La Maroma desde El área de acampada de 'La Alcauca'

A los datos de esta ruta hay que restarle los 5 km de carril y unos 160 m de desnivel que se suben desde la carretera hasta el área de acampada de "la Alcauca" que incluí en el track para quien pudiera resultar de utilidad.

La persona que coja este track de referencia debe tener en cuenta que al llegar al vértice geodésico de "La Maroma" y tras visitar su cercana "Sima", nos desplazamos unos 500 m al N-E para situarnos en el punto más alto de la meseta somital (2.069 msnm), y desde allí hicimos una variante campo través para coronar el "Pico del Águila" y descender por el ·barranco que discurre por su falda norte, algo cerrado en matorral. Quien desee disfrutar de un retorno mucho más plácido hasta "La Alcauca" debe regresar sobre el mismo track hasta el Collado del Espino y continuar por el sendero que comunica La maroma con el cortijo del Alcázar, hasta que poco antes de llegar a los preciosos tajos de los Castillejos, abandonamos la pista forestal por una pista secundaria que sin margen de error nos conduce hasta "La Alcauca", aunque nosotros la atrochamos por una empinada ladera con algún matorral de espino y abundante acícula de pinos que hacía que el terreno fuera aún más resbaladizo. Este track, puede gustar mucho a los amantes de la montaña con experiencia en el campo través, pero para quienes déis por bueno subir y bajar a La Maroma, sin añadir más aventuras de las necesarias, con tener en cuenta las recomendaciones que he escrito anteriormente, será suficiente.


Después de abandonar la carretera Ventas de Zafarraya – Añlahama de Granada, nos adentramos por un carril terrizo, a lo largo del cual recorremos 5 km que están en aceptable buen estado para un turismo normal, salvando algo más de 160 m de desnivel, pasando varios cruces, pero el único que se puede prestar un poco a confusión está muy buen señalizado. La Presencia de un bosquete de cedros, donde el pinar parece hacerse más denso, nos avisa de que ya estamos en las inmediaciones de la zona de Acampada de “La Alcauca”. Rodeada por un bosque de pinos resineros y asentada sobre una suave pendiente con antiguos bancales, donde nos encontramos con zonas habilitadas para barbacoas y mesas, además de aseos y fuentes con abundante agua (en años que no sean de sequía). En el período comprendido desde octubre a abril, la Delegación Territorial de Granada de la Consejería de Medio Ambiente y ordenación del Territorio concede las autorizaciones que se solicitarán con 15 días de antelación. El resto del año, debido al alto riesgo de incendio, está prohibida su utilización como zona de acampada. El número máximo de personas por equipamiento y día es de un solo grupo de 20 personas como máximo.


Una vez finalizada la fase de saludos de rigor y hecha la foto de inicio de ruta, iniciamos la caminata, llaneando e incluso en suave descenso unos 400 m por la pista que hemos llegado, hasta que después de una pronunciada curva, abandonamos el cómodo perfil de la pista, para encarar una pendiente continua a través de una pista secundaria, ya en un avanzado estado de abandono, semi invadida de romero y matagallos principalmente, aunque en algunos tramos está algo más despejada, permitiéndonos avanzar con mayor comodidad, los numerosos zigzags y la sombra de los pinos ayudan a mitigar este primer tramo de descenso. Que nos da una pequeña tregua al enlazar con una línea de cortafuegos, para inmediatamente después de dejar a nuestra izquierda el “Cerrillo del Pimiento” encarar una loma donde a lo empinado de su perfil, hay que añadir la abundancia de piedrecillas descompuestas, mezcladas con los clásicos arenales de los mármoles dolomíticos descompuestos, tan característicos de Sierra Tejeda y Almijara. Este tramo conviene tomárselo con tranquilidad, hasta que alcanzamos la cumbre del “Cerrillo del Viento”.


Tras el cerrillo del Viento, el perfil nos da una corta tregua, pero toca encarar otro tramo de pendiente exigente hasta el Cerro de “La Majá del Arce”, este me resultó más llevadero, al discurrir sobre rocas de mayor tamaño, con un suelo mucho más compacto. De hecho, desde aquí el “collado del Espino” donde ya enlazamos con el sendero que sube a La maroma desde “El Alcázar” ya queda a tiro de piedra, con un perfil mucho más cómodo y escalonado, atravesando primero un precioso bosque de pino resinero, tras el cual las vistas se abren a nuestra izquierda sobre el las barranqueras de Los Tajos y de los Tejos y la inconfundible silueta del Cerro y del Collado del Selladero o del Donabuelo por la vertiente de enfrente, que nos irán acompañando mientras vamos pasando por la “Fuente Santa” (completamente seca), el “Collado del Mojón” (2º pluviómetro) y hasta poco antes de llegar al vértice geodésico donde nos reagrupamos todos los compañeros antes de las 13.00 pm, bajo un radiante cielo azul, ausencia de viento y temperatura muy agradable que invitaba a visitar la cercana Sima de La Maroma e incluso acercarnos hasta la cumbre de “La Tejeda” (2.069 m), máxima altitud de la meseta somital, que no es, curiosamente donde se encuentra el vértice geodésico, de hecho se encuentra aproximadamente a unos 600 m al Este del mismo.


Finalizado el almuerzo, iniciamos el regreso, campo través sobre el enorme lapiaz que cubre esta gran meseta somital dejando el vértice geodésico a nuestra izquierda, para después pasar junto a las ruinas de la antigua “Casa de la Nieve”, coronar el solitario Peña del Águila (1.956 msnm), descender por el Barranco del mismo nombre, hasta enlazar con el sendero que comunica La Maroma con “El Cortijo del Alcázar”, descendiendo por la “Loma de las Víboras” hasta el primer pluviómetro, para continuar por la cómoda pista forestal hacia el precioso conjunto de “Los Tajos de los Castillejos”, a los que no llegamos, porque unos 300 m antes de llegar a los mismos, ya abandonamos la pista principal para tomar una secundaria a nuestra derecha, que sin margen de error nos devuelve hasta la idílica zona de acampada de “La Alcauca”.


Desde antes de nuestra llegada a la zona de acampada de “la Alcauca”, disfrutaremos de un precioso bosque de pino carrasco y resinero, salpicado de enebros que le aportan un toque precioso, además de la alternancia de encinas y alcornoques en la parte baja de la sierray conforme vamos ganando altura la abundancia del pinar irá cediendo protagonismo a otras especies como el roble melojo, los cedros, quejigos, arces, mostajos, serbales y espinos majoletos. En las laderas, el matorral bajo y arbustivo, abundando la aulaga, el romero, el matagallo, el agracejos, el jaguarzos, la jara, el torvisco, el tomillo, la retama o el enebro. A mayor altitud, convive el matorral rastrero y almohadillado con el aromático y los pastizales, destacando lastones, esparto, piornos o cojín de monta, sabinas rastreras y lavandas. En cuanto a la fauna, se puede contemplar el vuelo de águilas, buitres leonados, gavilanes y otras rapaces. También es frecuente el avistamiento de cabras monteses y algún jabalí tal y como pudimos comprobar. Siendo más difíciles de ver los tejones, ardillas, ginetas, meloncillos, y zorros.