La Isleta, La Rellana, Peñones, Caldera Majada Redonda, La Isleta
near La Isleta del Moro, Andalucía (España)
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Itinerary description
Amanece en La Isleta una mañana desapacible, encapotada de gris y algo ventosa. Nos dirigimos hacia la Cala de los Toros donde muere el Barranco del Negro ofreciendo algunos pinos relictos próximos al rompeolas. Cala pequeña y pedregosa.
Proseguimos remontando el barranco hasta salir al pequeño aparcamiento a pie de carretera. Tras cruzarla se inicia la subida del Sendero Requena. Bonito barranco que serpentea acompañado por multitud de palmitos que jalonan la vereda. Casi al finalizar esta subida nos topamos con los ejemplares más importantes de pinos relictos. Ya en La Rellana apreciamos las edificaciones a medio construir y a un paso de su destrucción. Abandono. Sopla el viento enfriando la temperatura. Apenas paramos para dirigirnos -ahora por pista- en busca de la gran bola blanca situada junto al vértice geodésico que con sus 489 m es nuestra máxima altura en este día. No es otro que el Cerro Peñones. Arrecia el viento y el fresco se hace sentir. Parada de avituallamiento y foto de grupo.
Ahora vamos a enlazar dos senderos; el que venimos siguiendo y el de la Caldera de Majada Redonda. Este discurre solo por el fondo. Por ello ahora toca descender, campo a través, desde la cresta. La bajada no tiene peligro por carecer de pasos aéreos más, es harto entretenida al ir descendiendo por donde nuestro buen parecer y olfato nos van dictando.
Tras enlazar con el sendero recorremos prácticamente toda la caldera hasta toparnos con los restos de un vehículo que aún hoy no se sabe cómo pudo llegar allí. Todo son conjeturas.
El tiempo aprieta mientras el cielo se va abriendo al azul al mismo tiempo que va subiendo la temperatura encajonados en la rambla que nos traslada a Las Presillas Bajas. Seguimos por la carretera de acceso a esta población camino de nuestro punto de partida haciéndolo por carretera hasta pasado el desvío de Los Escullos. Retomamos un sendero para acercamos al agua y a la merecida comida. La tarde se ha abierto por completo.
Ruta moderada por la longitud del trazado.
Proseguimos remontando el barranco hasta salir al pequeño aparcamiento a pie de carretera. Tras cruzarla se inicia la subida del Sendero Requena. Bonito barranco que serpentea acompañado por multitud de palmitos que jalonan la vereda. Casi al finalizar esta subida nos topamos con los ejemplares más importantes de pinos relictos. Ya en La Rellana apreciamos las edificaciones a medio construir y a un paso de su destrucción. Abandono. Sopla el viento enfriando la temperatura. Apenas paramos para dirigirnos -ahora por pista- en busca de la gran bola blanca situada junto al vértice geodésico que con sus 489 m es nuestra máxima altura en este día. No es otro que el Cerro Peñones. Arrecia el viento y el fresco se hace sentir. Parada de avituallamiento y foto de grupo.
Ahora vamos a enlazar dos senderos; el que venimos siguiendo y el de la Caldera de Majada Redonda. Este discurre solo por el fondo. Por ello ahora toca descender, campo a través, desde la cresta. La bajada no tiene peligro por carecer de pasos aéreos más, es harto entretenida al ir descendiendo por donde nuestro buen parecer y olfato nos van dictando.
Tras enlazar con el sendero recorremos prácticamente toda la caldera hasta toparnos con los restos de un vehículo que aún hoy no se sabe cómo pudo llegar allí. Todo son conjeturas.
El tiempo aprieta mientras el cielo se va abriendo al azul al mismo tiempo que va subiendo la temperatura encajonados en la rambla que nos traslada a Las Presillas Bajas. Seguimos por la carretera de acceso a esta población camino de nuestro punto de partida haciéndolo por carretera hasta pasado el desvío de Los Escullos. Retomamos un sendero para acercamos al agua y a la merecida comida. La tarde se ha abierto por completo.
Ruta moderada por la longitud del trazado.
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