La Raja de la Pedriza desde La Gran Cañada

La ruta de hoy se desarrolla por esa zona más oriental de La Pedriza, menos conocida, menos transitada y en la que escasean las sendas debidamente señaladas, haciendo que el desplazamiento por los distintos rincones sea más complicado.

La primera parte es la más complicada de ejecutar. Iniciándose desde el área conocida como Las Pedrizas, El Rincón y el Jaralón, zona alta de las urbanizaciones de Manzanares el Real, pasaremos junto al arroyo del Cortecero para dirigirnos, a través de una minúscula senda nada señalizada y difícil de seguir por la abundante vegetación, hacia el GR de la Gran Cañada pasando por la Peña del Gato, El Castillete (típico risco pedricero, de placa lisa y canalizos, ideal zona para la práctica de la escalada), Peña Castillejo (aquí hay que pasar agachados por debajo de una gran piedra obligándonos a quitarnos la mochila) y Cabeza del Hombre.

Este paraje de Las Pedrizas, El Rincón y el Jaralón está formado por extensas explanadas y grandes collados que nos suben a El Yelmo. Desde 1935, fue el lugar predilecto para el rodaje de grandes superproducciones entre las que cabe destacar El Cid, Jeromín, Alejandro Magno, La caída del Imperio Romano o Conan El Bárbaro.

Lo más complicado ya está hecho, zona no apta si no estás acostumbrado a sortear las innumerables piedras y riscos con trepes y destrepes. De todos modos, aún queda el descenso por la Gran Cañada, en ocasiones abrupto y con riesgo de caída por la gran cantidad de piedras, cantos rodados y arenisca, hasta llegar a terreno mucho más sencillo cuando alcanzamos el arroyo del Recuenco.

A partir de aquí, todo ya es mucho más sencillo. Primero, alcanzamos una pequeña área de descanso y baño (no sé si el baño estará permitido pues nos encontramos con una familia con los niños remojándose en el agua) junto al arroyo de Santillana, buen lugar para descansar y reponer fuerzas.

Desde aquí, remontamos un pequeño tramo en ascenso de poco más de 200 m para adentrarnos en la Raja de la Pedriza, precioso entorno donde es fácil encontrar grupos de escalada practicando su gran pasión. Se trata de una antigua cantera de roca filoniana o subvolcánica, es decir, que se solidifica en el interior de la tierra, pero cerca de la superficie. Con las rocas de esta cantera se hicieron adoquines para muchas calles de Madrid. Al tratarse de un filón, la cantera presenta la forma de un tajo o raja entre el resto del granito, roca ya formada cuando los movimientos orogénicos produjeron una grieta por la que se coló nuevo material fundido.

Merece la pena adentrarse en ella, acceso facilitado por las cuerdas fijadas y escalones metálicos insertados en la pared, lo que nos ayudará a descender fácilmente a su interior, y recorrer los poco más de 50 m de extensión de la misma.

Abandonamos la Raja, deshacemos lo caminado hasta regresar de nuevo al arroyo de Santillana, retrocedemos unos 300 m de lo andado dirección al arroyo del Recuenco y, tomando un pequeño sendero a izquierda dirección de vuelta a Manzanares, cruzaremos las grandes y hermosas praderas de la Dehesa Boyal a través de pequeños senderos que nos iremos encontrando en el recorrido.

Una hermosa ruta que he catalogado como moderada por la dificultad que entraña el primer tramo.

Índice IBP de la ruta