La Isleta del Moro. Playa del Arco. Los Escullos. Castillo de San Felipe. Punta del Esparto y Playa de Piedra Galera.

Una muy bonita caminata por la costa, comenzando en la Isleta del Moro y siguiendo hacia Los Escullos y la playa de Piedra Galera- Preciosas playas y una zona de dunas fósiles de extraordinaria belleza, aunque probablemente cierto peligro por la tendencia de algunos visitantes a subirse a puntos de riesgo de caída.
La Isleta del Moro Arráez, por decir su nombre completo, es una pedanía del municipio de Níjar en la que se ubica esta pequeña, pero muy bella población, casi a los pies de una antigua caldera volcánica aterrada en tiempos por los árabes hasta su cima (la caldera o Rellano de Majada Redonda, situada al oeste), y del Cerro de la Amatista, al norte, donde su ubica uno de los mejores miradores del Cabo de Gata. Un estrecho istmo separa la Playa de Peñón Blanco del Fondeadero de la Isleta; a su final se encuentra el Morrón de la Isleta y a continuación el observador inquieto podrá ver la pequeña isla que da nombre a la población.
La ruta a pie comienza en la calle Peñón Blanco, donde dejamos aparcado el coche, continuando hacia la calle Mohamet Arráez y la avenida Terrera de Mágina, donde encontraremos un bonito mirador. Seguimos luego hacia un bien marcado y amplio sendero que nos llevará hacia Cala Violeta y, a continuación a la Casa de Don Adelchi. Nada indica, al menos a nuestro conocimiento viniendo del norte, que esté prohibido pasar por aquí, aunque luego veremos un cartel de propiedad privada (razón por la que hemos hecho la vuelta por fuera de la casa).
Aquí mismo se encuentra la Playa del Arco, en la salida del Barranco de la Capitana, y al otro lado de la playa se encuentra la pequeña población de Los Escullos, con dos atracciones principales: el Castillo de San Felipe y las dunas fósiles, constituidas por granos de cuarzo, y las dunas de oolitos (formadas por carbonato cálcico que envuelve un núcleo de material variable dentro del agua litoral). Hay dunas fósiles en otras partes del Parque (Rodalquilar, Genoveses), pero sólo aquí se encuentran las dunas oolíticas, con sus extraordinarias formas creadas por la erosión.
Son muy bonitas, si, y también son muy atractivas para hacerse la foto estúpida del momento (hemos visto a muchas personas hacerlo), pero está prohibido subirse a ellas por su fragilidad que puede conducir tanto a su destrucción como a caídas que pueden incluso ser mortales. El peligro está adecuadamente avisado en carteles, pero la irresponsabilidad de algunos visitantes supera todo límite.
Poco más adelante se encuentra la Batería o Castillo de San Felipe, y a continuación el camino nos lleva, al lado de la costa, hacia el Embarcadero y la Punta del Esparto, cuyo nombre nos lleva a esa planta gramínea tan abundante en estas zonas del litoral que, una vez cocida y fermentada, tras completar un tratamiento adecuado, es utilizada en cestería, producción de papeles finos de impresión (incluyendo billetes de dinero), zapatería y otros muchos usos.
Algo más adelante llegaremos a la Playa de Piedra Galera y Cala Cortada, a los pies de Loma Pelada y del Cerro de los Frailes, y el lugar donde damos la vuelta para desandar el camino y volver a la Isleta, tras un muy bello y fácil recorrido donde hemos visto montones de sitios muy bellos para el baño.
Al llegar a la Isleta modificamos el recorrido para subir a la cima del Morrón y poder ver desde arriba la Isleta del Moro Arráez, para después volver al lugar donde dejamos el coche y termina la grabación. El siguiente paso es seguir hacia San José, donde disfrutaremos de otra excelente comida en el restaurante vecino al Club Náutico, en el Puerto Deportivo. ¡César siempre encuentra lugares recomendables y con precio aceptable!.