La Cueta-Peña Chana- La Cueta

Esta ruta la hice junto a Pepe (Ventubala) el 14 de agosto. Aparcamos en la placita de la fuente, al otro lado del Arroyo Fasgares, y atravesando el pueblo nos dirigimos a la pista que va paralela al Sil. Atravesamos la verja y seguimos dirección al nacimiento del rio, dejando a la derecha la majada El Miro, cruzamos el puente de Bustusil y subimos hacia la majada del mismo nombre, sitio donde se acaba la pista y empieza un camino. Seguimos de frente hasta llegar al rio, que atravesamos.
Proseguimos todo el rato por senda al lado del Sil, bordeando por el lado izquierdo los Puertos de Calderones. Llegado un punto, dejamos la compañía del rio y nos dirigimos campo a través a un collado con vista a la zona de Corisco. Ahí giramos hacia la izquierda y comenzamos la subida a Peña Chana (2.105 m.), que alcanzamos sin excesivo esfuerzo.
Allí comprobamos el porqué del nombre ("chana" significa" llana"). Aunque de lejos se aprecia una montaña en pico, in situ nos encontramos con una amplia superficie, que aunque en declive, se puede transitar. Las vistas son preciosas se mire en la dirección que se mire, Picos Blancos y toda la cadena lindera con Asturias hacia el norte, Orniz y La Cervata hacia el este, y a tiro de piedra, el Montihuero y Las Verdes hacia el sur y la Peña Los Años y Punta la Sierra al oeste.
Tras vistas, fotos y pequeño avituallamiento, desandamos lo andado en dirección a la Collada de Corisco hasta llegar a la Fuente Corisco. Es sólo un caño, y en estas fechas con poco caudal, pero con un agua fresquísima.
A partir de aquí seguimos de frente en dirección norte a través de los Puertos de Calderones. Estaban impresionantes de vegetación muy colorida. Parecía casi primavera a pesar de estar a mediados de agosto.
Llegamos a un punto, con Picos Blancos de frente, en que teníamos que llegar al Sil para regresar a La Cueta. Si lo hubiéramos hecho tranquilamente tendríamos que haber ido hacia la derecha, con lo que alargaríamos la ruta unos 2 o 3 kilómetros con una bajada más progresiva. En lugar de eso decidimos bajar a las bravas de frente. Son unos ochocientos metros lineales (trescientos metros de desnivel cuesta abajo) muy divertidos, con algunos momentos algo complicados en los que tuvimos que usar las manos. Pero es lo que nos gusta, qué le vamos a hacer.
Ya abajo, atravesamos el rio en un punto muy próximo a la ida, y vuelta por el mismo camino.
Buena ruta, buen tiempo sin excesivo calor y excelente compañía. Muy recomendable porque a pesar del desnivel se sube de manera cómoda. Excelente dia de montaña.