La Gargantilla de Arroyo de Valdivielso; Fuente Las Calenturas; Cuevas de Los Moros. Desde Arroyo, Merindad de Valdivielso.

Ruta circular desde Iglesia de San Vicente Martir pasando por:
- Manantial y pozas de La Canaleja (2.0 km)
- Cuevas de los Moros (2.8 km)

Las "mal llamadas" Cuevas de los Moros (Arroyo de Valdivielso)
Ni son cuevas ni tampoco fueron refugio de moros.

Pocos pueblos se libran de tener alguna cueva u oquedad "dedicada" al moro. La mayoría de las veces responde a ese miedo atávico y ancestral generado durante la invasión musulmana que no responde a la realidad y menos aún en esta zona poco afectada por la invasión árabe.

Los moros solo vivían en cuevas cuando nos referimos a esa tradición tan extendida como seres mitológicos de cualidades positivas que aglutinaban grandes riquezas. En este caso podría tener cierto sentido puesto que normalmente se les vincula con zonas que poseen yacimientos de la edad del hierro o con castros antiguos romanizados.


Las mal llamadas Cuevas de los Moros representan 16 oquedades rectangulares excavadas en un enorme paredón rocoso calizo muy compacto que forma parte de las estribaciones de la Sierra de la Tesla entre Quecedo y Arroyo. En la base de este paredón central que llaman "Socastillo" se pueden apreciar restos de construcciones del supuesto poblado (que según Madoz se trataría nada menos que de la Ciudad de "Iberia"), ocupando incluso fincas de labor. Tejas, trozos de cerámica, sillares, ladrillos, mampuestas... abundan por doquier, incluso se han llegado a encontrar en esta parte baja: losas sepulcrales, y un hacha de cuarcita de 10 cm. de la época prehistórica.

Pero sin duda lo más interesante se halla en lo alto del farallón a mitad de camino entre la base y su cota máxima.

El acceso lo hice desde Quecedo en dirección a los Cárcavos, pero tomando un camino a la derecha que nos deja en una pequeña hoz vallada, para luego caminar paralelo a la base del farallón donde se encuentran las ruinas del poblado, hasta el final de dicho paredón. Luego hay que ir ascendiendo, a través de una senda muy poco definida, de acceso peligroso e incómodo en su parte final, que ladea por su cara sur, ganando poco a poco altura hasta las interesantes oquedades.
Los historiadores y expertos no se ponen de acuerdo debido a su singularidad. Para unos se trata de una necrópolis (desde paleocristiana hasta altomedieval). Lo "normal" entre las necrópolis altomedievales es el aprovechamiento de rocas areniscas superficiales de fácil talla como las rupestres que tanto abundan por el norte de Burgos, pero no en calizas duras y compactas y menos en forma rectangular a modo de nichos de tamaño desproporcionado y en paredes verticales. Un arqueólogo que se encuentra haciendo estudios en la zona considera incluso que se trataría de algún tipo de despensas, almacenes bodegas antiguas para víveres, pero considero que tampoco tiene demasiada utilidad por hallarse orientado al sur y sobre todo en un lugar tan incómodo y poco práctico.

Creo que en este caso, debido a la "situación y visión estratégica" que se tiene desde ese punto de todo el valle Valdivielso, la ubicación de una necrópolis carece de sentido. Por otra parte todo parece indicar que dichas oquedades tenían una proyección frontal constructiva de cerramientos a juzgar por las ranuras (soportes) talladas en la roca, tanto rectas, apuntadas y curvadas encima de los nichos, por decirlo de alguna manera, junto con mechinales y huecos-soportes para vigas de madera tanto en el paredón como en la base, donde se aprecian también trozos de tejas a lo largo de la extrecha y alargada plataforma. Podríamos estar hablando de construcciones-cabañas de tipo vigía con "literas" al fondo o incluso me atrevería a decir que de un "señor" CASTRO, pero esto es pura ficción personal llevada por pura lógica.

El lugar se encuentra catalogado como zona de reserva arqueológica de protección integral.


En resumen, para los que aún no lo conozcan, les animo encarecidamente a visitar este precioso paraje que me parece de gran interés. De paso podemos visitar también los espectaculares "Cárcavos" y covachones de Quecedo, pero de ello daré cuenta en otra ocasión, aunque para los aficionados senderistas son de sobra conocidos por encontrarse justo en el inicio del trayecto de la ruta que nos lleva al techo de la Tesla desde el Valle de Valdivielso.