La Madalena y La Sarda desde Isuerre, por sendas

Es realmente encomiable el interés que mantienen los habitantes de las Altas Cinco Villas por conservar y trasmitir su patrimonio cultural y natural. Eso hace a esta zona especiamente atractiva para el senderismo y la visita de pueblos, ermitas y montes. Uno de ellos es La Madalena, en término de Urriés (por escasos metros) y en cuya cima se encuentra la ermita de la santa a la que aún acuden en romería desde Pintanos, Isuerre y Gordún. Las subidas tradicionales desde Urriés, Undués e Isuerre han sido recientemente limpiadas y balizadas, lo que hace a esta panorámica cima un destino muy recomendable. El itinerario descrito asciende por la senda balizada de Isuerre, recorre todo el lomo de la sierra de la Sarda visitando también el repetidor, y desciende por otra senda bastante menos usada pero que aún es transitable (GPS útil).
En el crucero de entrada a Isuerre seguimos la pista que se dirige hacia la Sierra de la Sarda. Al llegar al pie de la sierra, tomamos la que gira hacia la izquierda y bordea el piedemonte (volveremos por la que sube de frente). Tras dejar a la derecha dos campos labrados, un letrero nos invita a tomar la senda que asciende cómodamente por la solana hasta salir al lomo de la sierra. Ahora no hay perdida; hacia la izquierda (oeste) seguimos la pista hasta la ermita. Trescientos metros antes, un letrero nos invita a visitar el aéreo mirador de la Bal d'Onsella.
El regreso lo hacemos también por la pista del lomo de la sierra, la cuál seguimos hasta el repetidor de La Sarda. En lugar de regresar a Isuerre por la pista (que sale en el collado anterior al repetidor) hemos preferido conocer otra senda. Para ello hay que volver por la pista, ascendiendo un poco; y justo cuando tiene un descenso más pronunciado, vemos a la izquierda un cartel indicando el puesto de caza número 14. Las cintas de plástico nos guían hasta él. Ahora veremos algo más al oeste, a la misma altura, otras marcas que nos indican el puesto número 13. Desde él comienza la senda de bajada. En la parte alta del monte está limpia y no tiene pérdida. Más abajo tiene algún momento más difuso, por lo que el GPS puede venir bien para seguirla sin equivocarse. La senda acaba saliendo a la pista del repetidor, en la primera curva sobre la bifurcación de pistas que señalamos a la subida.
En resumen, merece la pena la visita de esta cima de la Magdalena y su sierra, con apreciables panorámicas de toda la Valdonsella, los Pintanos y el Pirineo. Y disfrutar de los pueblos de la zona.