Peña Miezca o Muezca y Pico Fontañán desde Olleros de Alba 05-09-2019 (IBP = 72 HKG)

Siguiendo con mi periodo de recuperación, en esta ocasión decidí acompañar a varios miembros del grupo "colgao del monte" a una excursión por tierras leonesas (cerca de la zona de La Robla y de Pola de Gordón).

La ruta parte de las inmediaciones de Olleros de Alba y hay que dejar el coche en alguna zona lateral de la carretera, sobrepasado el pueblo y cerca del inicio de la senda que vamos a tomar. La senda sube continua y suavemente paralela al arroyo de San Martín durante un buen tramo (quedando el arroyo a mano izquierda). A 3,5 km del punto de inicio, hemos superado 400 metros de desnivel y llegado a la Collada Yeguas donde giraremos a la derecha. Poco antes, hemos pasado por una fuente/ abrevadero totalmente seca.

Seguimos subiendo y entraremos en una zona de robledal y cerca de su final giramos a la izquierda para iniciar el tramo final de subida a Peña Miezca o Muezca. Encaramos la subida bordeándola por la derecha (vertiente norte/nordeste) a través de una zona final de suelo de pizarra suelta. Desde la Collada Yeguas hasta la Peña Miezca hay 1 km aprox. de distancia y un desnivel de algo más de 200 metros.

La peculiaridad más notable de esta Peña es que tiene restos de fortificaciones (trincheras, galerias subterraneas y puestos de ametralladora) de la Guerra Civil. Muy cercano a esta zona, hay un monolito de pizarra bien prominente (ver waypoint).

Iniciamos la bajada por su vertiente sur hasta encauzarnos por un sendero evidente que de Oeste a Este nos va a llevar, a través de una extensa zona de brezo, hasta la siguiente cima del día: Peñas de Fontañón. Es un tramo de unos 2,5 km en los que inicialmente se pierde algo de altura para luego casi recuperarla al acercarse a Peñas de Fontañón.

Como dato anecdótico, en el inicio del tramo de senda por el brezal, nos cruzamos con tres ciclistas BTT, uno de los cuales era Jesús Calleja. Más adelante, en la misma senda, nos los volvimos a encontrar reparando un pinchazo de una bici e intercambiamos por breve espacio de tiempo una palabras en las que Jesús hizo gala de su proverbial sencillez y cercanía. Seguimos nuestro camino y un tiempo después nos volvieron a rebasar como balas.

En Peñas de Fontañón, hay también muchos restos de fortificaciones de la Guerra Civil con un impresionante muro cementado y varias troneras, ademas de galerías y trincheras. La bajada la hicimos "por libre" sin seguir senda ni hitos, buscando la mejor opción pero siempre dirigidos hacia coger la senda de vuelta a Olleros. Atravesamos otro robledal y seguimos por una pista bien marcada hasta la carretera donde habíamos dejado los vehículos.

La ruta fue agradable pero lo fue aún más con la sorpresa que nos tenía preparada Mabel, la mujer de Beni: una comida en toda regla que disfrutamos en la casa que tienen muy cerca de la zona donde hicimos la ruta. ¡Muchas gracias Mabel y muchas gracias Beni!