La Chorranca y Majadas Aránguez y Hambrienta

Precioso paseo por la falda de Peñalara que parte desde el CENEAM. Por la parte trasera de este edificio seguimos por una pista que se adentra en la Mata de Navaquemadilla. Unos minutos después, al llegar a la altura del Arroyo de la Cueva del Monje la pista se bifurca tomando nosotros la que sale a la izquierda, poco marcada al principio.Al cabo de algo mas de un kilómetro llegamos a la Fuente de Marcos y unos metros mas arriba salimos a una pista asfaltada por la que seguimos a la derecha unos metros para salir a una explanada donde divisamos un cercado que es un vivero forestal. Unos metros mas allá esta la Cueva del Monje, un apilamiento de piedras que forman un abrigo natural con una curiosa leyenda: parece ser que en el pueblo vivía un tal Segura, vecino que, y aquí discrepan las leyendas, para conseguir la eterna juventud o la riqueza sin fin de la piedra filosofal, que vuelve oro todo lo que toca, declaró estar dispuesto a cualquier cosa. Como habría de esperarse, Belcebú se enteró de tan ambiciosos propósitos y, sin problemas, arrancó a aquel infeliz el pacto de sus anhelos a cambio de su alma. Y así fue en un principio. Pero Segura se arrepintió del contrato y, convertido en eremita, marchó al monte, al abrigo de unas piedras a penar sus culpas. Enterado, Satanás se presentó en la covacha a cobrar lo que era suyo, pero, en un arrebato místico, Segura logró el concurso de la mismísima Vírgen, quien sin problemas espantó al maligno, haciéndole perder la dentadura.
Todavía pueden verse sus terribles caninos, transformados en piedras que surgen de la pradera. Por su parte, ahora sí, el bueno de Segura se quedó vagando por estos andurriales eternamente arrepentido.
Volvemos sobre nuestros pasos y continuamos por la pista asfaltada para, pocos metros después, desviarnos por la izquierda por una pista poco marcada que nos lleva hasta el Arroyo de La Chorranca que deberemos vadear si el caudal nos lo permite ya que el sendero discurre por la orilla remontando el arroyo. A partir de aquí el sendero se va empinando paulatinamente y en unos minutos y casi sin darnos cuenta aparece ante nosotros la espectacular cascada de La Chorranca que se precipita por las peñas del mismo nombre. Después de un buen rato deleitándonos con la cascada seguimos por el sendero que se adentra entre las Peñas de la Chorranca para remontar la cascada y seguir arroyo arriba hasta llegar a una pista asfaltada. La cruzamos y cruzamos también el arroyo para seguir subiendo por la empinada ladera.A partir de aquí empieza a haber mucha nieve y ya no existe sendero alguno, avanzamos por intuición dado que conocemos la zona. Poco a poco vamos girando a nuestra derecha alejándonos del arroyo hasta llegar a una zona prácticamente llana. Caminamos ahora en dirección sur por una zona rebosante de agua. Tras cruzar el arroyo de las Almas del Diablo y el Arroyo de Peñalara llegamos a la Majada Aránguez donde encontramos el pequeño Chozo Aránguez. En su interior hacemos una parada para almorzar. Reanudamos la marcha y seguimos dirección suroeste para llegar a la Majada Hambrienta al cabo de un kilómetro. Aquí hay otro pequeño chozo pastoril. Pocos metros mas adelante salimos a una pista por la que continuaremos, ya en claro descenso hasta llegar a la pista asfaltada. Seguimos por ella, a la derecha, durante cuatrocientos metros aproximadamente para abandonarla por la parte izquierda y seguir por un camino que pasa junto a la Fuente de Abastos y a la Fuente del Ratón para desembocar en la pista pista por la que habíamos comenzado la marcha a primera hora y llegar al aparcamiento del CENEAM poniendo fin a una preciosa ruta. El desnivel acumulado es de 700 metros aproximadamente.