La Maroma

Ruta circular a la Maroma por su vertiente norte, desde el área del Robledal, pasando por los Barracones, los barrancos de la vertiente norte hasta la Maroma,. La bajada "oficial" al Robledal, por los tajos y el Salto del Caballo. Una vez ataviados en el aparcamiento del Robledal comenzamos la subida, pero en vez de seguir por el carril (por ahí volveremos), nos desviamos a la izquierda hacia la zona de acampada y nos sorprende una pequeña ardilla recolectando su almuerzo. Dejamos al área de acampada y seguimos por el sendero que sube hacia los Barracones, en los que nos situamos en poco tras una tranquila subida. Una vez en los Barracones, y junto al panel informativo, se intuye un pequeño sendero, que se difumina a veces, y que en contínuas bajadas y subidas recorre todos los barrancos de esta vertiente (creo que he contado 9 o 10). Ya en la salida del último barranco, en una fuerte subida en zigzag, comprobamos que ganamos altura y que dejamos atrás la etapa arbolada de la subida. Ésta desemboca en un collado y a la derecha, un pequeño mirador natural, al que nos acercamos por supuesto para disfrutar de las vistas, y si nos giramos 180º, se nos presenta la siguiente subida del día. Una vez caemos al siguiente barranco, y dentro de un caos de troncos y ramas caidas, giramos a la izquierda y avanzamos por donde podemos, ya a estas alturas no tenemos senderos y buscamos contínuamente el paso favorable para avanzar, sin perder de vista el collado allí arriba que nos espera. Una vez en el collado y virando a la izquierda de nuevo, nos situamos en la ladera de este espectacular barranco, que no dejaremos, combinando avance por la ladera y algunos pasos entre rocas, de ganar altura continuamente hasta alcanzar su cabecera. Ya estamos prácticamente a la altura de la meseta de la Maroma, cuyo vértice se sitúa en este momento a nuestra derecha. Justo cuando rodeamos la cabecera del barranco y tras una leve subida, enfilamos dirección al vértice. Ya estamos. A bajar se ha dicho...tomamos el sendero dirección a los tajos y vamos dejando esta gigante a la espalda. Ahora cambian totalmente las vistas, nos toca disfrutar de la vertiente sur, sus pueblecitos y su costa. Una rápida bajada, el espectacular paso de los tajos y nos situamos en la bajada del Salto del Caballo. Una entretenida bajada que nos devuelve al carril, que en unos cientos de metros nos deja en el aparcamiento.