La Mussara, Avencs Febró, Barranc Foradada, Serret Cantacops, Puig de la Torre

Un día como hoy con una fina capa de hielo sobre la lisa pendiente de la placa que forma 30º y que se inicia en el risco de La Punta de Les Airasses, para ir a parar sin remedio al estanque del pie de la Iglesia en pleno invierno, nos hace entender parte del riesgo y las dificultades que al final desembocaron en el abandono de los habitantes de un pueblo entero, apelados 'Els Mullats' o las ranas por las veces que los resbalones hacían que alguno acabará en el estanque del pie de la Iglesia.
Estamos situados en la comarca el Baix Camp, dentro del parque natural de las Montañas de Prades, perteneciendo al municipio de Vilaplana
Al visitar la zona, faltan los mussarienses que hace años abandonaron esta población, por un problema de falta de agua para su actividad económica, añadido a las dificultades de transporte, hace que pisemos con cuidado para no sufrir la misma suerte y bajar rodando hasta el lago.
La Mussara
Esta localidad que pertenece al Baix Camp, en la sierra de Prades, es de origen sarraceno y las primeras referencias documentales que se tienen son de finales del siglo XII. La Mussara, proviene del árabe musâra (paseo o lugar para pasearse). Formó parte del condado de Prades desde su fundación. Pueden verse ocho edificios en ruinas al lado de cada edificio hay un poste con el indicador del apellido de la familia. El único que está algo conservado es la antigua iglesia de San Salvador con un campanario de 1859 y en el que aún se evidencian rastros del primitivo edificio gótico sobre el que se construyó este templo. En su interior se encontraba una imagen del siglo XIV de la Virgen del Patrocinio que se conserva en el Museo de Reus. Al pie de la iglesia se formaba un pequeño embalse natural que servía para dar de beber a los animales, el día de la ruta esta casi seco, con cañas brotando de su fondo. Este pueblo da pie a una frase en catalán, 'baixar de la Mussara' (bajar de La Musara), cuyo significado es el de ignorar aquello que todo el mundo sabe y que tendría su equivalente en español en la frase estar en la higuera o caerse del Guindo.
Aparece citado en documentos de 1173 donde consta que el pueblo estaba ya habitado. La iglesia de La Musara aparece citada en un bula de Celestino III de 1194. El templo mantuvo la categoría de parroquia hasta que en 1534 pasó a depender de la de Vilaplana. La tradición asegura que el pueblo fue abandonado el pasado siglo por culpa de una epidemia de filoxera. Si bien las viñas son la base de la economía de este rincón de la comarca del Baix Camp, la realidad es que su despoblación resultó más prosaica, la falta de agua fue la que frenó la agricultura, en ninguna de las dos fuentes del municipio manaba demasiado caudal. Fue el comienzo del fin. Otro factor que ayudó a la despoblación es que la especulación inmobiliaria que pretendió construir en la zona una posible urbanización. De esta forma, los vecinos de la Mussara se fueron marchando hasta que en 1961 se deshabitó por completo. La niebla es un elemento sugestivo que no falta nunca en la Mussara, y que da un tono fantasmagórico a los ocho ruinosos edificios que se conservan en la sierra de la Mussara, a más de 1.000 metros de altura. La iglesia parroquial de San Salvador se consigna por primera vez en la bula que el papa Celestino III otorga a la iglesia de Tarragona en 1194. Así mismo, el rector de Almuzara contribuyó a las décimas papales de 1279 y 1280. Al final del siglo XV la parroquia era de colación del arzobispo de Tarragona y consta que a mediados del siglo XVIII llegó a serlo de la parroquia de Santa María de Vilaplana. La puerta del edificio actual, abandonado como el resto del pueblo lleva la fecha de 1859. El año 1936 fue destrozada una imagen de la virgen sentada con el niño, de madera policromada, del siglo XIV. Los fragmentos se trasladaron al Museo Comarcal de Reus.

Avencs de la Febró
Es una cavidad sorprendente, de fácil acceso. Donde podemos combinar senderismo, barranquismo, espeleología y vía ferrata.
Son un conjunto de tres grietas profundas provocadas por una falla en las montañas de Prades, corren paralelas a lo largo de un riscal, situadas cerca del refugio de la Mussara. De las tres grietas sólo visitamos la más grande, pues en las otras dos el acceso es difícil y peligroso, entre dos paredes muy estrechas lo que obliga a tomar muchas precauciones, queda reservado a los espeólogos que vayan bien equipados.
Importante: A dia de hoy 13 /02/23 la han vuelto a equipar con cadenas, pero la vía ferrata del final que había antes ahora está desequipada desde el 1 de noviembre de 2021
Recorrido
Partimos de un descampado antes del refugio, el aparcamiento del refugio estaba cerrado y la carretera de la iglesia cerrada, nada mas aparcar hay un poste indicativo para visitar el pueblo abandonado y mirador, tomamos el primer sendero a la izquierda, pasaremos por varias casas en ruinas justo al borde de un gran risco con una panorámica espectacular, pasaremos por una gran roca con una hendidura, rodeando una serie de bloques subimos hasta el antiguo refugio "El Xalet" y una inscripción en una piedra vertical, una vez salimos de la gran balsa enfrente de la iglesia de Sant Salvador ahora en rehabilitación, (no se puede visitar), seguimos un sendero que sigue una riera, y va a parar al PR original, hasta que cruza con la carretera de la Febrò, hay una gran balsa, para acopiar agua para caso de incendios, ahí encontraremos un pequeño sendero que nos lleva a una pista ancha que sube hasta una explanada el Coll del Pla d'Agustenc, seguimos rectos atentos a una bifurcación a la derecha, un estrecho sendero a nuestra derecha que nos llevará hasta el mismo borde de la grieta, no se puede ver, pero se intuye. En este caso veremos un recorrido que discurre paralelo a la grieta hacia el N, un PR de color blanco y amarillo que nos lleva al Municipio de Febró.
Entradas a la grieta
Es algo difícil encontrar el punto idóneo para descender, en el momento en que el camino inicial se encuentra con la falla, al Norte al principio del todo si nos fijamos aparecen equipaciones de acero, 100 metros mas abajo se ven unas grapas de acero corrugado y cable, otros 100 metros abajo, encontramos unas rocas grandes, que es el punto clásico, pero, seguimos el sendero hasta abandonarlo cuando aparece un árbol con la marca PR tachada, justo a la izquierda vemos un sendero que empieza a bajar, es la entrada razonablemente 'fácil' y que nos permite hacer todo el recorrido, en el que poco a poco hacia el S, vamos recorriendo estos 600 metros de grieta, subiendo y bajando entre bloques y sin ninguna dificultad. Perfil de la grieta:


Es importante saber que el GPS no funciona bien en estas circunstancias, de modo que hay que ir hacia el final de la sima por el fondo hacia el S hay que fijarse en el entorno, también hay que tener claro que la ropa se puede manchar de barro, conviene tener en cuenta también que la temperatura es 2 grados mas baja que en el exterior puesto que el sol no llega nunca, no está de más llevar casco y frontal, si se quiere investigar un poco, las rocas siempre están un poco resbaladizas, no hay que olvidar que sin ser una excursión peligrosa, sí que requiere cierta precaución, al comenzar el descenso hay que tener cuidado. No es peligroso, pero la progresión debe hacerse poco a poco, vigilando no resbalar. Poco a poco descendemos los tres niveles para alcanzar el fondo de la grieta. La sima tiene en su punto más bajo una profundidad de 34 metros y una anchura máxima de 8. Hay momento que produce una cierta agonía por el silencio absoluto, levantar la vista y ver que la luz queda muy lejos arriba, es algo inquietante. Llegamos a la típica foto de una enorme roca empotrada entre las paredes de la grieta, donde se termina el descenso en el suelo inferior de la sima, después de pasar por debajo de dicho bloque a nuestra izquierda aparece la entrada a la Cova Gran, "Gruta del Silencio"
254 mts. de recorrido y 39 m de profundidad. para explorar la Cova Gran. Es posible adentrarse con cuidado en caso de disponer de frontales pues las rocas resbalan bastante y el suelo no es muy fiable, en la sala principal hay una gran estalagmita, desde la sala principal se puede continuar explorando la cueva pero habría que arrastrarse en algunos puntos se puede rodear la estalagmita fálica, descubriendo las dos pequeñas columnas hasta la zona donde la cueva se estrecha y parece que comunica con otra sala. Regresamos a la sala principal y de ahí a la salida de la cueva, para el ascenso hay que pasar bajo la gran roca encallada.
A lo largo de toda la brecha de unos 300 metros, se abren otras cavidades más pequeñas y alguna que otra sima. Un poco mas adelante de la Cova Gran, la sima gira una poco a la izquierda y queda una pared de roca con una gran raíz de arriba a abajo, en ese punto, a la derecha hay una grieta que parece que no va a ninguna parte pero que da paso a las otras dos simas, con sus correspondientes cuevas. Avanzamos en ligero ascenso hasta el final de la grieta donde se acumulan unos grandes bloques de piedra rectangulares que parecen tallados. Cuidado en este punto, pues al final del último bloque la grieta continúa y hay una fuerte caída (ver croquis).
Luego se realiza el camino inverso hasta la entrada-salida clásica puesto que la otra parte de la grieta la hemos visto al principio, para salir hay que grimpar un poco, pero no tiene demasiada dificultad, además han colocado unas cadenas que ayudan bastante.

Una vez de nuevo en el sendero PR hacia Febró, descenderemos bruscamente (ver el gráfico de alturas), pero podremos disfrutar de sucesivos riscos planos que pueden hacer de miradores, con el pueblo de Febró al fondo, hasta llegar a un cruce de pistas. En este cruce se juntan los PR C-87 (por lo que veníamos) con el PR-C 6 que seguimos yendo a la derecha y que seguidamente dejamos para continuar por la pista que lleva al Mas del Barret,
Ahí empieza la dificultad de la ruta ascenderemos por un barranco en el que hay que grimpar en plan lagartija a través de unos bloques gigantes de granito (el día de la fecha, muy peligroso pues muchas de ellas eran muy resbaladizas pues la humedad se congelaba y dejaban una fina capa de hielo, en unas rocas de granito muy lisas, una vez pasado este barranco, aparecen unos estratos y una cova foradada, aparte de grandes bloques en forma de cubos, hay que seguir el GPS y alguna que otra pirámide de piedras, es algo complicado, pero una vez superado aparece una zona en la que hay como escalones naturales estratificados y una subida muy pronunciada, podemos ver la roca Foradada que dio nombre al barranco. Cuando el barranco gira a la derecha, vemos a la izquierda un desdibujado sendero, con alguna pirámide de piedras, que seguiremos para pujar en la sierra de Saloquia. La fuerte pendiente nos hace ganar rápidamente altura hasta alcanzar la cresta que seguimos en dirección E. Si queremos podemos ir hacia el NO. Por cualquier elección caminamos por el Comellar del Joanet sin camino definido hasta entroncar con la pista que ve del Picorandan (GR 65.5) donde giramos a la derecha para acercarnos a la Creu Trencada, a partir de ahi las pistas son anchas hasta seguir los respectivos cruces indicados en la ruta.