La Nava de la Subbética desde Zuheros: Cañón del Bailón. Chorreras. Navazuelo. Fuente de la Zarza

Con el objetivo de ver las Chorreras con agua y de subir al Lobatejo, nos plantamos en Zuheros después de una semana generosa en lluvia. Ninguno de los objetivos se cumplió, aunque nos quedó una ruta en 8 muy interesante por la siempre bella Nava de Cabra y Zuheros. Partimos de este último, desde el Mirador del Bailón que no llevaba ni gota de agua a esta altura, lo que nos hizo prever que las Chorreras estarían secas a pesar de las precipitaciones de los últimos días, lo que nos da idea de la magnitud de la sequía que padecemos y, también, de la capacidad succionadora de la caliza de la Nava que dio buena cuenta de casi toda la lluvia que cayó en los últimos días. Subimos por el Cañón del Bailón usando el sendero señalizado para el que hay que pedir permiso a la Junta, aunque poca gente cumple este trámite. En 5 km nos presentamos en la Fuenfría, ya en plena Nava, preciosa en otoño y con regueros de agua ocasionales. Mucho barro, buena idea llevar polainas.

Nos desviamos al paraje de las Chorreras que, a pesar de que estaban sin agua, siempre es un sitio estupendo, donde destacan llamativos bosques de encinas. Curiosamente, el Arroyo de la Fuenseca que es el que forma las Chorreras, llevaba agua doscientos metros arriba, filtrada en la esponja que es la Nava antes de llegar a las caídas. Desde aquí seguimos camino al Cortijo y Fuente del Navazuelo, con más barro aún. Una vez allí, descartamos subir al Lobatejo por las inclemencias meteorológicas, principalmente la densa niebla que de seguro nos iba a impedir ver nada desde la cima. Así las cosas, decidimos rodear la Nava para volver a la Fuenfría y seguir camino y senderos (usando la siempre útil capa de OpenStreetMaps) hasta la Fuente de la Zarza, en los alrededores del Cerro Abuchite, siempre circundado de decenas de buitres.

Desde la fuente comienza la bajada hasta Zuheros, intercalando caminos, senderos y algunos metros de la carretera que sube a la Cueva de los Murciélagos. Especialmente llamativo un tramo del Sendero de la Atalaya con estupendas panorámicas al Cañón del Bailón, por donde subimos por la mañana, y al coqueto pueblo de Zuheros coronado por su castillo.