LA JANDA - Paisaje Lunar de la Alquería - Paisaje Lunar de los Banquetillos (Naveros)

A cuántos nos apasiona ver un paisaje lunar, cuántos hemos soñado con pisar la luna, con ver qué hay más allá de nuestro planeta. Nos atrae todo lo que tenga que ver con restos del pasado, a los que buscamos explicación lógica de la naturaleza mezclada con el paso de los años y la acción del ser humano.

Pues bien, podemos vivir una aventura similar en la pedanía vejeriana de Los Naveros acercándonos a dos lugares que parecen paisajes lunares. Uno hacia el norte, en Los Banquetillos, paisaje espectacular donde los haya y donde dejar libre la imaginación, y otro hacia el este en La Alquería. Este último es como el primo lejano del paisaje de Los Bantequillos, sin ser tan espectacular, merece una visita, y además, tiene algunas formaciones mucho más grandes.

La ruta no es larga y puede hacerse andando, pero entre que es verano y el calor aprieta pronto, que andar por la carretera no tiene atractivo y una inoportuna lesión de mi compañero de aventuras nada más empezar, decidimos hacer las aproximaciones en coche y aparcar cerca de las entradas.

Hay que decir que entramos en fincas privadas y cotos de caza y necesitamos permisos de los propietarios. En La Alquería está el guarda y se le puede preguntar y para Los Banquetillos, nos dan información en alguno de los dos bares del pueblo de cómo obtener el permiso. Muy importante es que no sea época de cacerías.

Nuestra primera visita es a La Alquería, no hay muchas esferas pero algunas de ellas son enormes. Muchas asoman sólo como medias esferas y no están en una laja, sino que salen de la tierra. Este paraje es desconocido en el mundo senderista. Esta es la primera entrada y espero que los que vayan a verlo cuiden el entorno. Aquí no hay cuevas con pinturas, algo más delicado, pero también hay que preservarlo y cuidarlo, y sobretodo, no entrar sin permiso.

Tras esta primera visita ponemos rumbo a la segunda. más conocida y con muchas visitas, pero tampoco hay tracks publicados, por lo que íbamos con pocas referencias, pero por lo leído, llegamos a nuestro objetivo.

Tras atravesar la cancela, nos vamos hacia la derecha hasta dar con un sendero que nos lleva a la parte alta de la laja donde ya empezamos a ver las curiosas formaciones esféricas de piedra arenisca.

La laja donde se ubica el lugar conocido como «Los Banquetillos», se sitúa en la linde entre los términos municipales Vejer y Medina Sidonia.

No se sabe a ciencia cierta el origen de estas formaciones misteriosas, pero según expertos geólogos, parece que son estructuras sedimentarias de deformación sobre arenisca. Formaciones inorgánicas del terreno debidas a deslizamientos y arrastres provocados por el lodo que desprendió la roca a lo largo de los años, y aún blando, ayudado por algún movimiento del terreno, como pudo ser un movimiento sísmico, partió las esferas, y tal vez, posteriores movimientos tectónicos situaran otra vez algunas piedras en su lugar de origen.
Esto no es más que una especulación, pues no se ha podido demostrar el origen de semejante espectáculo paisajístico del que tan poco se habla, y que tanto misterio encierra.

Entre todos destaca un saliente formado por tres bolas soldadas que parece un dedo saliendo del suelo semi-esferas emergentes de arenisca se reparten por el punto alto de la laja. Algunas parecen rotas o cortadas haciendo de banco natural. Quizás por formas como esta se conozca por los lugareños a este paraje como Los Banquetillos (de banco o asiento).

Varias bolas han rodado, por gravedad o empujadas, y reposan en el suelo arcilloso. Otras parecen cortadas a ras de superficie y desplazadas de su lugar original. Ciertas esferas gigantes que no han salido tanto como otras dan apariencia de un pequeño decorado lunar.

Bajando por la laja vemos muchas formaciones con formas de meteoritos o cráteres. El paisaje parece de otro planeta.

Llegando al final de la laja nos encontramos con un pequeño grupo de tumbas antropomorfas.

Tienen la peculiaridad de ser las únicas tumbas en las que aparece tallada una cruz en la laja, signo que la vincula al cristianismo.

Debido a que no se ha encontrado ningún tipo de lápida que sirviera de tapadera, existe la hipótesis, no muy aceptada, de que podían ser utilizadas para descarnar y desecar los cadáveres antes de su inhumación. Pero la opinión más generalizada entre los expertos es su adscripción a pequeñas comunidades cristianas que habitaran en la zona entre los siglos IV y VII.

En una de ellas puede observarse una especie de canal de desagüe que podría avalar la hipótesis de su utilización para descarnar y desecar cadáveres.

Ya abajo de la laja, vemos un sendero diferente que cogemos para salir de la finca después de esta sorprendente visita.