La Mesa-Peñafonte

Salimos del albergue de La Mesa después de tomar un buen desayuno en sus instalaciones para realizar la etapa.
El día está con nubes bajas y ascendemos las rampas de Los Coriscos viendo en la cima entre la niebla los molinos del parque eólico. Tras una empinada carretera descendemos y optamos por hacer el camino por Buspol.
Hace pocos años hubo un incendio por lo que se hace una alternativa para evitar el bosque dañado. Nosotros quisimos ir por este recorrido y lo agradecimos, pues el bosque, a pesar de los restos de árboles quemados, está perfecto para caminar por pistas forestales muy bien conservadas y las vistas al pantano son magníficas. Repito, no hay ninguna dificultad para hacer esta recorrido.
Por ello, visitamos la capilla de Santa María de Buspol y proseguimos el descenso por unas pistas de tierra muy bien sedimentadas, aunque con la bajada las piernas se resientes. Muy recomendable los bastones en este prolongado descenso.
Las vistas del embalse de Salime entre los árboles quemados son preciosas, por lo que nos detenemos a sacar numerosas fotografías.
En una ladera hay un cortín (muro circular de piedra) para proteger las colmenas de los osos, que fotografiamos para llevarnos un grato recuerdo de los tiempos que estos animales habitaban en estos boscosos parajes.
Seguimos nuestro camino y dejando a la derecha la Peña Almadea llegamos a un desvío donde se junta el camino que se hizo como alternativa para eludir el bosque quemado.
Desde aquí, por una estrecha y serpenteante senda, entre castaños descendemos hasta la carretera AS-14 para llegar al Mirador de Vaqueo Turcios que es imprescindible visitar para hacer unas impresionantes fotos de la presa de 128 m de altura y de las edificaciones de la época en que se construyó que ofrecían albergue a los constructores de la misma.
Continuamos cruzando la presa del embalse inaugurado en 1953 y ascendemos pasando junto al hotel Las Grandas, que antaño sirvió de vivienda a los arquitectos de la presa de Salime.
Por la carretera seguimos el duro ascenso para desviarnos y pasar por una sombreada vereda entre árboles para llegar a Grandas de Salime, donde hay que visitar el Museo Etnográfico.
El parque del Toural tiene numerosas especies de árboles (aligustres, plátanos de sombra, arces, fresnos y hayas) por lo que es recomendable visitar y descansar.
La Colegiata del Salvador tiene un magnífico pórtico exterior con arcos de piedra.
Una vez tomado un respiro y retomando nuevas fuerzas, tras un azaroso descanso al pie de la Colegiata, continuamos nuestro camino.
Pasamos por la ermita del Carmen del siglo XVII y por un robledal cruzamos el arroyo de Grandas para llegar a La Farrapa y posteriormente a Xuntacasa y Cereixeira.
En Malneira visitamos la ermita de Nuestra Señora de la Esperanza y llegamos a Castro y más adelante visitamos la capilla de san Lázaro, antiguo lazareto.
Continuamos y pasamos por Gestoselo y desde aquí, ya con un sol implacable sobre nuestras cabezas continuamos por la carretera AS-28 hasta llegar a Peñafonte, final de nuestra etapa.
Aquí, en la sombra del pórtico la iglesia de Santa María Magdalena tomamos un merecido descanso reponiendo fuerzas con las viandas que llevamos en las mochilas y con el agua de la fuente que está a pocos metros de esta iglesia.
Hay que resaltar que esta población no tiene albergues ni establecimientos para poder comer. Si bien el agua de la fuente es fresquísima para reponer las pérdidas del duro camino.