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LA JANDA - Benalup - Ruta histórica de los Sucesos de Casas Viejas en 1.933

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Trail stats

Distance
2.67 mi
Elevation gain
213 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
213 ft
Max elevation
436 ft
TrailRank 
48
Min elevation
209 ft
Trail type
Loop
Time
one hour 24 minutes
Coordinates
659
Uploaded
April 21, 2023
Recorded
April 2023
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near Benalup de Sidonia, Andalucía (España)

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Itinerary description

A veces me gusta husmear en la historia, y desde luego, este acontecimiento sí que fue trascendente y desgraciado.

Una manera de conocer Casas Viejas es a través de la Ruta de los sucesos que marcaron la historia de este municipio. Con este recorrido transitamos por las céntricas calles del pueblo para conocer algunos de los lugares que tuvieron relación o fueron protagonistas de los sucesos de enero de 1933.

El itinerario cuenta con 12 paradas y finaliza en el sitio que ocupaba la antigua choza donde las llamas acabaron con la vida de la familia Seisdedos, lugar donde posteriormente tuvieron lugar los fusilamientos y que en la actualidad se encuentra el Espacio Conmemorativo Casas Viejas 1933.

A través de esta ruta, que comienza en la entrada del pueblo, recorreremos lugares como: el cementerio viejo, la plaza de abastos, el sindicato de los invencibles, la calle San Juan, la Alameda, la casa de los Espina, el cuartel de la Guardia Civil, la calle San Elías, la iglesia, la pensión San Rafael, la calle Alta y Torreta y la calle Nueva.

Los sucesos de Casas Viejas, también denominados masacre de Casas Viejas consistieron en un intento de levantamiento campesino contra el Cuartel de la Guardia Civil, que tuvieron lugar entre el 10 y el 12 de enero de 1933, y constituyen uno de los hechos más trágicos de la Segunda República Española. Abrió una enorme crisis política en el primer bienio de la República y fue el inicio de la pérdida de apoyos políticos y sociales que conduciría meses después a la caída del gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña y al triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933.

Si se contabilizan los heridos fallecidos posteriormente, resultaron muertos veintiocho campesinos, dos guardias civiles y uno de asalto. Según el historiador Ricardo Robledo, «hay muchas facetas en la tragedia de Casas Viejas» pero «aquellos sucesos significaron también la cristalización del desencuentro entre el campesinado más pobre y los ideales de la República con su promesa de reforma agraria y de mejora de las condiciones de trabajo».

(En los waypoints hay información de cada parada)

SUCESOS:
La insurrección de Casas Viejas se encuadra en el contexto socio-político del campo andaluz del primer tercio del siglo XX, dominado por estructuras agrarias latifundistas que provocaban la exclusión social y económica de muchos jornaleros sometidos a unas condiciones de vida miserables. En este marco de injusticia y bipolarización social se produjo el acercamiento y la identificación de amplios sectores jornaleros a los ideales anarquistas de justicia social y reparto equitativo. Para la narración de los Sucesos se ha seguido la obra de Jerome R. Mintz «Los anarquistas de Casas Viejas».

La CNT había fijado una insurrección a nivel nacional para el día 8 de enero de 1933. Cuando comenzó la sublevación en Barcelona la descoordinación en la comunicación del inicio del levantamiento provocó que las noticias sobre lo que estaba sucediendo no fueran claras. Cuando comenzó la revuelta en Casas Viejas ya había fracasado en el resto del país, pero los dirigentes locales del movimiento no creyeron las confusas noticias.

El día 10 de enero por la noche los campesinos aislaron el pueblo cortando los cables telefónicos y cavando fosas en las entradas para impedir el tránsito de vehículos. Instalaron controles en los cruces y caminos de Casas Viejas y un grupo fue a rodear el cuartel de la Guardia Civil. En el edificio del sindicato ondeaba la bandera roja y negra. Para los sublevados había llegado el momento de la revolución.

En la mañana del día siguiente María Silva, La Libertaria, su amiga Manuela Lago y Gallinito, militantes anarquistas, desfilaron por el pueblo con la bandera rojinegra. Los amotinados asaltaron el depósito de los recibos de los arbitrios, a falta de algún otro edificio oficial de mayor relevancia en el pueblo, y quemaron los documentos. Los campesinos visitaron al alcalde y este, vista la situación, transmitió el mensaje de permanecer dentro de los cuarteles. Los guardias civiles al comprobar que estaban aislados telefónicamente salieron del edificio a hacer una ronda de reconocimiento para evaluar la situación. Los campesinos dispararon, los guardias volvieron al cuartel pero estaban gravemente heridos. El sargento murió al día siguiente y el guardia García Chueca varios días después.

Desde ese momento, las acciones de los anarquistas empezaron a descomponerse. A media mañana se pudo restablecer la comunicación telefónica y se solicitaron refuerzos policiales para Casas Viejas. Varios campesinos fueron detenidos. El pueblo estaba en calma y hacia las dos de la tarde llegó una patrulla de la Guardia Civil. Muchos de los campesinos huyeron del pueblo. Otros volvieron a sus chozas. Había dos guardias heridos de muerte, la situación era grave. No hubo más incidentes la patrulla tenía totalmente dominado el pueblo.

A las cinco de la tarde llegó a Casas Viejas otra patrulla de doce Guardias de Asalto y cuatro Guardias Civiles al mando del teniente Gregorio Fernández Artal. Encontraron la situación en calma. Detuvieron a Manuel Quijada, que estaba en su casa, y a su cuñado por su participación en el asalto al cuartel. Ambos fueron golpeados duramente para que delataran a todos los participantes en esa fatal acción. Los guardias consiguieron averiguar que había varios miembros de la familia Seisdedos implicados.

Cuando el teniente Artal y su patrulla llegaron a la choza de los Seisdedos en su interior se habían refugiado Perico y Paco Cruz, y también Jerónimo Silva, que habían participado en el asedio al cuartel, así como María Silva, La Libertaria, y su amiga Manuela Lago. Allí se encontraban igualmente el anciano Curro Cruz, más conocido como Seisdedos, dueño de la choza, su nuera Pepa Franco y los dos hijos de ésta Francisco y Manolo. El Guardia de Asalto Martín Díaz que logró entrar en la choza forzando la puerta, recibió una descarga de escopeta y cayó muerto en la entrada. El teniente pidió que salieran los de dentro con las manos en alto, los refugiados no se entregaron. Otro guardia fue herido y aislado de sus compañeros que no lo podían auxiliar. Los de la choza no tenían escapatoria pero desde la calle era difícil disparar con eficacia al interior por el desnivel existente entre la calle y la choza. El padre de Manuela Lago al darse cuenta de la situación protegió la choza desde una posición estratégica en el exterior durante las primeras horas de la noche. El teniente, convencido de no poder organizar un asalto victorioso, forzó a uno de sus detenidos, Manuel Quijada, a entrar en la choza para coaccionar a los rebeldes y obtener así información del interior. Cuando entró Manuel los campesinos supieron que la revuelta había fracasado y comprendieron que sus vidas corrían serio peligro. Los campesinos no pensaban rendirse y Artal solicitó refuerzos que llegaron a las diez de la noche. Tras sucesivos ataques infructuosos de un fuego intensificado se decidió posponer el asalto hasta la mañana.

Sin embargo, pasada la medianoche llegó a Casas Viejas una compañía de noventa hombres de la Guardia de Asalto dirigida por el capitán Rojas, que había estado todo el día patrullando en Jerez adonde a su vez había llegado después de viajar en tren toda la noche anterior desde Madrid. Las órdenes que tenía eran acabar rápidamente con el alzamiento de Casas Viejas, por tanto, se reinició el fuego, ahora sí con rifles y ametralladoras. El anciano Seisdedos y su hijo Perico murieron por las balas, pero los supervivientes no se rindieron. El capitán Rojas ordenó entonces incendiar la choza. María La Libertaria y Manolo, el pequeño nieto de Seisdedos, lograron escapar de las llamas y huir. Manuela Lago y Francisco García Franco también lo intentaron, pero no tuvieron suerte y murieron acribillados frente a la choza. Los demás perecieron todos.

Tras la quema de la choza hacia las cuatro de la madrugada, Rojas y sus hombres se retiraron a la fonda donde habían instalado el cuartel general. Allí fue tomando cuerpo la idea de realizar un escarmiento. Rojas ordenó a tres patrullas que detuvieran a los militantes más destacados, instruyéndolas para que dispararan ante cualquier mínima resistencia. Mataron al anciano Antonio Barberán Castellar de setenta y cuatro años cuando volvió a cerrar su puerta tras la llamada de los guardias. Aconsejados por guardias locales las patrullas detuvieron a todos los hombres que encontraron en sus casas con sus familias, en total a doce personas. Ninguno de ellos, excepto Fernando Lago –padre de Manuela Lago acribillada en la puerta de la choza– había participado en el levantamiento, aunque los guardias ignoraban su participación. Los restantes eran completamente inocentes. Los condujeron hasta la choza de Seisdedos y allí fueron fusilados.

De otras actuaciones de las tropas, según las últimas investigaciones y aclaraciones de lo sucedido, resultaron muertas dos personas más: Rafael Mateos Vela, por bala, y Joaquina Fernández, que recibió una brutal paliza de la que se derivó su muerte. En total veintiséis personas muertas o veintiocho si se consideran otras dos aquejadas de infarto a consecuencia de la tragedia que vivieron esos días, Vicenta Pérez Monroy, madre de los Pavones, que sí habían participado. Fueron encarcelados y a los pocos días su madre murió de infarto; el otro era Manuel Cruz Montiano, abuelo de algunos fusilados, también de infarto.

Se creó una Comisión de investigación para concretar las responsabilidades políticas y militares, por la que pasaron desde el presidente del Gobierno, Manuel Azaña, hasta el capitán Rojas, el Director General de Seguridad y otros mandos. Azaña lo negó todo y atacó a las organizaciones anarquistas, amparándose en la defensa y seguridad del Estado. A pesar de sus negaciones pasó a ser «el asesino de Casas Viejas», pues se conoció la orden que dio de «no quiero ni heridos ni prisioneros. Los tiros, a la barriga». Durante el juicio el capitán Rojas fue declarado culpable y condenado a 59 años de cárcel, cumpliendo un máximo de 21 años, pues ese era el límite legal. No obstante, a finales de 1934, el Tribunal Supremo anuló la sentencia al aceptar el recurso del abogado Pardo por quebrantamiento de forma. Con un Ejecutivo en crisis, Manuel Azaña se vio obligado a dimitir de su cargo en septiembre de aquel mismo año.

Durante varias décadas, fue un hecho histórico poco conocido. Se ocultó por un tiempo cayendo en el olvido, y se convirtió en un tabú por omisión. Este silencio no sólo fue impuesto por las instituciones sino que además el propio pueblo enmudeció debido al miedo de una población rural impactada por un acontecimiento trágico de carácter político. A partir del restablecimiento de la democracia se ha ido aumentando el conocimiento de lo sucedido gracias a la publicación de diversos libros e investigaciones, a la celebración de diversos actos conmemorativos, a la recuperación del topónimo Casas Viejas en la denominación oficial del término municipal y a la creación de la Fundación Casas Viejas para recordar la trascendencia que los sucesos han tenido para la historia de la localidad y su influencia en la memoria colectiva de sus habitantes.

Otras rutas por Benalup:

Fuentes de Benalup – Torre de la Morita
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-janda-fuentes-de-benalup-torre-de-la-morita-91106349

Corredor Verde Dos Bahías -Tramo II –Embalse Celemín–Padrón Fuente del Alamillo-Benalup
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corredor-verde-dos-bahias-tramo-ii-embalse-celemin-padron-fuente-del-alamillo-benalup-45345634

Benalup - Torre de la Morita – C.I. Cádiz Prehistórico
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-janda-benalup-torre-de-la-morita-c-i-cadiz-prehistorico-39710413

Corredor Verde Dos Bahías - Tamo II - Venta Cabrala-Padrón Fuente Alamillo
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/corredor-verde-dos-bahias-tamo-ii-venta-cabrala-padron-fuente-alamillo-46426346

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 375 ft

Aparcamiento en el Padrón Fuente del Alamillo

PictographMuseum Altitude 371 ft
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Cádiz Prehistórico

El Centro de Interpretación “Cádiz Prehistórico”, en Benalup – Casas Viejas, pretende acercar al visitante a la realidad de la Prehistoria gaditana. El público tendrá la posibilidad de conocer estos apasionantes momentos culturales. Es la Arqueología, junto con un sinfín de ciencias, la que está permitiendo descubrir y comprender las características que definieron los distintos períodos que conforman la Prehistoria en la provincia de Cádiz. Benalup-Casas Viejas, antigua Benalup de Sidonia, es el lugar elegido para dar la bienvenida a la Prehistoria en Cádiz, ya que es un paraje sin igual dentro del contexto de la prehistoria gaditana. Es aquí donde a principios del siglo XX, 1913 para ser exactos, cuando se descubrieron las pinturas rupestres de la Cueva del Tajo de las Figuras, próximas a la Laguna de la Janda. Y es desde ese momento cuando la provincia gaditana adquiere un gran protagonismo científico, siendo estudiada por prestigiosos prehistoriadores nacionales e internacionales (J. Cabré, E. Hernández Pacheco, H. Breuil, H. Obermaier,...). En la actualidad, esta labor científica es seguida por diversas instituciones y profesionales en la materia. El Centro de Interpretación se ubica en un edificio de nueva planta. Este hace uso de nuevos elementos arquitectónicos que se entremezclan con el paisaje de la zona.

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Ayuntamiento

Es una de las puertas de entrada al parque natural de los Alcornocales y puente entre la Sierra de Cádiz y las Marismas de Barbate. Habitada desde la Prehistoria, como lo demuestran las manifestaciones pictóricas y las tumbas antropomorfas excavadas en las rocas del Peñón del Tajo de las Figuras (la mejor colección de pintura esquemática del Occidente prehistórico) y las Cuevas del Arco y Cimera, de la etapa musulmana conserva la Torre de la Morita. Entre sus monumentos destaca la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Pero, sin duda, el episodio que hizo tristemente famosa a esta localidad fue lo que se ha conocido como los Sucesos de Casas Viejas, la insurrección anarquista de 1933. El levantamiento libertario fue sofocado por las fuerzas policiales y se saldó con 22 civiles muertos. Benalup se convertiría en símbolo de las libertades anarquistas y un emblema para el movimiento campesino. El entorno natural ofrece las más variadas alternativas de ocio. el Mirador del Parque, conocido como el Tajo de la Sima, es un perfecto punto de observación de las aves migratorias. En el entorno del embalse de Celemín se puede disfrutar de actividades de la multiaventura en parques como Wakana Lake, hacer senderismo, jugar al golf en FairPlay Golf & SPA Resort recolectar frutos del campo como madroños o espárragos. De interés resulta caminar por el lecho del río o en bicicleta hasta la desecada Laguna de la Janda, zona de paso de aves migratorias. El municipio benalupense posee varios centros para conocer la historia del lugar, bien de la Prehistoria, los tristes sucesos acaecidos en el año 1933 o el patrimonio de la localidad, independiente de Medina Sidonia desde 1991.

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Panel

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Parada 1: Perspectivas Generales

Frente al Cuartel de la Guardi Civil

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Parada 2: Entrada del pueblo

Parada 2: Entrada del pueblo. Hay muchas facetas en la tragedia de Casas Viejas pero aquellos sucesos significaron también la cristalización del desencuentro entre el campesinado más pobre y los ideales de la República con su promesa de reforma agraria y de mejora de las condiciones de trabajo.

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Parada 12: El antiguo cementerio

Parada 12: El antiguo cementerio. Llamado así por la instalación actual de un parque urbano en el lugar del antiguo Campo Santo. Las autopsias se realizaron en ese antiguo cementerio. Existe una dramática iconografía sobre ello ya que los cadáveres quedaron varios días en completa intemperie. Actualmente, el parque se distribuye en dos terrazas que se adecuan a la orografía del lugar, quedando una en el nivel inferior y otra en el superior, ambas enmarcadas en un gran espacio rectangular, y comunicadas entre sí por una escalinata central, que salva el poco nivel que las separa. El tratamiento de los cadáveres producidos por los Sucesos refleja la forma en que se han tratado éstos y su evolución en el tiempo. Los calcinados se llevan a la fosa común diez días después de los hechos y no aparecen en el archivo parroquial hasta 1945, en el que el cura de entonces, Padre Muriel, posiblemente, al hilo de un trámite administrativo se percata de que no están registrados y los anota en otra hoja. Durante toda la dictadura los restos de los muertos descansaron en una fosa común, en la zona no consagrada. En el año 78, se trasladaron los restos del viejo al nuevo cementerio, en el cual las incipientes ejecutivas de UCD y PSOE libraron fondos propios para pagar un nicho en el nuevo cementerio. Luego en 1993, ya con Ayuntamiento propio, se inaugura una lápida para las víctimas de los Sucesos de Casas Viejas. En la actualidad, todos los actos institucionales que se programan en torno a los Sucesos incluyen una ofrenda floral en el cementerio.

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Photo ofPlaza de Abastos y Oficina de Turismo Photo ofPlaza de Abastos y Oficina de Turismo

Plaza de Abastos y Oficina de Turismo

Entramos en la oficina de turismo y tuvimos una atención excepcional donde nos facilitaron todo tipo de información.

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Photo ofParada 3: la Plaza de Abastos Photo ofParada 3: la Plaza de Abastos

Parada 3: la Plaza de Abastos

Parada 3: la Plaza de Abastos. La plaza del antiguo Ayuntamiento era en sus orígenes el segundo centro en importancia del pueblo. En la Alameda estaba la iglesia, el cuartel y las casas de la élite social del pueblo. Esta plaza funcionaba como una especie de centro administrativo, donde se ubicaba la oficina de arbitrios y la escuela nacional de D. Manuel Sánchez. En el extremo sur occidental el sindicato y debajo la tienda de Cristóbal Torres. La parada se encuentra junto a la Fuente del Pijo.

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Photo ofParada 4: El sindicato de los Invencibles Photo ofParada 4: El sindicato de los Invencibles Photo ofParada 4: El sindicato de los Invencibles

Parada 4: El sindicato de los Invencibles

Parada 4: El sindicato de los Invencibles. Antes de la proclamación de la República, las reuniones de los obreros eran clandestinas, hasta que poco a poco fueron haciéndose públicas y, por fin, en 1932, se fundó el sindicato. Aunque la mayoría eran campesinos también había trabajadores no agrícolas. El local del sindicato estaba en el centro del pueblo, cerca del mercado, de la iglesia y de la plaza. Su mobiliario y su decoración eran austeros, pero contaban con algunos ejemplares de las obras de diversos pensadores anarquistas. Allí se celebraban las reuniones, asambleas y mítines. También era un lugar donde se enseñaba a leer y escribir. En la noche del 10 de enero, en este local se decidió la insurrección. El día 10 de enero por la noche los campesinos aislaron el pueblo cortando los cables telefónicos y cavando fosas en las entradas para impedir el tránsito de vehículos. Instalaron controles en los cruces y caminos de Casas Viejas y un grupo fue a rodear el cuartel de la Guardia Civil. En el edificio del sindicato ondeaba la bandera roja y negra. Para los sublevados había llegado el momento de la revolución. En la mañana siguiente María Silva, La Libertaria, su amiga, Manuela Lago y Gallinito, militantes anarquistas, desfilaron por el pueblo con la bandera rojinegra. Los amotinados asaltaron el depósito de los recibos de los arbitrios (impuestos), a falta de algún otro edificio oficial de mayor relevancia en el pueblo, y quemaron los documentos. Los campesinos visitaron al alcalde y éste, vista la situación, transmitió el mensaje de permanecer dentro de los cuarteles. Los campesinos dispararon, los guardias volvieron al cuartel pero estaban gravemente heridos. El sargento murió al día siguiente y el guardia García Chueca varios días después.

PictographWaypoint Altitude 262 ft
Photo ofParada 5: La calle San Juan Photo ofParada 5: La calle San Juan Photo ofParada 5: La calle San Juan

Parada 5: La calle San Juan

Parada 5: La calle San Juan. La calle San Juan ha sido la red viaria con más importancia en la historia de este pueblo. Además de núcleo comercial y residencial, constituía el nexo viario entre los dos centros; la Alameda, como eje religioso, residencial, militar… y la plaza del antiguo Ayuntamiento, centro comercial y administrativo. La calle se rotula en 1898 y recibe ese nombre siguiendo la tradición de las calles más importantes del ducado de Medina Sidonia que reciben este nombre, ya que este santo es el patrón del linaje. Durante mucho tiempo la calle San Juan fue la gran vía de Casas Viejas, en ella estaba el sindicato, por ella bajaron los libertarios para llegar a la Alameda y proponer un ultimátum a los guardias civiles que se encontraban en el cuartel en una de las esquinas de la plaza, por ella llegaron los refuerzos, guardias civiles a mediodía del 11 de enero y luego los guardias de asalto. La calle San Juan desemboca en la Alameda, el lugar central del pueblo. Aparece en el siglo XIX a semejanza de la de igual nombre en Medina. Como plaza principal del pueblo acogía algunas instituciones representativas del poder como el cuartel de la guardia civil, la iglesia, casas de familias relevantes y algunos negocios. Falta el Ayuntamiento, por entonces objetivo inalcanzable para este pueblo.

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Photo ofParada 8: Pensión de San Rafael Photo ofParada 8: Pensión de San Rafael

Parada 8: Pensión de San Rafael

Parada 8: Pensión de San Rafael. La pensión San Rafael era más conocida como tienda de bebidas de Montiano en la época de los Sucesos. El local fue construido hacia 1876 como posada, luego se convertiría también en bar y como bar lo conocemos en la actualidad. Por su situación en un lugar tan céntrico, siempre contó con una intensa actividad en la vida social y ha sido testigo del acontecer histórico del pueblo. Así, jugaría un papel importante en los Sucesos, en la madrugada del 11 de enero desde esa esquina se hicieron disparos contra el cuartel, allí estuvo escondido el cura Andrés Vera, y el capitán Rojas lo convirtió en su cuartel general. Seguramente, en la tienda de Montiano se decide la “razzia”. Poco se sabe de esas horas de la madrugada, desde que se quema la choza de Seisdedos hasta las 7 de la mañana en el que los guardias de asalto inician la razzia. Los posibles testigos no lo contaron, por ejemplo Manuel Montiano, que regentaba el bar y la pensión, y que no había tenido ni la más remota participación en los hechos, fue encarcelado por lo que había visto y oído desde detrás de la barra; el objetivo era meter miedo y que nada se supiera. Eduardo de Guzmán y Ramón J. Sender pasaron la noche en esta posada cuando estuvieron en Casas Viejas como reporteros de los periódicos de Madrid, La Tierra y La Libertad; y a punto estuvieron de ser linchados por un nutrido grupo de representantes de los señoritos del pueblo. Se seguía intentando que nada se supiera. Hoy es conocido como Café Pub Tato. La fonda fue testigo de los Sucesos. La Guardia de Asalto de la República montó aquí su cuartel general para sofocar la insurrección. Continuamente los guardias iban y venían de la fonda a la choza. Se convirtió en un lugar decisivo. Tras la quema de la choza los guardias volvieron a la fonda y allí llegaron los caciques del pueblo para convencer al capitán Rojas de que diera un escarmiento. Aquí se decidió la razia del pueblo y aquí se hospedaron en los días posteriores los reporteros que, como Eduardo Guzmán o Ramón J. Sender, fueron a narrar las noticias sobre lo acontecido.1 Sus cuadras, en la parte trasera, sirvieron de escondite para algunos campesinos en los días siguientes.

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Photo ofIglesia Nª Sª del Socorro - La Alameda

Iglesia Nª Sª del Socorro - La Alameda

Seguimos por la calle San Juan y llegamos a la Plaza de Nuestra Señora del Socorro, o como se conoce popularmente, “La Alameda”. Esta plaza alberga la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro, monumento que da nombre a dicho lugar. En el lugar donde está construida la actual iglesia había sido fundada una ermita hacia 1555. En 1915 se derriba la antigua ermita y con la venta de estos materiales y las aportaciones de los vecinos se empieza a construir la actual iglesia. El 20 de febrero de 1930 finaliza su construcción. El 28 de septiembre de 1944 aparece el decreto de creación de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro. Es una iglesia de estilo ecléctico (la iglesia construida en los astilleros de Puerto Real en 1880 sirvió de modelo). Se trata de un edificio en el que se mezclan diversos estilos artísticos; tiene un aire medieval, románico y mudéjar, con arcos peraltados y ladrillos. Las columnas jónicas de la fachada nos recuerdan los estilos griegos y romanos. Y su interior se asemeja a las iglesias del Císter o a las basílicas protestantes. El campanario se restauró en 1936 tras la caída del original debido al viento de levante. El interior es de una sola nave con el techo a dos aguas y llamativas vidrieras en los laterales; por otra parte, destaca la cabecera de la iglesia, de forma semicircular que ha sido unido al resto mediante un arco de ingreso. Un dato muy llamativo de la iglesia Nuestra Señora del Socorro en Benalup Casas Viejas son las inscripciones que aparecen en la base de las columnas de la entrada, donde aparecen los nombres de muchas de las personas que contribuyeron a pagar la construcción, de esta singular iglesia de Benalup Casas Viejas en Cádiz en Andalucía.

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Photo ofParada 6: La casa de los Espina Photo ofParada 6: La casa de los Espina Photo ofParada 6: La casa de los Espina

Parada 6: La casa de los Espina

Parada 6: La casa de los Espina. El solar que va desde la derecha de la actual calle San Francisco hasta la derecha de la calle San Elías y que por el sur llegan hasta la calle Clavel era de Francisco Vela López, el primer gran propietario del siglo XIX de Casas Viejas. La parcela que daba directamente a la Alameda se utilizará como cárcel o depósito municipal. Con ese uso continuó desde 1877 hasta 1929 pasando en herencia a Francisco García Vela y al médico José Espina Calatriú. En 1929 el matrimonio Espina García comienza a construirse una casa en esos solares, pero en tiempos del bienio progresista, le detienen la construcción alegando falta de permisos. Ese estado es el que presenta en la fotografía. Desde los muros a medio construir es desde donde disparan algunos campesinos al cuartel la madrugada del 11 de enero del 33, como señala un sargento de la Guardia Civil al fotógrafo Campúa, en la foto del 14 de enero de 1933. El empedrado de la calle san Francisco nos indica que estamos en la calle de los propietarios, el tándem Vela-Espina, en una de las zonas nobles del pueblo.

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Photo ofParada 7: el cuartel de la Guardia Civil Photo ofParada 7: el cuartel de la Guardia Civil

Parada 7: el cuartel de la Guardia Civil

Parada 7: el cuartel de la Guardia Civil. Objeto del asedio de los anarquistas en las horas en que el Comunismo Libertario quedó declarado. El antiguo cuartel de la Guardia Civil estaba situado en la planta baja, en la planta alta estaba la casa del sargento. Ocupando el resto de la parcela existente, estaban los corrales del huerto, hoy en día transformado por varias edificaciones. El antiguo cuartel es hoy una finca utilizada como vivienda y como taller de madera. Se han realizado algunas obras en el inmueble, pero conserva los muros y el antiguo patio del cuartel. Conserva también la escalera que da acceso a la segunda planta. La puerta trasera por donde escaparon las esposas de los guardias en el asalto al cuartel está tapiada y se ha convertido en una alacena de la casa familiar. La edificación está constituida por dos plantas de altura en primera crujía hacia la plaza Nuestra Señora del Socorro. La estructura está resuelta a base de muros de carga de sillares de piedra de 50 cm de espesor y forjados de viguetas de hormigón armado y bovedillas. La cubierta es plana transitable en planta primera y de teja curva a dos aguas en planta alta. Se distribuyen las distintas estancias en torno a un patio central desde el que se accede a la planta segunda mediante una escalera descubierta de barro y cal. Existen elementos originales en el inmueble como es la losa de cancha. La fachada principal ha sufrido algunas modificaciones.

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Photo ofCalle Alta

Calle Alta

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Photo ofParada 9: Calle Rafael Bernal

Parada 9: Calle Rafael Bernal

Parada 9: Calle Rafael Bernal. En Casas Viejas, lo que ocurriría quedaría en la memoria de la historia como uno de los hechos más graves vividos previos al golpe de estado de 1936. En Casas Viejas, no se vive una simple revuelta, sino un levantamiento armado con el fin de derrocar al gobierno local e instaurar el comunismo libertario. Ante este levantamiento armado, el gobierno envía a efectivos de la Guardia Civil y a la Guardia de Asalto a sofocar a los rebeldes. Después de unos días de lucha, se consigue vencer a los sublevados. Es entonces, cuando en el centro del pueblo, más concretamente en la pensión San Rafael (Pub Tato hoy día), tiene lugar una reunión para decidir cuál es el siguiente paso. No se conoce quién estuvo en esa reunión, ni lo que se habló en ella, los pocos que tuvieron acceso a ella se negaron a hablar. Lo único que se conoce, es que de aquella pensión San Rafael, se decide llevar a cabo una reprimenda en forma de asesinatos aleatorios contra los habitantes del pueblo. Nadie sabe qué ocurrió en aquella reunión que se dilató por varias horas, sólo las paredes y las mesas de aquella pensión en enero del 33 lo saben.

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Calle Torreta

La empinada calle Torreta, que hemos dejado al margen derecho en la subida hacia este punto, no fue escenario directo de los acontecimientos, pero sí testigo mudo del ir y venir en estas trágicas horas, del subir y bajar de guardias civiles y de asalto, de autoridades civiles y militares, de campesinos apaleados y detenidos como Quijada, para terminar viendo el desfile de muchos muertos camino del cementerio del Cañuelo. No sabemos si serían éstas u otras razones por las que Campúa quiso que esta calle quedara detenida en el tiempo al tomar esta imagen en enero del 33, de todas maneras, era territorio anarquista por la cercanía con la calle Nueva. En el periódico Nuevo Mundo que apareció la foto el 20 de enero de 1933 aparecía con la leyenda “Calle subida a plaza donde iniciaron los extremistas su tiroteo”, descripción que no es cierta ya que ésta conducía al deshabitado borde meridional de la mesa. El suelo de esta calle es una perfecta muestra de la estructura dual del pueblo en 1933. La parte empedrada corresponde a las casas de los mejor acomodados, como el propietario Antonio Pérez Blanco que tenía su casa al principio de la calle Torreta a la derecha. La otra parte es terriza y corresponde a las chozas diseminadas por esta calle.

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Parada 10: Calle Nueva y Torreta

Parada 10: Calle Nueva y Torreta. Referente a la calle Nueva, estamos en la calle que fue la gran protagonista de los Sucesos. No sólo porque fue el lugar central de los acontecimientos, sino también porque la mayoría de las víctimas procedían de allí. De los 25 muertos del pueblo, 16 vivían en esta calle, un 72%. También una alta proporción de los que participaron vivían aquí. La calle Nueva era el centro neurálgico de los campesinos que militaban en el sindicato de oficios. Se trataba de jornaleros que habían llegado en el primer tercio del siglo XX y constituyen sus chozas en esos terrenos.

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Parada 11: La Choza de los Seisdedos

Parada 11:La Choza de los Seisdedos. En el casarón convivían 7 personas, el carbonero de 70 años, Francisco Cruz Gutiérrez (Seisdedos) y sus dos hijos, Francisco y Pedro Cruz; Josefa Franco Moya, viuda de su hijastro Miguel García, y los dos hijos de ambos, Francisco y Manuel García. María Silva también vivía con ellos. En la casa se podían diferenciar claramente tres partes: la corraleta donde se encuentra situado el propio ECCV, Espacio Conmemorativo Casas Viejas 1933, el casarón en sí, que se encuentra dentro de las instalaciones del hotel Utopía y el huerto y las chozas auxiliares, que también están en el mismo lugar. Frente a este lugar, en una posición elevada, se colocó la ametralladora y se lanzaron los algodones que prendieron fuego al techo del casarón de “Seisdedos”. Granadas, una ametralladora, armas de todo tipo y unos 140 guardias para sitiar una choza con 8 ocupantes en su interior y con dos fusiles como armas para la defensa. El nombre de Casas Viejas se debía al buen número de chozas en que los campesinos vivían, eran viviendas construidas a partir de materiales y plantas autóctonas. Los pilares se hacían de ramas de olivos; la techumbre, de ciprés y caña; el suelo, de tierra o piedra; y en caso de existir cimientos, éstos eran de lodo y piedra. La choza del carbonero Seisdedos estaba ubicada en un corral que sobresalía en la parte inferior de la calle Nueva. Tenía un único acceso desde la calle, la puerta, que funcionaba también como principal fuente de luz. Una pequeña ventana iluminaba en la parte trasera. El interior se dividía en dos zonas por medio de una pared de media altura. En la zona trasera dormía la nuera de Seisdedos con sus dos hijos y en la delantera el anciano Seisdedos con sus hijos Perico y Paco. En esta última había una chimenea de piedra que se usaba como cocina de carbón. Tras el asedio al cuartel de la Guardia Civil y la posterior llegada de refuerzos de la Guardia de Asalto al pueblo, varios de los sublevados se refugiaron allí. Los ocupantes de la choza resistieron en el interior hasta que se produjo su incendio. Al amanecer del día 12, frente a ella se procedió al escarmiento del pueblo mediante el fusilamiento de 12 hombres escogidos al azar. El lugar está conformado por un patio trasero del actual hotel Utopía, al borde de la calle Nueva. Se separa del hotel por un muro de unos dos metros de alto que cuenta con una puerta de doble hoja de tres metros de ancho. La cara exterior del lugar, es decir, la que da a la calle Nueva, cuenta con un muro de unos 5 metros de altura y unos 30 cm de espesor. Se accede al lugar mediante una servidumbre de paso con una puerta de doble hoja de unos cuatro metros de ancho. El solar es, por tanto, imperceptible desde el exterior. El espacio se divide en dos partes. Una de ellas, la de proporciones más reducidas, está cubierta casi en su totalidad por tierra. La otra parte ha sido pavimentada con suelo rústico. El conjunto, situado sobre una loma, tiene un acceso a través de la calle Nueva en pendiente.

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