La otra cara del Pico de La Cruz: La subida más empinada de las Encartaciones
near San Pedro Galdames, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta soleada mañana de Otoño nos hemos desplazado hacia el municipio encartado de San Pedro de Galdames para subir al Pico de la Cruz por su vertiente más empinada.
El antiguo concejo de Galdames tiene un profundo arraigo minero, cosa que se evidencia en la plaza del municipio con un monumento en bronce, homenaje a José María Martínez de las Rivas, que fue uno de los empresarios clave de la industrialización de Bizkaia de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Nuestra ruta comienza en un parque cercano a esta plaza, dónde dejamos nuestro vehículo.
Desde allí nos dirigimos hacia unos caseríos cercanos, dónde giramos hacia la izquierda para coger un GR que nos lleva hasta Saratxo. Nosotros abandonaremos dicho GR, por el que luego bajaremos, al llegar a la Ermita de San Roque.
Antes de llegar allí, tendremos que afrontar la primera y exigente rampa del recorrido, que será un preludio de lo que nos espera durante todo el camino de subida.
Este rampón termina en una puerta, que tras cruzarla, nos dejará en un precioso bosque junto a la ermita.
Junto al monumento hay una curiosa fuente con un contador, donde podremos beber agua sin pasar por caja.
Tras el receso, cogeremos un camino, que se encuentra a la izquierda de la ermita. Este camino no balizado nos dejará en la primera zona de placas de piedra. Tras unos metros por unos claros y un pequeño bosque, pasamos una puerta que nos deja en un pinar.
Tras cruzar en poco más de un minuto este pinar, entramos en una zona más desprotegida, tanto de viento como de lluvia. Aquí las placas de piedra son más grandes y empinadas, por eso en cuánto podemos cogemos la parte izquierda la subida.
No hay sendero ni marca alguna, por lo que si no conocemos la zona, recomiendo seguir el track. La pendiente hace que nos entren cosquillitas en los gemelos; es una subida que siempre me recuerda a Alluitz por el desnivel.
Hay que estar atentos, ya que hay una zona con unas cuántas simas y una de ella la cruzaremos, aunque no hay peligro ninguno.
De vez en cuando miramos hacia arriba y vemos la ikurriña en la cima, pero a veces la pendiente es tal que desaparece de la vista.
Tras un esfuerzo considerable (+628m) en unos 2,5 km llegamos a la Cruz. De allí bajaremos por la ruta clásica entre el roquedo, para coger un sendero que discurre a nuestra derecha.
Tras unos 200m, abandonamos ese sendero girando a la izquierda en una horquilla y cogemos otro que nos dejará a las faldas de Aldape. Aquí podemos elegir subir Aldape e incluso Eretza si la fuerza nos acompaña, pero no es el día. Ayer hicimos esta misma ruta y las piernas no perdonan.
Allí, en las faldas de Aldape, giramos a la derecha cruzando una pista y enfilamos la vuelta por un bonito sendero que apenas está embarrado a pesar de las lluvias. Serán unos 2,3 km de cómoda y bonita bajada, a veces entre bosque y otras en claros que nos permiten divisar el barranco del Grazal a nuestra izquierda.
Este sendero termina en una puerta y unos metros más adelante enlazamos con el camino por el que hemos subido hace escasamente 2 horas, por el que caminaremos el escaso kilómetro que nos resta.
Tras hacer contar unos pasos más al contador para beber un traguito de agua en la fuente de la ermita, volvemos al coche por el sendero empinado, que bajando apreciamos toda su pendiente.
*Ruta valorada cómo moderado, por el esfuerzo físico que exige, sobre todo por la pendiente.
*Sin ninguna dificultad técnica.
El antiguo concejo de Galdames tiene un profundo arraigo minero, cosa que se evidencia en la plaza del municipio con un monumento en bronce, homenaje a José María Martínez de las Rivas, que fue uno de los empresarios clave de la industrialización de Bizkaia de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Nuestra ruta comienza en un parque cercano a esta plaza, dónde dejamos nuestro vehículo.
Desde allí nos dirigimos hacia unos caseríos cercanos, dónde giramos hacia la izquierda para coger un GR que nos lleva hasta Saratxo. Nosotros abandonaremos dicho GR, por el que luego bajaremos, al llegar a la Ermita de San Roque.
Antes de llegar allí, tendremos que afrontar la primera y exigente rampa del recorrido, que será un preludio de lo que nos espera durante todo el camino de subida.
Este rampón termina en una puerta, que tras cruzarla, nos dejará en un precioso bosque junto a la ermita.
Junto al monumento hay una curiosa fuente con un contador, donde podremos beber agua sin pasar por caja.
Tras el receso, cogeremos un camino, que se encuentra a la izquierda de la ermita. Este camino no balizado nos dejará en la primera zona de placas de piedra. Tras unos metros por unos claros y un pequeño bosque, pasamos una puerta que nos deja en un pinar.
Tras cruzar en poco más de un minuto este pinar, entramos en una zona más desprotegida, tanto de viento como de lluvia. Aquí las placas de piedra son más grandes y empinadas, por eso en cuánto podemos cogemos la parte izquierda la subida.
No hay sendero ni marca alguna, por lo que si no conocemos la zona, recomiendo seguir el track. La pendiente hace que nos entren cosquillitas en los gemelos; es una subida que siempre me recuerda a Alluitz por el desnivel.
Hay que estar atentos, ya que hay una zona con unas cuántas simas y una de ella la cruzaremos, aunque no hay peligro ninguno.
De vez en cuando miramos hacia arriba y vemos la ikurriña en la cima, pero a veces la pendiente es tal que desaparece de la vista.
Tras un esfuerzo considerable (+628m) en unos 2,5 km llegamos a la Cruz. De allí bajaremos por la ruta clásica entre el roquedo, para coger un sendero que discurre a nuestra derecha.
Tras unos 200m, abandonamos ese sendero girando a la izquierda en una horquilla y cogemos otro que nos dejará a las faldas de Aldape. Aquí podemos elegir subir Aldape e incluso Eretza si la fuerza nos acompaña, pero no es el día. Ayer hicimos esta misma ruta y las piernas no perdonan.
Allí, en las faldas de Aldape, giramos a la derecha cruzando una pista y enfilamos la vuelta por un bonito sendero que apenas está embarrado a pesar de las lluvias. Serán unos 2,3 km de cómoda y bonita bajada, a veces entre bosque y otras en claros que nos permiten divisar el barranco del Grazal a nuestra izquierda.
Este sendero termina en una puerta y unos metros más adelante enlazamos con el camino por el que hemos subido hace escasamente 2 horas, por el que caminaremos el escaso kilómetro que nos resta.
Tras hacer contar unos pasos más al contador para beber un traguito de agua en la fuente de la ermita, volvemos al coche por el sendero empinado, que bajando apreciamos toda su pendiente.
*Ruta valorada cómo moderado, por el esfuerzo físico que exige, sobre todo por la pendiente.
*Sin ninguna dificultad técnica.
Waypoints
Waypoint
2,776 ft
Hacia ese sendero
En una de sus curvas enlazaremos con otra bajada hacia la falda de Aldape
Waypoint
2,195 ft
De frente
A la dcha la pista que viene de pico de la cruz y sigue a la izda para Eretza
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