LA REBOLLADA (840)-PICO CASTIELLU (1.624) (Sierra de la Serrantina-Parque Natural de Somiedo)
near La Rebollada, Asturias (España)
Viewed 840 times, downloaded 33 times
Trail photos
Itinerary description
LA REBOLLADA (840)-PICO CASTIELLU (1.624) (Sierra de la Serrantina-Parque Natural de Somiedo)
DATOS TÉCNICOS:
RECORRIDO: 13 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.624 m.
ALTURA MÍNIMA: 840 m.
ASCENSO TOTAL: 973 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3,30 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2021.
LA REBOLLADA (840) es un recóndito lugar de la parroquia de PIGÜEÑA, enclavado en un subvalle del valle del Pigüeña, dentro del Parque Natural de Somiedo, al que se accede por carretera comarcal, rumbo oeste, en desvío desde AGUASMESTAS (AS-227, Puente de San Martín-Puerto de Somiedo), camino de VILLAR DE VILDAS. A cuatro kilómetros del citado cruce, una nueva desviación a la derecha nos conduce hasta el punto de origen de la ruta, pasando junto a ROBLEDO.
La SIERRA DE LA SERRANTINA es un largo cordal con altitudes entre los 1.925 y 1.300 metros, que se extiende de sur a norte, marcando los límites naturales entre los concejos de Cangas del Narcea y Somiedo. Se inicia con el pico EL CABRIL (1.925) y continúa hacia el norte por FANARRIONDA (1.885), más EL CASTIELLU (1.628) –nuestra meta de hoy- y LA PACHAGOSA (1.677), entre otros, en la zona norte de la misma, para culminar en el COLLADO DEL MUÑÓN (1.361).
Es una serranía de materiales cuarcíticos cubiertos por derrubios de ladera y canchales, donde predomina el monte bajo de matorral y brezo, fruto de una constante presión ganadera y la deforestación que provocan los frecuentes incendios. Aparte de conectar poblaciones canguesas con somedanas para el tránsito de personas y ganado, a lo largo de esta zona discurría una ruta de los arrieros vaqueiros que, desde diferentes puntos de Castilla entraban por el Puerto de Cereizales, seguían por la Carbazosa, el Campo la Prieta y la Sierra de la Cabra, para dirigirse después hacia Belmonte o hacia Tuña. La Serrantina forma parte de los Parques Naturales de Somiedo y de Fuentes del Narcea.
El declarado PARQUE NATURAL DE SOMIEDO desde 1988, con numerosas cimas que sobrepasan los 2.000 metros, se ubica en el área central de la Cordillera Cantábrica con una extensión de 29.122 hectáreas. Es también “Lugar de Importancia Comunitaria” y “Zona de Especial Protección para las Aves”, así como “Reserva de la Biosfera” según resolución de la Unesco en el 2000.
Los bosques ocupan casi la cuarta parte del parque, con predomino de las hayas en zonas de Saliencia y Valle, y abundancia de robles, fresnos, arces, tilos, acebos, tejos, abedules, castaños, encina carrasca y el quejigo o roble carrasqueño, “quercus faginea”, especie mediterránea esta última sólo existente en Somiedo y el Cares dentro de Asturias.
Significativas son también las zonas de pastos que ocupan una quinta parte del territorio y asimismo el matorral con representación de brezales, arándanos, enebros… Singularmente llamativos son sus lagos de origen glaciar, que se concentran sobre todo en el entorno de Saliencia y Valle, más lagunas y turberas. Entre los mamíferos salvajes especial relevancia ha adquirido el oso pardo, pues según algunos estudios puebla el parque aproximadamente el 40 ó 50 por ciento del total de ejemplares asentados en la Cordillera Cantábrica.
Aparcamos el vehículo a la entrada del pueblo. Rumbo al poniente seguimos una pista, donde se alterna tierra y hormigón, que discurre con ligera pendiente a lo largo del atractivo valle del ARROYO CORMICHÁN por su vertiente izquierda, con sus aguas cristalinas producto del deshielo. En seguida encontramos a nuestra vera una fuente y atisbamos en el horizonte al cabo de diez minutos el COLLADO CHAGÜEÑOS, punto de referencia en el ascenso. Tras un entretenido y fácil itinerario entre vegetación variada, robles y castaños, alcanzamos las BRAÑAS DE CORMICHÁN (1.006-K. 2,5), con diversas cabañas, algunas en esta ruinoso. Aquí termina la pista.
Traspasadas las mismas, en el entorno de su estrecha campera, inmediata encrucijada, que no se advierte al no estar señalizada. De frente, nuestro camino de ida. A la derecha entre arboleda, el final de nuestro itinerario de vuelta bajando del collado. Siguiendo adelante, el sendero se estrecha entre tupida y variada flora para cruzar fácilmente el mencionado arroyo. A partir de este punto, la marcha momentáneamente se vuelve en cierto modo caótica por la pérdida de referencias y la abundancia de ramaje desprendido a causa de los temporales.
Nos cuesta reencontrar el sendero en terreno ya más despejado, que asciende por la vertiente derecha de las aguas del Cormichán, en el fondo del fragoso valle. Entramos seguidamente en un hermoso HAYEDO (1.340-K. 4), a la sazón con sus ramas desnudas, siluetas que contrastaban con el intenso verde de acebos y robustos tejos entremezclados por el bosque. La vereda muy marcada discurre en subida por fuerte pendiente, a tramos en zigzag, hasta desembocar en el COLLADO CHAGÜEÑOS (1.420-k. 4,5).
Cambio de perspectiva con sugestivas panorámicas: campera rodeada de grandes escobas, hayas dispersas, tupido acebal, superabundancia de brezo, que cubre la Serrantina hacia el norte, más las montañas nevadas de Cangas al poniente. Ligero y cómodo paso por senda marcada, obviando el camino en descenso hacia las BRAÑAS DE VEGA LA PEÑA, en el valle cangués de Xunqueiras, donde avistamos una laguna. Seguimos con giro a la derecha hasta alcanzar la CAMPA (1.450-K. 5) en altozano ya visible desde el collado.
Estamos a los pies del tramo más septentrional de la sierra que, dirección norte, se extiende a lo largo de seis kilómetros, cubiertos de tupida vegetación de monte bajo, predominando el brezo. Iniciamos el ascenso relativamente cómodo, siguiendo veredas marcadas, por el brezal de escasa altura castigado con los incendios. No nos cuesta gran trabajo llegar hasta el pico CASTIELLU (1.624-K. 6,8), sin marcajes específicos.
La Serrantina continúa a lo largo de otros cuatro kilómetros con la misma cansina, reiterativa y monótona orografía, pasando por EL PIENSU (1.566), ALTO FERREIRÚA (1.611), ALTO DE LA PACHANGOSA (1.677) y COLMENOSU o ARCO (1.629), para descender hasta el COLLADO DEL MUÑÓN (1.464). Nosotros habíamos renunciado de antemano a proseguir más allá del Castiellu, porque venía a ser más de lo mismo y porque testimonios recientes de senderistas indican que la marcha empieza a ser más dificultosa a partir del Piensu, debido a que el matorral sobrepasa a veces la altura del caminante.
El verdadero espectáculo en la sierra eran las atractivas panorámicas de la Cordillera Cantábrica al sur con cumbres señeras como Peña Chana (2.078), Peña Salgada (1.978), Cornón (2.188), Cogollo de Cebolléu (2.084), Cogollo (1.965), Fanairronda (1.884)… entre otras. Asimismo cabe destacar más próximas al poniente las cimas canguesas de Pico el Reconco (1.856), Rabo de Asno (1.889), Peña de la Burra (1.773) y Pico la Filtrosa (1.873).
Regresamos pues al Cdo. Chagüeños y como alternativa para el descenso tomamos un sendero a la izquierda muy marcado, que discurre por la vertiente izquierda del arroyo de Cormichán, ajustándose a los pliegues sinclinales y anticlinales del terreno. Pasamos junto a la FONTANINA (1.300-K. 10) con su chorro y pequeña cascada, bajando sin pérdida hasta las brañas de Cormichán, donde volvemos a conectar con el camino de ida. A escasos doscientos metros de éstas, una pequeña pala oruga trataba de acondicionar el terreno para el acceso de bajada a las mismas, en el punto al que hemos hecho referencia con anterioridad.
Ruta sin complicaciones técnicas, con alguna dificultad para encontrar el sendero que conduce al hayedo, y cierto esfuerzo transitando por éste debido a la pendiente. Apuntamos que resulta más expedito y sin posibilidad de error el camino de bajada a las brañas. Los senderistas mayoritariamente acometen esta ruta en forma de circuito completando los seis kilómetros de la Serrantina y volviendo por las cabañas el Tornu, aunque señalan las dificultades que comporta caminar a través del matorral.
A destacar: el agreste valle del arroyo, el hayedo, el collado con su variopinta vegetación, más sus vistas, y las panorámicas remarcadas desde la sierra. Anécdota del día: un cariñoso y experto perro callejero del lugar se unió espontáneamente a nosotros desde el principio de la ruta, sirviéndonos de guía en momentos de incertidumbre por nuestra parte. Valga esta referencia como homenaje de gratitud a uno de los animales domésticos más apreciados y queridos.
DATOS TÉCNICOS:
RECORRIDO: 13 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.624 m.
ALTURA MÍNIMA: 840 m.
ASCENSO TOTAL: 973 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3,30 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2021.
LA REBOLLADA (840) es un recóndito lugar de la parroquia de PIGÜEÑA, enclavado en un subvalle del valle del Pigüeña, dentro del Parque Natural de Somiedo, al que se accede por carretera comarcal, rumbo oeste, en desvío desde AGUASMESTAS (AS-227, Puente de San Martín-Puerto de Somiedo), camino de VILLAR DE VILDAS. A cuatro kilómetros del citado cruce, una nueva desviación a la derecha nos conduce hasta el punto de origen de la ruta, pasando junto a ROBLEDO.
La SIERRA DE LA SERRANTINA es un largo cordal con altitudes entre los 1.925 y 1.300 metros, que se extiende de sur a norte, marcando los límites naturales entre los concejos de Cangas del Narcea y Somiedo. Se inicia con el pico EL CABRIL (1.925) y continúa hacia el norte por FANARRIONDA (1.885), más EL CASTIELLU (1.628) –nuestra meta de hoy- y LA PACHAGOSA (1.677), entre otros, en la zona norte de la misma, para culminar en el COLLADO DEL MUÑÓN (1.361).
Es una serranía de materiales cuarcíticos cubiertos por derrubios de ladera y canchales, donde predomina el monte bajo de matorral y brezo, fruto de una constante presión ganadera y la deforestación que provocan los frecuentes incendios. Aparte de conectar poblaciones canguesas con somedanas para el tránsito de personas y ganado, a lo largo de esta zona discurría una ruta de los arrieros vaqueiros que, desde diferentes puntos de Castilla entraban por el Puerto de Cereizales, seguían por la Carbazosa, el Campo la Prieta y la Sierra de la Cabra, para dirigirse después hacia Belmonte o hacia Tuña. La Serrantina forma parte de los Parques Naturales de Somiedo y de Fuentes del Narcea.
El declarado PARQUE NATURAL DE SOMIEDO desde 1988, con numerosas cimas que sobrepasan los 2.000 metros, se ubica en el área central de la Cordillera Cantábrica con una extensión de 29.122 hectáreas. Es también “Lugar de Importancia Comunitaria” y “Zona de Especial Protección para las Aves”, así como “Reserva de la Biosfera” según resolución de la Unesco en el 2000.
Los bosques ocupan casi la cuarta parte del parque, con predomino de las hayas en zonas de Saliencia y Valle, y abundancia de robles, fresnos, arces, tilos, acebos, tejos, abedules, castaños, encina carrasca y el quejigo o roble carrasqueño, “quercus faginea”, especie mediterránea esta última sólo existente en Somiedo y el Cares dentro de Asturias.
Significativas son también las zonas de pastos que ocupan una quinta parte del territorio y asimismo el matorral con representación de brezales, arándanos, enebros… Singularmente llamativos son sus lagos de origen glaciar, que se concentran sobre todo en el entorno de Saliencia y Valle, más lagunas y turberas. Entre los mamíferos salvajes especial relevancia ha adquirido el oso pardo, pues según algunos estudios puebla el parque aproximadamente el 40 ó 50 por ciento del total de ejemplares asentados en la Cordillera Cantábrica.
Aparcamos el vehículo a la entrada del pueblo. Rumbo al poniente seguimos una pista, donde se alterna tierra y hormigón, que discurre con ligera pendiente a lo largo del atractivo valle del ARROYO CORMICHÁN por su vertiente izquierda, con sus aguas cristalinas producto del deshielo. En seguida encontramos a nuestra vera una fuente y atisbamos en el horizonte al cabo de diez minutos el COLLADO CHAGÜEÑOS, punto de referencia en el ascenso. Tras un entretenido y fácil itinerario entre vegetación variada, robles y castaños, alcanzamos las BRAÑAS DE CORMICHÁN (1.006-K. 2,5), con diversas cabañas, algunas en esta ruinoso. Aquí termina la pista.
Traspasadas las mismas, en el entorno de su estrecha campera, inmediata encrucijada, que no se advierte al no estar señalizada. De frente, nuestro camino de ida. A la derecha entre arboleda, el final de nuestro itinerario de vuelta bajando del collado. Siguiendo adelante, el sendero se estrecha entre tupida y variada flora para cruzar fácilmente el mencionado arroyo. A partir de este punto, la marcha momentáneamente se vuelve en cierto modo caótica por la pérdida de referencias y la abundancia de ramaje desprendido a causa de los temporales.
Nos cuesta reencontrar el sendero en terreno ya más despejado, que asciende por la vertiente derecha de las aguas del Cormichán, en el fondo del fragoso valle. Entramos seguidamente en un hermoso HAYEDO (1.340-K. 4), a la sazón con sus ramas desnudas, siluetas que contrastaban con el intenso verde de acebos y robustos tejos entremezclados por el bosque. La vereda muy marcada discurre en subida por fuerte pendiente, a tramos en zigzag, hasta desembocar en el COLLADO CHAGÜEÑOS (1.420-k. 4,5).
Cambio de perspectiva con sugestivas panorámicas: campera rodeada de grandes escobas, hayas dispersas, tupido acebal, superabundancia de brezo, que cubre la Serrantina hacia el norte, más las montañas nevadas de Cangas al poniente. Ligero y cómodo paso por senda marcada, obviando el camino en descenso hacia las BRAÑAS DE VEGA LA PEÑA, en el valle cangués de Xunqueiras, donde avistamos una laguna. Seguimos con giro a la derecha hasta alcanzar la CAMPA (1.450-K. 5) en altozano ya visible desde el collado.
Estamos a los pies del tramo más septentrional de la sierra que, dirección norte, se extiende a lo largo de seis kilómetros, cubiertos de tupida vegetación de monte bajo, predominando el brezo. Iniciamos el ascenso relativamente cómodo, siguiendo veredas marcadas, por el brezal de escasa altura castigado con los incendios. No nos cuesta gran trabajo llegar hasta el pico CASTIELLU (1.624-K. 6,8), sin marcajes específicos.
La Serrantina continúa a lo largo de otros cuatro kilómetros con la misma cansina, reiterativa y monótona orografía, pasando por EL PIENSU (1.566), ALTO FERREIRÚA (1.611), ALTO DE LA PACHANGOSA (1.677) y COLMENOSU o ARCO (1.629), para descender hasta el COLLADO DEL MUÑÓN (1.464). Nosotros habíamos renunciado de antemano a proseguir más allá del Castiellu, porque venía a ser más de lo mismo y porque testimonios recientes de senderistas indican que la marcha empieza a ser más dificultosa a partir del Piensu, debido a que el matorral sobrepasa a veces la altura del caminante.
El verdadero espectáculo en la sierra eran las atractivas panorámicas de la Cordillera Cantábrica al sur con cumbres señeras como Peña Chana (2.078), Peña Salgada (1.978), Cornón (2.188), Cogollo de Cebolléu (2.084), Cogollo (1.965), Fanairronda (1.884)… entre otras. Asimismo cabe destacar más próximas al poniente las cimas canguesas de Pico el Reconco (1.856), Rabo de Asno (1.889), Peña de la Burra (1.773) y Pico la Filtrosa (1.873).
Regresamos pues al Cdo. Chagüeños y como alternativa para el descenso tomamos un sendero a la izquierda muy marcado, que discurre por la vertiente izquierda del arroyo de Cormichán, ajustándose a los pliegues sinclinales y anticlinales del terreno. Pasamos junto a la FONTANINA (1.300-K. 10) con su chorro y pequeña cascada, bajando sin pérdida hasta las brañas de Cormichán, donde volvemos a conectar con el camino de ida. A escasos doscientos metros de éstas, una pequeña pala oruga trataba de acondicionar el terreno para el acceso de bajada a las mismas, en el punto al que hemos hecho referencia con anterioridad.
Ruta sin complicaciones técnicas, con alguna dificultad para encontrar el sendero que conduce al hayedo, y cierto esfuerzo transitando por éste debido a la pendiente. Apuntamos que resulta más expedito y sin posibilidad de error el camino de bajada a las brañas. Los senderistas mayoritariamente acometen esta ruta en forma de circuito completando los seis kilómetros de la Serrantina y volviendo por las cabañas el Tornu, aunque señalan las dificultades que comporta caminar a través del matorral.
A destacar: el agreste valle del arroyo, el hayedo, el collado con su variopinta vegetación, más sus vistas, y las panorámicas remarcadas desde la sierra. Anécdota del día: un cariñoso y experto perro callejero del lugar se unió espontáneamente a nosotros desde el principio de la ruta, sirviéndonos de guía en momentos de incertidumbre por nuestra parte. Valga esta referencia como homenaje de gratitud a uno de los animales domésticos más apreciados y queridos.
Waypoints
Comments (9)
You can add a comment or review this trail
Muchas gracias Salus, como siempre, un gustazo leerte.
Detallada descripción
Gracias a ti, SusScrofa, por estar siempre atento a mis rutas y ponderar una vez más el relato.
Pues vamos a intentar hacerla. Muchas gracias por la inspiración 😊👍
Cuando la realicemos te envío mi valoración.
Gracias a ti, Begoña, por el comentario. Estaré a la espera del resultado de vuestra futura experiencia.
La hicimos este sábado y muy chula, nos confundimos y bajamos por el hayedo y subimos por donde está la pequeña pala excavadora, y fuimos un poco más adelante y subimos el Piensu. Las vistas desde arriba impresionantes, sobre todo del valle Cangués de Junqueras y de la zona del Cornón. Nos encontramos parte de la subida desde el collado quemada por un incendio bastante reciente. Por cierto, nos guió el mismo perro que se dió un buen chapuzón en la Fontanina.
Gracias "vueltinguer" por el comentario. Me gustaría conocer el nombre del perro, experto guía de montaña, que ya es protagonista de varias historias. Merece ser reconocido. Saludos.
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta muy agradable de hacer, las vistas sobre Somiedo y el valle Junqueras y su braña son increíbles. Alguna buena noticia y es que la pista hasta el collado está terminada y se puede bajar cómodamente hasta Cormichán. Al subir desde el mismo lugar el camino paralelo al río no estaba tan cerrado y no había árboles caídos. La travesía por el fayedo es una pasada, especialmente con la luz que teníamos ese día. Gracias por el track, Salus!
Muchas gracias, Amaro, por la valoración y pertinente comentario, con frecuencia heraldo de buenos augurios y gratas noticias para el senderista-montañero. Saludos cordiales.