La Resinera-Río Cebollón
near La Resinera, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Para llegar al punto de partida iremos por la A-44 en dirección Motril. Coger la salida 144 y tomar dirección A-
4050/Lentegí/Otívar/Almuñecar. Continuar por la A-4050 hasta el cruce a Jayena, giramos a la derecha por la A-3302. Atravesamos Jayena y continuamos por la A-3302 hasta Fornes. Seguir
en dirección a Arenas del Rey y a unos 2 km encontraremos a nuestra izquierda una pista forestal que nos llevará en 1,5 km a La Resinera, Punto de información del Parque Natural Sierras Tejeda y Almijara.
El río Cebollón nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Podríamos decir que su nacimiento comienza en la espectacular cascada bajo el puente de la Monticana. Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección NW hasta cerca de La Resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y rellenando el cercano pantano de los Bermejales.
La Resinera de Fornes pertenecía a la Unión Resinera Española y fue hasta hace unos años un importante centro industrial donde se transformaba la resina obtenida de los extensos pinares en aguarrás y colofonia. Ahora se ha transformado en un centro de información e interpretación de la naturaleza gestionada por la Junta de Andalucía.
En este punto aparcamos nuestro vehículo.
Comenzamos a caminar por la pista que sale dirección SE y marcada como GR7 dirección Jayena. Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje. Caminamos rodeados de sauces, chopos y zarzas por una amplia pista que flanquea por la izquierda el río Cacín.
En un primer cruce tomamos izquierda, siguiendo el GR7 de Jayena y abandonando el cauce del Cacín para adentrarnos por un camino que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas. Todavía caminamos a la sombra de los paredones.
Tras varios rodeos, cruzamos el río Cebollón. La pista se aleja del cauce, se hace polvorienta y seca y asciende ligeramente. Alcanzamos otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros. En este punto abandonamos el camino principal (GR7) y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito.
El camino se torna encantador, a nuestra izquierda un frondoso pinar. Por la derecha una amplia chopera acompaña la vista hasta la orilla del arroyo.
Rodeados de pajarillos cantando en un lugar tan plácido hace que nos sintamos muy bien. De súbito, por nuestra izquierda, surge la llamada Cruz del Castillo, en una pequeña construcción de ladrillo. Es un monumento que recuerda el luctuoso hecho de la caída de un pino sobre un resinero. Un poco más adelante, también por nuestra izquierda, aparece la Fuente del Berro. Ubicada casi a ras de suelo dos tejas moriscas estratégicamente colocadas nos permitirán abastecernos de sus frescas aguas.
Seguimos avanzando por este cautivador paraje hasta que el camino gira bruscamente hacia W (derecha) en un lugar donde un frondoso y oscuro pinar oculta unas naves que sirvieron para el ganado. Vadeamos el río Cebollón y giramos SE (izquierda) ascendiendo levemente.
La ruta continúa por el pedregoso lecho del río que ahora queda a nuestra izquierda. Llegamos a una importante bifurcación. A nuestro frente observamos el encajonamiento del río Cebollón, por nuestra derecha remonta un carril. Continuamos por el lecho del barranco, cerca del agua, hasta un punto donde la vegetación cierra el barranco. Aquí tenemos dos opciones, bien tomar por nuestra derecha un sendero que zigzaguea por el barranco o bien disfrutar de la frescura de las aguas. Optamos por continuar por el mismo lecho del río; empezamos el “senderismo acuático”.
Remontando la corriente nos vamos adentrando por el cerrado valle. Nos sorprende la frondosidad del entorno. Pinares, choperas y algunas saucedas aprisionan el arroyo. Las hiedras y zarzas juguetean entre las altas ramas de la cercana arboleda con durillos, cornicabras y enebros.
Al poco alcanzamos un ensanche donde aparece una antigua presa hoy colmatada y con una cascada y unas pequeñas pozas donde darnos un buen refrescón antes del regreso. Este es el punto de retorno de nuestra aventura acuática.
4050/Lentegí/Otívar/Almuñecar. Continuar por la A-4050 hasta el cruce a Jayena, giramos a la derecha por la A-3302. Atravesamos Jayena y continuamos por la A-3302 hasta Fornes. Seguir
en dirección a Arenas del Rey y a unos 2 km encontraremos a nuestra izquierda una pista forestal que nos llevará en 1,5 km a La Resinera, Punto de información del Parque Natural Sierras Tejeda y Almijara.
El río Cebollón nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Podríamos decir que su nacimiento comienza en la espectacular cascada bajo el puente de la Monticana. Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección NW hasta cerca de La Resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y rellenando el cercano pantano de los Bermejales.
La Resinera de Fornes pertenecía a la Unión Resinera Española y fue hasta hace unos años un importante centro industrial donde se transformaba la resina obtenida de los extensos pinares en aguarrás y colofonia. Ahora se ha transformado en un centro de información e interpretación de la naturaleza gestionada por la Junta de Andalucía.
En este punto aparcamos nuestro vehículo.
Comenzamos a caminar por la pista que sale dirección SE y marcada como GR7 dirección Jayena. Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje. Caminamos rodeados de sauces, chopos y zarzas por una amplia pista que flanquea por la izquierda el río Cacín.
En un primer cruce tomamos izquierda, siguiendo el GR7 de Jayena y abandonando el cauce del Cacín para adentrarnos por un camino que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas. Todavía caminamos a la sombra de los paredones.
Tras varios rodeos, cruzamos el río Cebollón. La pista se aleja del cauce, se hace polvorienta y seca y asciende ligeramente. Alcanzamos otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros. En este punto abandonamos el camino principal (GR7) y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito.
El camino se torna encantador, a nuestra izquierda un frondoso pinar. Por la derecha una amplia chopera acompaña la vista hasta la orilla del arroyo.
Rodeados de pajarillos cantando en un lugar tan plácido hace que nos sintamos muy bien. De súbito, por nuestra izquierda, surge la llamada Cruz del Castillo, en una pequeña construcción de ladrillo. Es un monumento que recuerda el luctuoso hecho de la caída de un pino sobre un resinero. Un poco más adelante, también por nuestra izquierda, aparece la Fuente del Berro. Ubicada casi a ras de suelo dos tejas moriscas estratégicamente colocadas nos permitirán abastecernos de sus frescas aguas.
Seguimos avanzando por este cautivador paraje hasta que el camino gira bruscamente hacia W (derecha) en un lugar donde un frondoso y oscuro pinar oculta unas naves que sirvieron para el ganado. Vadeamos el río Cebollón y giramos SE (izquierda) ascendiendo levemente.
La ruta continúa por el pedregoso lecho del río que ahora queda a nuestra izquierda. Llegamos a una importante bifurcación. A nuestro frente observamos el encajonamiento del río Cebollón, por nuestra derecha remonta un carril. Continuamos por el lecho del barranco, cerca del agua, hasta un punto donde la vegetación cierra el barranco. Aquí tenemos dos opciones, bien tomar por nuestra derecha un sendero que zigzaguea por el barranco o bien disfrutar de la frescura de las aguas. Optamos por continuar por el mismo lecho del río; empezamos el “senderismo acuático”.
Remontando la corriente nos vamos adentrando por el cerrado valle. Nos sorprende la frondosidad del entorno. Pinares, choperas y algunas saucedas aprisionan el arroyo. Las hiedras y zarzas juguetean entre las altas ramas de la cercana arboleda con durillos, cornicabras y enebros.
Al poco alcanzamos un ensanche donde aparece una antigua presa hoy colmatada y con una cascada y unas pequeñas pozas donde darnos un buen refrescón antes del regreso. Este es el punto de retorno de nuestra aventura acuática.
Waypoints
Waypoint
3,094 ft
Desvío a la derecha
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Preciosa ruta y sobre todo en esta época veraniega en donde se hace muy agradable dando la oportunidad incluso de darse un chapuzon refrescante.
Gracias Frayle por tus comentarios y valoración.
Un saludo