La Cimbarra - Cimbarrillo - Charco del Negrillo (Aldeaquemada - Sierra Morena)

Una ruta que me habían recomendado en diversas ocasiones, pero que hasta hoy no había podido organizar.

Hay que avisar que es preferible acometer la misma cuando haya llovido, pues el agua es el elemento fundamental de la misma.

Hemos dejado el coche en una zona de estacionamiento que hay justo en el punto donde se inicia el sendero de la Cimbarra.

Esta primera parte de la ruta no presenta especial dificultad y nos lleva a conocer la cascada más famosa, la Cimbarra.

El sendero está señalizado, la primera bifurcación que hemos encontrado hemos decidido seguir bajando y, tras pasar un antiguo molino, nos encontraremos varios puntos desde donde admirar esta impresionante caída del río Guarrizas. Primero desde un lateral, intentando llegar por una cornisa a la parte posterior de la cascada (si no te importa mojarte los pies se puede, si bien hay que tener cuidado con los resbalones) y tras verla de frente hemos bajado hasta el nivel del agua. Cada una de las perspectivas merece la pena.

Tras disfrutar esta primera vista ,hemos vuelto hasta la citada bifurcación, que nos lleva hasta el que he denominado mirador "oficial" donde hay una vista bastante completa del río y el salto de agua.

Después nos hemos acercado al mirador del desfiladero (a mí no me ha dicho mucho) si bien un poco más adelante hay unas vistas bastante interesantes de Sierra Morena.

Continuando el sendero, volvemos a la zona de estacionamiento y a la derecha sale un carril que nos llevará hasta el área recreativa del Arroyo de Martín Pérez o del Cimbarrillo.

Allí engancharemos el sendero que nos llevará, disfrutando del arrullo del agua, hasta la segunda de las cascadas que visitaremos, el Cimbarrillo. En un enclave magnífico, difícil de captar en una fotografía.

Seguimos el camino cruzando el arroyo y un poco más adelante llegaremos al Charco del Negrillo. Si, como hoy, hay mucha agua, llegar justo a la caída de agua, es la única parte complicada de la ruta, pues hay que llegar rodeando unas piedras que debemos subir y luego bajar, pero la zona merece el esfuerzo, pues parece que te trasladas a zonas del norte de España...

Ya sólo queda volver sobre nuestros pasos hasta los vehículos, con el buen sabor de boca que deja un gran día de senderismo.