros pasamos al lado de un poste de señales amarillas que nos indican de nuevo la ruta: Elorritxueta y Kukuzburu. Seguimos por la pista un rato y empezamos a bordear el campo de golf de Uraburu, encontrando nuevas señales. Nosotros seguimos hacia Elorritxueta, nuestro primer destino previo al Kukuzburu. La pista no tiene posibilidad de pérdida o extravío, aunque un poco mas arriba se bifurca, teniendo que seguir por el camino de la derecha (aquí no hay señales). No pasan mas de doscientos metros cuando desembocamos en la carretera del Vivero, yendo de frente unos metros hasta los frontones, donde salimos de la carretera y nos desviamos a la derecha.

A unos pocos metros, bajo el arbolado, encontramos el amplio camino de la cresta de toda esta pequeña cordillera que sigue hacia la derecha. Entramos en ella y seguimos adelante para en unos cientos de metros acceder a nuestra izquierda a dos antiguos puestos de cañones, una estructura defensiva que formaba parte del amplio Cinturón de Hierro (Burdin Hezia), recién construido en 1937 para reforzar la defensa de Bilbao ante la insurgencia franquista y, defendido por el recién creado "Euskal Gudarostea" o Ejército Vasco, además de un variopinto ejército republicano. Hoy en día no son mas que dos fosos circulares con sus muros pintarrajeados con todo tipo grafittis y con una boca cada uno de ellos para su comunicación bajo tierra. El buzón metálico del Kukuzburu (426 m) esta situado encima del muro del círculo de piedra situado más atrás. Hacemos la foto de rigor y seguimos nuestra marcha.

Retomamos el mismo camino que llevábamos y seguimos por él durante un buen rato en discreto descenso. Llega un momento que el camino se interna unos metros en el bosque de nuestra izquierda, para llegar al poco a una vallado de alambre que vemos a nuestra derecha. El camino sigue y desciende hacia la izquierda al lado del vallado hasta llegar a un cruce con una pista de piedrilla. El camino hacia Lezama sigue de frente, pero nosotros vamos hacia la derecha. A pocos metros la pista de gravilla se bifurca, debiendo seguir por el camino de la izquierda. Aquí tuvimos otro pequeño despiste al seguir de frente, para darnos cuenta a los pocos metros del error y deshacer el camino andado volviendo al cruce. En el cruce seguimos como digo por el camino de la izquierda y en unos centenares de metros accedemos por un tramo cementado a la carretera que baja hacia Lezama. Seguimos por ella hacia la derecha.

Ahora tenemos un tramo relativamente largo por la citada carretera hasta llegar a confluir en un amplio cruce con la carretera BI–3732 de El Vivero. Seguimos por ella hacia abajo unos cientos de metros hasta el siguiente cruce, para desviarnos allí mismo. ¡Ojo!, este es un punto crítico de la ruta y hay que estar muy atentos, ya que nosotros nos despistamos (tercera vez), no vimos las señales y seguimos unos metros por la carretera del golf, para retornar de inmediato al darnos cuenta del error.

En efecto, en el mismo cruce, de frente según bajamos, en el mismo comienzo de la carretera que sale hacia la derecha (Uraburu Bidea) y se dirige hacia el campo de Golf homónimo, hay un poste de señales de color amarillo que indica: "Uruburu iturria, 300 m" y "Kukuzburu, 426 m, 3,8 Km". Nuestra intención es bajar por la fuente Uraburu, que la tenemos cerquita, para después llegar hasta Galdakao por Elexalde.

Las señales indican que hay que seguir allí mismo por una senda que en su comienzo, muy vertical, obliga a saltar una especie de escalón, para seguir hacia abajo por la citada senda. Este camino ha sido abierto por los bicicleteros que practican descenso de velocidad, ya que encontraremos varios trampolines estratégicamente situados para hacer acrobacias. Ojo al andar por aquí, ya que si es fin de semana es posible que podamos encontrar a alguien bajando a toda velocidad. Hoy es miércoles y seguramente no habrá nadie bajando, excepto nosotros dos.

La senda, siempre en descenso entre los árboles del bosque, tiene a veces pequeños tramos muy verticales y difíciles de descender con terreno húmedo, como el de hoy, llegando en un rato a un camino perpendicular ancho por el que giramos a la derecha. En unos cientos de metros el camino se convierte en senda y se bifurca, bajando por ambos sitios hasta la cercana fuente ferruginosa de Uraburu, que da también nombre al campo de golf y que está situada un poco más abajo.

Cumplimentada la visita a la fuente, seguimos hacia abajo por el único camino posible, hasta llegar al poco a otro cruce señalizado, siguiendo la dirección de Elexalde hacia abajo. Ahora vamos por pista cementada, para desembocar mas abajo en la carretera que baja hasta el citado barrio, pasando al lado del campo de futbol.

Una vez en él me desvío unos metros para sacar una foto a la iglesia Andra Mari, del s. XIII y reconstruida en 1516, con una magnífica portada románica. Me trae extraordinarios recuerdos porque en ella contraje nupcias hace ya la friolera de 44 años. Por Elexalde Bidea bajamos hasta el núcleo urbano de Galdakao para, tras pasar por la trasera del Ayuntamiento y callejeando en dirección al ambulatorio llegamos al parking donde tenemos estacionado el coche. Fin de ruta.

Como resumen podemos decir que se trata de una ruta sencilla y corta, que no llega a los 11 km de longitud ni a los 400 m de desnivel positivo acumulado. Nosotros yendo tranquilos le hemos hecho en algo más de tres horas (3 h 6 min), aunque conociendo la ruta se puede hacer en bastante menos.