LA LLANÍA-MIRADOR DE LA LLANÍA-MIRADOR DE FIREBA-GR 131-FUENTE DEL LOMO-PARQUE RURAL DE FRONTERA-ISLA DE HIERRO

Marcha realizada el viernes 9 de agosto de 2019
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
La isla de Hierro sorprende ya desde el principio, y es que habiendo sido la más pequeña del archipiélago canario, hasta que pasó a tener la isla Graciosa esa categoría minimalista, una vez le dieran la consideración de isla; sin embargo su orografía y desniveles, nada más se sale del aeropuerto, son de primera categoría. De ahí que prácticamente no haya en toda la isla zonas llanas, salvo esta parte de la isla que recorremos hoy y en la que los canarios vuelven a demostrar su simplicidad y pragmatismo a la hora de buscar nombres a lugares y poblaciones. De ahí que el topónimo no pueda ser otro que La Llanía.

Hoy dejamos el coche en un pequeño aparcamiento en el que ya hay unos cuantos coches aparcados, y que se encuentra junto a la carretera HI-1 y poco antes del cruce con la HI-45 que se dirige hacia la costa del Mar de las Calmas. Nada más salir de dicho aparcamiento hay un poste informativo que indica el inicio de una ruta circular, que en primer lugar y si se hace en el mismo sentido que nosotros, pasaría por el mirador de La Llanía.

Pero antes hay que recorrer los primeros doscientos cincuenta metros de este tramo, con ligero ascenso de no más de cincuenta metros, hasta que se llega a un nuevo poste informativo que señaliza que el mirador se encuentra ya muy cerca. Y es que si se sigue con el mismo rumbo norte para recorrer otros setenta metros más y salvar veinte metros de subida se acaba saliendo a uno más de los múltiples y excepcionales miradores que nos podemos encontrar a lo largo de esta espectacular cuerda sobre una hendidura que hacia el oeste de la isla tiene unos quince kilómetros de ancho y mil quinientos metros de caída, casi en vertical; y que iría desde la Punta de Salmor hasta el mirador de los Bascos. No cabe duda, que cuando uno llega hasta el citado mirador, las dimensiones y espectacularidad de la citada depresión o hendidura lo convierten en uno de esos lugares únicos y casi mágicos, donde las fuerzas de la naturaleza nos vuelven a demuestrar que son los mejores escultores y arquitectos de nuestro planeta.

Tras retroceder esos cincuenta metros que nos devuelven hasta el anterior poste informativo, se continua la ruta por una senda que cada vez se va haciendo más extrecha y que pasado el medio kilómetro se interna por un pinar, que aún llevaremos durante un cuarto de kilómetro más. El camino, aunque en este último tramo se ha ido alejando un poco de la cuerda, a los doscientos metros de pasar otro poste informativo llegamos hasta el mirador de La Fireba. Desde el mismo se puede ver una caldera volcánica bastante circular, y que una vez más pone a las claras como las devastadoras fuerzas de la naturaleza, según va pasando el tiempo pasan a ser claramente creadoras y de gran belleza. Continuamos con el mismo rumbo noreste para conectar con el GR 131 y seguir durante setecientos metros más hasta llegar a un punto en el que se cruza la ya citada carretera HI-1. Es a partir de aquí cuando se inicia el regreso de esta ruta circular, que ahora pasa a tener rumbo sur durante el próximo medio kilómetro, tras el cual el rumbo vuelve a cambiar a oeste para en otro medio kilómetro más llegar hasta la fuente del Lomo, que a pesar del nombre y por el aspecto más bien parece uno de los muchos aljibes que tanto en Lanzarote como aquí en Hierro se construyeron para captar el preciado líquido elemento.

Tras la citada “fuente” y casi con el mismo rumbo nos dirigimos de nuevo hacia la carretera, que salvaremos por un paso subterráneo tras otros trescientos cincuenta metros más. Una vez en el otro lado de la carretera se vuelve a conectar con el GR 131 que ya no dejaremos en el próximo medio kilómetro y que nos devolverá hasta el aparcamiento de La Llanía.