La Restinga - Puerto Naos (El Hierro)(circular)

Del sur de El Hierro siempre me ha fascinado su luz, especialmente al atardecer. Si, como es el caso de esta ruta, unimos la preciosa costa de La Restinga y el sorprendente y único lajiar, el resultado es una explosión de emociones que permanecerán en la memoria para siempre.

Vídeo de la ruta. Más vídeos en mi canal de Youtube "Ese otro yo. Senderismo" (https://www.youtube.com/EseOtroYoSenderismo)

La ruta es bastante sencilla, sin peligro y prácticamente sin desnivel si exceptuamos la subida opcional a una pequeña montaña que nos permitirá tener una mejor vista del entorno.


Se recomienda llevar calzado con suela gruesa pues transitaremos por algunas zonas del malpaís y de rocas volcánicas algo afiladas. El calzado deberá ser preferentemente cerrado porque gran parte de la ruta se realiza por senderos de picón.


La ida la hacemos un poco alejados de la costa y nos permitirá apreciar de primera mano las preciosas y caprichosas formas del lajiar que las erupciones volcánicas se encargaron de tallar. Destacar el horno de cal ya en desuso que visitaremos en la ruta. Tuvieron un papel destacado en la actividad de la zona para la impermeabilización de aljibes durante el siglo XIX.


La subida a la pequeña montaña es recomendable pero opcional. Aunque tanto la subida como la bajada a la misma no son peligrosas, no se recomienda subir con viento, muy frecuente en la zona. Esta atalaya nos permitirá tener una visión de conjunto del lajiar y de las montañas del interior.


Y llegamos al borde del risco que nos mostrará la playa de Puerto Naos en toda su plenitud. Una belleza difícil de describir, especialmente al atardecer. No bajaremos pues el acceso a la playa, que ya de por sí era complicado, se cerró tras un reciente desprendimiento. De todas formas, al estar dentro de la Reserva Marina Integral, el baño (y posiblemente el acceso) está prohibido. Alzando la vista podremos regocijarnos con preciosas vistas de la costa sur herreña llegando a divisar hasta el Faro de Orchilla en el fin del mundo.


El regreso lo hacemos por la agreste costa para admirar la fuerza del mar resoplando en los varios bufaderos, la zona de malpaís y las caprichosas formas de las rocas volcánicas. La silueta de la costa al atardecer, con la espuma de las olas a contraluz es uno de los mayores espectáculos que podemos disfrutar en esta preciosa isla.


Regresamos al marinero (y turístico) pueblo de La Restinga por una bella avenida junto al mar y su puerto pesquero. Perfecto colofón para una sencilla pero sorprendente ruta por el extremo meridional del país.