La Cadena y Los Machos desde Puente Cambril
near La Resinera, Andalucía (España)
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Itinerary description
Desde que leí la ruta compartida entre los grandes montañeros y wikilocos Manu Rinconero y Kminante del Sur, además del video de Jabalí Trepador, tenía entre ceja y ceja la peligrosa Cresta de la Cadena, por lo que Manu Rinconero y quien firma planeamos una ruta que me permitiera estudiar la afilada cresta sin correr excesivos riesgos, aunque no fueron nulos ni mucho menos. Preferí examinar así La Cadena con el objetivo de encararla en el futuro completamente por la arista, ya conocedor de primera mano de lo que me encontraría en la montaña, que ya se sabe que a veces los vídeos dan más sensación de peligro que lo que la realidad devuelve. No obstante, y aunque me estoy mentalizando desde ya para superarla en la próxima ocasión, he de decir que el reto me parece mayúsculo y peligroso. Esta ruta supera La Cadena evitando el tramo más afilado de la cresta, pero aun así ha de ser absolutamente descartada si se sospecha que la caliza no va a estar totalmente seca y/o el viento pasa de una simple brisa. El desnivel quedó en torno a los 1200 metros de desnivel, por lo que queda bastante corto el marcado en Wikiloc.
Parte 1: Desde Puente Cambril hasta Piedra Sillada
Partimos desde Puente Cambril, al que se accede tras varios kms de pista terriza en aceptable estado para turismos. Aquí se unen el Arroyo de la Venta, que nos alegrará los últimos km de la ruta, con el Río Cacín, el cual seguimos por el Barranco de la Madera. Pronto cambiamos al Barranco de Cambril, pero lo subimos por un sendero bastante cómodo, cerrado en algunos puntos pero sin llegar a ser molesto. Por esta zona ya descuella el Lucero al suroeste (a la derecha). Antes de llegar a un collado de montaña (sin nombre en el IGN, marcado como 1238), pasamos por una zona de arenales dolomíticos algo desgastada, donde hay que tener cuidado para no resbalarse y tener una caída desagradable. El collado al que antes he hecho referencia es un punto a tener en cuenta en esta primera parte, pues aparece por primera vez Sierra Nevada, lustrosa y argéntea en el día de hoy; y también empieza a ser protagonista el Cerro Cabañeros. Un cortafuegos de cómodo piso une este collado con el más famoso Collado de la Carne (quizá porque lo atraviesa la pista que viene de las Casetas de la Monticana). Seguimos dicha pista unos metros, pero nos desvíamos a la izquierda pronto en busca de la subida al Salto del Caballo, primero también por pista y finalmente por un cómodo sendero que se desdibuja conforme nos acercamos a la caseta.
Desde el Salto del Caballo hasta la base de la Piedra Sillada, las vistas son variadas y mayúsculas, destacando por la novedad La Cadena; aunque tampoco quedan atrás los tajos del propio Salto del Caballo. La subida a Piedra Sillada es sencilla si la piedra está seca y libre de hielo. La hicimos ligeros porque dejamos abajo la mochila, y disfrutamos de un rápido y eficaz ascenso perpendicular a la línea que une las dos cotas. Desde arriba preciosas vistas al Navachicha y Cabañeros. A lo lejos, omnipresente Sierra Nevada, pero ahora también se vislumbra Sierra de Lújar y otras cotas también nevadas (probablemente Sierra de Gador). Como novedad aparecen majestuosos los Tajos del Sol, del Buitre y del Almendrón, que se derraman verticalmente hasta el Río Chillar uniendo la línea entre el Navachicha y la Puerta; atrás el Pico Cielo cierra la circular que Manu y yo dejamos pendiente para venir aquí. Y, como no, ahora tenemos la nerviosa silueta de La Cadena en vertical, que nos desafía mientras terminamos de fotografiar en Piedra Sillada.
Parte 2: La Cadena
Bajamos Piedra Sillada y enfilamos camino hacia La Cadena. El cachondeo empieza pronto, pues nos aparecen unos riscos que desvanecen el poco sendero que traímos. Finalmente los superamos dejándolos a la izquierda y continuamos camino hacia la cresta. Cuando considero que la dificultad crece, marco el inicio de La Cadena con un waypoint. Y la dificultad crece porque el cresteo es aquí ya inevitable y de cierto riesgo, aunque asequible si se está acostumbrado a la caliza y a cierto patio. Vista en la piedra, ojo con los agarres (la caliza a veces se resquebraja) y listo. En esta zona hay clavada una cruz metálica, imaginamos que en honor a un montañero que no superó el reto con éxito. Poco después, nos encontramos con una zona afilada que decidimos superar por la derecha, gracias a una repisa expuesta por la que nos arrastramos medio sentados medio tumbados, sin demasiada sensación aérea, por lo que puede dar la impresión de que es menos peligrosa de lo que es. Después La Cadena se ensancha y busca con una dura subida la cota 1636. Arriba ya vimos que empezaba lo verdaderamente serio, por lo que sin dudar seguimos el plan previsto y nos bajamos a media ladera. No hay sendero fiable tampoco, pero la pendiente es asequible y superamos sin más contratiempos el tramo más peligroso de esta manera. Nos aupamos trepando al vértice unos metros después es este, aunque Manuel me avisó de que podíamos hacerlo por una canal que, en diagonal, subía tendente a la izquierda, justo antes de unos cortados impresionantes que preferí superar por abajo, por si acaso. Efectivamente, ya descansando en el vértice, vimos que la subida era perfectamente posible por donde señaló Manuel, ya que nos dejaba en un tramo de cresta asequible, unos 40-50 metros antes del vértice de La Cadena. Allí arriba, superado el que parecía el reto del día, repusimos fuerzas con preciosas panorámicas a toda la Almijara, escoltados por Sierra Nevada al este, la Sierra Tejeda y su Maroma al oeste, y por supuesto el Mediterráneo al sur. Hicimos planes para volver y superarla toda por arriba, aunque la adrenalina estaba a tope incluso con esta versión light de La Cadena. Dejamos el vértice buscando la pista que nos acercaba a la siguiente prueba del día.
Parte 3: Los Machos y el Barranco de las Cuevas hasta Puente Cambril
Como a Manuel le pareció poco, a los Machos que nos subimos. Este cerro bicéfalo puede ser menor en altura, pero no en diversión. La cima este es la más entretenida, pues requiere uso constante de las manos. Hay diversas opciones de subida, todas fáciles habiéndonos entrenado en La Cadena. Desde la cima este se llega sin demasiada dificultad a la oeste, más alta, aunque hay que crestear un poco, bajar a un collado y subir hasta la cumbre. Aquí es el Lucero absoluto protagonista, irguiéndose enorme ante nosotros. La bajada fue algo más trabajosa que la subida porque, además, la fatiga ya iba apareciendo. Unos hitos en la parte final nos guiaron y también nos ayudó que preferimos dejar la mochila abajo como ya hicimos en Piedra Sillada. De vuelta a la pista en el Collado del Chaparralejo, había dos opciones para volver al coche: dejarnos caer por la cómoda pista o tirar monte a través hasta enlazar con el complicado Barranco de las Cuevas. Quien haya llegado hasta aquí ya sabe la opción elegida, aunque es preferible seguir por la pista si se sospecha que hay agua en el barranco.
El medio km que separa el Collado del Chaparralejo con la Caseta de las Tejadillas (¿antigua infraestructura resinera?) fue el que se me hizó más largo y farragoso de toda la ruta, debido a guerra que nos dio la vegetación y el piso desigual entre la hojarasca podrida. En la caseta comenzamos a bajar por el Barranco de las Cuevas, y como en todo barranco lo que se pierde en comodidad se gana en diversión. Brincando de piedra en piedra lo fuimos superando sin más escollos que un par de saltos (teóricos) de agua en los que hay escapatoria a uno u otro lado, a veces valiéndonos de restos de tramos de mampostería del antiguo sendero que usaban los resineros. Se hizo eterno este tramo, pues llevámos ya diez horas en liza y los pies reventados. Besé la pista como hace el Papa cuando aterriza en un país, en ligero descenso además. Al poco se nos sumó el cantarín Arroyo de la Venta que nos alegró la última parte de la ruta. Visitamos más ruinas resineras, la Fuente del Agujerillo Caliente y una gran poza azulona antes de llegar a Puente Cambril, punto de inicio y final de esta inolvidable ruta por la vertiente granadina de la preciosa Sierra de Almijara. Antes de despedirme de Manuel nos retamos a volver a La Cadena y ojalá el destino cumpla. No quiero terminar sin agradecerle el acertado diseño de la ruta, su agradable compañía y la transmisión de un sinfín de conocimientos de estas sierras que ama profundamente.
Parte 1: Desde Puente Cambril hasta Piedra Sillada
Partimos desde Puente Cambril, al que se accede tras varios kms de pista terriza en aceptable estado para turismos. Aquí se unen el Arroyo de la Venta, que nos alegrará los últimos km de la ruta, con el Río Cacín, el cual seguimos por el Barranco de la Madera. Pronto cambiamos al Barranco de Cambril, pero lo subimos por un sendero bastante cómodo, cerrado en algunos puntos pero sin llegar a ser molesto. Por esta zona ya descuella el Lucero al suroeste (a la derecha). Antes de llegar a un collado de montaña (sin nombre en el IGN, marcado como 1238), pasamos por una zona de arenales dolomíticos algo desgastada, donde hay que tener cuidado para no resbalarse y tener una caída desagradable. El collado al que antes he hecho referencia es un punto a tener en cuenta en esta primera parte, pues aparece por primera vez Sierra Nevada, lustrosa y argéntea en el día de hoy; y también empieza a ser protagonista el Cerro Cabañeros. Un cortafuegos de cómodo piso une este collado con el más famoso Collado de la Carne (quizá porque lo atraviesa la pista que viene de las Casetas de la Monticana). Seguimos dicha pista unos metros, pero nos desvíamos a la izquierda pronto en busca de la subida al Salto del Caballo, primero también por pista y finalmente por un cómodo sendero que se desdibuja conforme nos acercamos a la caseta.
Desde el Salto del Caballo hasta la base de la Piedra Sillada, las vistas son variadas y mayúsculas, destacando por la novedad La Cadena; aunque tampoco quedan atrás los tajos del propio Salto del Caballo. La subida a Piedra Sillada es sencilla si la piedra está seca y libre de hielo. La hicimos ligeros porque dejamos abajo la mochila, y disfrutamos de un rápido y eficaz ascenso perpendicular a la línea que une las dos cotas. Desde arriba preciosas vistas al Navachicha y Cabañeros. A lo lejos, omnipresente Sierra Nevada, pero ahora también se vislumbra Sierra de Lújar y otras cotas también nevadas (probablemente Sierra de Gador). Como novedad aparecen majestuosos los Tajos del Sol, del Buitre y del Almendrón, que se derraman verticalmente hasta el Río Chillar uniendo la línea entre el Navachicha y la Puerta; atrás el Pico Cielo cierra la circular que Manu y yo dejamos pendiente para venir aquí. Y, como no, ahora tenemos la nerviosa silueta de La Cadena en vertical, que nos desafía mientras terminamos de fotografiar en Piedra Sillada.
Parte 2: La Cadena
Bajamos Piedra Sillada y enfilamos camino hacia La Cadena. El cachondeo empieza pronto, pues nos aparecen unos riscos que desvanecen el poco sendero que traímos. Finalmente los superamos dejándolos a la izquierda y continuamos camino hacia la cresta. Cuando considero que la dificultad crece, marco el inicio de La Cadena con un waypoint. Y la dificultad crece porque el cresteo es aquí ya inevitable y de cierto riesgo, aunque asequible si se está acostumbrado a la caliza y a cierto patio. Vista en la piedra, ojo con los agarres (la caliza a veces se resquebraja) y listo. En esta zona hay clavada una cruz metálica, imaginamos que en honor a un montañero que no superó el reto con éxito. Poco después, nos encontramos con una zona afilada que decidimos superar por la derecha, gracias a una repisa expuesta por la que nos arrastramos medio sentados medio tumbados, sin demasiada sensación aérea, por lo que puede dar la impresión de que es menos peligrosa de lo que es. Después La Cadena se ensancha y busca con una dura subida la cota 1636. Arriba ya vimos que empezaba lo verdaderamente serio, por lo que sin dudar seguimos el plan previsto y nos bajamos a media ladera. No hay sendero fiable tampoco, pero la pendiente es asequible y superamos sin más contratiempos el tramo más peligroso de esta manera. Nos aupamos trepando al vértice unos metros después es este, aunque Manuel me avisó de que podíamos hacerlo por una canal que, en diagonal, subía tendente a la izquierda, justo antes de unos cortados impresionantes que preferí superar por abajo, por si acaso. Efectivamente, ya descansando en el vértice, vimos que la subida era perfectamente posible por donde señaló Manuel, ya que nos dejaba en un tramo de cresta asequible, unos 40-50 metros antes del vértice de La Cadena. Allí arriba, superado el que parecía el reto del día, repusimos fuerzas con preciosas panorámicas a toda la Almijara, escoltados por Sierra Nevada al este, la Sierra Tejeda y su Maroma al oeste, y por supuesto el Mediterráneo al sur. Hicimos planes para volver y superarla toda por arriba, aunque la adrenalina estaba a tope incluso con esta versión light de La Cadena. Dejamos el vértice buscando la pista que nos acercaba a la siguiente prueba del día.
Parte 3: Los Machos y el Barranco de las Cuevas hasta Puente Cambril
Como a Manuel le pareció poco, a los Machos que nos subimos. Este cerro bicéfalo puede ser menor en altura, pero no en diversión. La cima este es la más entretenida, pues requiere uso constante de las manos. Hay diversas opciones de subida, todas fáciles habiéndonos entrenado en La Cadena. Desde la cima este se llega sin demasiada dificultad a la oeste, más alta, aunque hay que crestear un poco, bajar a un collado y subir hasta la cumbre. Aquí es el Lucero absoluto protagonista, irguiéndose enorme ante nosotros. La bajada fue algo más trabajosa que la subida porque, además, la fatiga ya iba apareciendo. Unos hitos en la parte final nos guiaron y también nos ayudó que preferimos dejar la mochila abajo como ya hicimos en Piedra Sillada. De vuelta a la pista en el Collado del Chaparralejo, había dos opciones para volver al coche: dejarnos caer por la cómoda pista o tirar monte a través hasta enlazar con el complicado Barranco de las Cuevas. Quien haya llegado hasta aquí ya sabe la opción elegida, aunque es preferible seguir por la pista si se sospecha que hay agua en el barranco.
El medio km que separa el Collado del Chaparralejo con la Caseta de las Tejadillas (¿antigua infraestructura resinera?) fue el que se me hizó más largo y farragoso de toda la ruta, debido a guerra que nos dio la vegetación y el piso desigual entre la hojarasca podrida. En la caseta comenzamos a bajar por el Barranco de las Cuevas, y como en todo barranco lo que se pierde en comodidad se gana en diversión. Brincando de piedra en piedra lo fuimos superando sin más escollos que un par de saltos (teóricos) de agua en los que hay escapatoria a uno u otro lado, a veces valiéndonos de restos de tramos de mampostería del antiguo sendero que usaban los resineros. Se hizo eterno este tramo, pues llevámos ya diez horas en liza y los pies reventados. Besé la pista como hace el Papa cuando aterriza en un país, en ligero descenso además. Al poco se nos sumó el cantarín Arroyo de la Venta que nos alegró la última parte de la ruta. Visitamos más ruinas resineras, la Fuente del Agujerillo Caliente y una gran poza azulona antes de llegar a Puente Cambril, punto de inicio y final de esta inolvidable ruta por la vertiente granadina de la preciosa Sierra de Almijara. Antes de despedirme de Manuel nos retamos a volver a La Cadena y ojalá el destino cumpla. No quiero terminar sin agradecerle el acertado diseño de la ruta, su agradable compañía y la transmisión de un sinfín de conocimientos de estas sierras que ama profundamente.
Waypoints
Comments (5)
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Gracias Rafalín VF por los comentarios positivos sobre mi persona. Para mí ha sido un placer hacer la ruta en tu compañía. Lo cierto es que en este recorrido has demostrado estar perfectamente capacitado para desafíos más fuertes de los que sospechabas. Te has desenvuelto perfectamente en los pasos expuestos, en trepadas y destrepes. Yo creo que tú mismo eres ahora más consciente de tus capacidades. Personalmente, he disfrutado enormemente de la ruta y de la compañía. Ahora, leyendo tu descripción, disfruto también de tu vena literaria. Espero que a pesar de la distancia encontremos ocasión de compartir alguna más en el futuro. Al fin y a la postre si hay algo que complazca más a un buen montañero que gozar de la montaña, es compartir el disfrute de su belleza.
Volveremos a encontrarnos, dalo por seguro. Enlazo por ahí tu ruta y el vídeo. Muchas gracias, Manuel.
Hace casi un año cruzamos la cadena 3 amigos por primera vez , siguiendo una ruta de Manu Rinconero . Nosotros hicimos la ruta partiendo desde el acebuchal . La cadena es un paso trepidante que intimada pero gracias al track realizado y detallado al milímetro por Manu fuimos capaces de cruzarla , sin su track hubiera sido imposible .
La próxima vez seguro que la cruzas !!!
Gracias, Aitor, por la valoración. Cumplimos el plan previsto, que era conocer el paso lateral y hacer la ruta completa, porque otros alicientes no le faltaban. Pero volveré a pasarla por arriba, si Manuel quiere acompañarme.
Buena ruta y mejor descripción enhorabuena a los dos.