La Peza -Tocón de Quentar, camino mozárabe, los exploradores arrieros

En el día de hoy continuamos con nuestro camino mozárabe y en este tramo de la ruta que iba de La Peza a Quéntar nosotros la hemos desdoblado en dos subtramos uno que va de la Peza a Tocón de Quéntar y el siguiente de Tocón de Quéntar a Quéntar.
En esta parte del camino en el día de hoy y por problema con los coches decidimos llevar los coches a La Peza y desplazarnos con uno a Tocón de Quéntar y hacerla al revés.
Una vez ya en Tocón a buena hora antes de las 7,30 horas aparcamos el coche y nos ponemos en movimiento dirigiéndonos hacia La Peza.
Esta localidad de Tocón de Quentar es una pedanía perteneciente al municipio de Quéntar, en la provincia de Granada. Está situada en la parte oriental de la comarca de la Vega de Granada. Cerca de esta localidad se encuentran los núcleos de Padules y La Peza.
Empezamos a callejear por este pueblecito y la hora que es no hay nadie deambulando por el pueblo, no vimos a nadie, subimos a lo alto del pueblo para tomar la ruta perfectamente marcada de este tramo del camino tomamos una vereda paralela a la Cañada del Vinagre que dejaremos a nuestra izquierda nos vamos a su vez acercando a la GR-3201 que durante un tramo iremos por ella pasado el km 20 a la izquierda tenemos el desvío que va a Quéntar que el próximo día seguiremos. Pronto y pasado el km 20,5 nos desviamos durante unos momentos para contemplar el monumento al accidente aéreo que se produjo en el año 1952 ."Aquel desgraciado accidente, que causó honda consternación en Granada, pues sus víctimas –sus cuatro tripulantes- y el propio avión pertenecían al Aeródromo de Armilla, fue más popularmente conocido en los medios aeronáuticos granadinos con el nombre de “El Sparviero de Tocón de Quéntar”“El sábado, 27 de septiembre de 1952, sobre las 08´00 horas, despegó de la base Aérea de Armilla el SM-79 (un bombardero trimotor Savoia), con destino a Palma de Mallorca. Su tripulación estaba integrada por el segundo piloto, capitán Pedro Duque de Pablos; el primer piloto, teniente Ernesto Bernal Garrido; mecánico, brigada Francisco Enamoneta Urtáriz y el radio telegrafista, Sargento Jesús Ruiz López.
Estaba programado que volase un quinto tripulante, el cabo fotógrafo Julián Escrivá, pero éste llegó tarde a la base, presentándose justo en el momento en que el avión se disponía a despegar y aun cuando intentó subir, no lo hizo por indicárselo así el Capitán Pedro Luque. A la postre, el no haberse despertado a tiempo ese día salvo su vida la causa del accidente el fallo de los motores rozar con los pinos y estrellarse con el suelo, perecieron en el acto".
El bosque que nos acompañará casi a lo largo de todo el tramo es de pinos acompañado de encinas que sería el autóctono de estos parajes, parece que estos pinos que vamos divisando tienen por suerte poca procesionaria.
Continuamos durante un tramo por la carretera hasta bajar al Arroyo de la Venta que lo seguiremos hasta llegar a una pista forestal a nuestra derecha a la altura del Cerro Umbrión que es la que tomaremos en continua subida pero bastante asequible hasta alcanzar el km 8,80 desde nuestra salida y ya empezaremos a bajar y llanear hasta llegar a la Peza.
Empezamos a divisar otra parte de nuestras aventuras por estas sierras como es Diezma y la bajada al pantano de Francisco Abellán que necesita bastante agua para que recupere su nivel, las lluvias no acompañan.
Seguimos caminando y pronto empezamos a divisar las huertas que hay alrededor de la Peza, bordeamos por la derecha el Cerro de San Antonio y pronto divisamos las ruinas el castillo de la Peza el cual visitamos "La fortaleza de la Peza, fue construida en el siglo XI, tras la primera guerra civil en Al-Andalus. Al igual que otras de la Cora de Elvira, este baluarte fue remodelado y reforzado tanto en época almohade como en época nazarí, Al poco de entrar las tropas de los Reyes Católicos en La Peza, se le concedió a Francisco Pérez de Barradas la tenencia de alcaide de la fortaleza".
Después de la visita al castillo bajamos hacia el pueblo callejeando por el mismo nos paramos en una casa donde hay una placa al Alcalde Carbonero saliendo el dueño y relatando un poco de historia y del cañón también nos habla de los toros muy arraigado en esta localidad desde hace tiempos inmemoriales diciéndonos que los trae el mayoral de la Dehesa del Camarate. Nos despedimos del amable vecino y continuamos hasta la base del castillo en la entrada al pueblo donde parte la carretera que va a Quéntar, allí nos despedimos hasta la siguiente aventura.