LA GITANA - SAN JERÓNIMO - LOS NOGALES

A sabiendas que va a ser un día desapacible y lluvioso los intrépidos simpatizantes del BBVA nos hemos reunidos para hacer nuestro sendero mensual.
Salimos con cuatro gotas desde el Descansadero de la Gitana siguiendo la Vereda de Trassierra hasta la gasolinera o el Cruce.
Con lluvia, la vereda, se nos antoja mas empinada, mas verde, mas pedregosa... mas inóspita. Los BBVA, como siempre, protestando porque es mucha cuesta, porque tiene piedras, por cualquier cosa. Así son los bancarios, muy suyos. Con Andarines, los mismos, no protestan tanto.
Llegamos a la urbanización el Cruce y tras un leve respiro continuamos el ascenso al V.G. San Jerónimo (502 mts s.n.m). A la llegada otro leve respiro. Hoy no podemos recrearnos mucho porque se espera que arrecie la lluvia y es preferible que nos pille con la misión casi cumplida.
Comenzamos el descenso hacia el Monasterio de San Jerónimo de Valparaiso. Admirando su magnífica construcción y aprovechando el descaso nos comemos la fruta de mantenimiento.
Continuamos el descenso por el camino de ingreso al monasterio hasta llegar a la puerta principal del yacimiento de Medina Azahara incorporándonos a la fila de turistas que aguardan para entrar.
Hemos decidido no visitar hoy el acueducto de Valdepuentes por la complejidad de veredas en laderas embarradas y resbaladizas; y la lluvia fina que no da tregua.
Continuamos la bajada por el pasillo habilitado junto al recinto arqueológico y poco después enfilamos la carretera de bajada camino de la entrada al camino de servicio del Canal del guadalmellato.
Tomamos el canal y al poco rato tomamos a la izquierda buscando el puente árabe de los Nogales donde paramos en ratito. Todos decimos que qué joven está este puente para tener mas de mil años.
Nos queda por delante sobre un km para llegar a los coches; a nuestra izquierda a lo lejos vemos por la zona de Almodóvar grandes nubes negras enmarañadas. Agradecemos que la lluvia en sí no nos ha afectado mucho y la verdadera tormenta está llegando a paso ligero.
Continuamos hasta los coches a buen ritmo y con un agua caladera incesante que nos va a dejar el tiempo justito para ponernos a cubierto.
Llegamos a los coches ya con el agua arreciando. Misión cumplida por hoy.
Ahora nos pararemos a mojarnos por dentro que también tiene derecho regar un poco el cuerpo que nos soporta.
Hasta la próxima muchachos.