La Portilla-El Buraco

Ruta circular desde el Complejo Turístico El Buraco por la umbría de Cabeza del Buey, hacía el Mirador y la cueva del Buraco pasando por "la Portilla".

Salimos desde la zona del Albergue, por el camino que discurre paralelo a la "Calleja de la Corte", a la falda de la sierra, con Cabeza del Buey a la derecha. Por él es fácil contemplar los buitres leonados que salen desde sus nidos en el "Cancho González", que veremos durante buena parte del recorrido, así como otras aves y flora como encinas, alcornoques y gran cantidad de matorral mediterráneo que se entremezcla con las parcelas de olivares.

Llegaremos casi hasta el final del camino, antes de unirse con "el Espaldón", una gran cuesta cementada que veremos desde aquí. En lugar de subir por dicha barrera tomaremos la vereda que sale a la derecha, justo antes de la pared de piedra de la parcela de enfrente. Es un estrecho camino forestal entre alcornoques, alguna encina, pinos, madroños, brezos, jaras y otras tantas especies de flora típica.

La vereda nos dejará en la zona de "la Portilla", justo entre la cima de Cabeza del Buey y el Cancho González. Iremos a la derecha, donde una zona más despejada nos dejará ver un pronunciado cortafuegos que será nuestro camino a la cima de Cabeza del Buey.

Es una barrera bastante empinada, por lo que las paradas para descansar nos permitirán disfrutar de las excelentes vistas que tendremos de la sierra santiagueña, sobre todo de la llamada "Sierra del Veterinario". Unas vistas espectaculares menos conocidas.

Al final de la barrera seguiremos recto, unos metros campo a través, y encontraremos una gran cantidad de piedras amontonadas. Son los restos de una antiguo castro prerromano de época lusitana. Si uno se fija bien podrá ver como dibujan los cimientos de una antigua fortificación.

Continuamos subiendo y llegamos por fin a la cima, donde se sitúa el mirador de Cabeza del Buey, conocido en el pueblo simplemente como "el Mirador", por ser uno de los primeros que se instaló. Aquí encontramos una zona para descansar y un telescopio para disfrutar de las vistas de la zona.

Continuaremos tomando la senda que da acceso al mirador, por la otra cara de la cima. Bajamos unas escaleras y seguimos el sendero, que sale a un camino que un poco más abajo señala la senda que nos llevará hasta la Cueva del Buraco, uno de los puntos más reseñables de Santiago.

Dicha senda son unos 300m. de vereda, en la cual también podemos apreciar unas increíbles vistas y al final de ella tenemos la cueva.

Tocará volver por el mismo sendero y, una vez en el camino, descenderemos por él hacia el Albergue de nuevo.

Mi recomendación personal es realizar esta ruta fuera del verano, que es cuando el campo está más seco y menos bonito. En otoño, con los matices rojos de los madroños contrastando con los verdes del monte es cuando está en su mayor explendor.