El Camino de Santiago. San Salvador y Primitivo, etapa 2/11: La Robla - Poladura de la Tercia.
near La Robla, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Esta ruta se divide en tres partes bien diferenciadas. La primera va desde La Robla a la Pola de Gordón y discurre en su mayor parte por carretera, sorteando la vía del tren y el curso del río Bernesga. En este tramo nos entretendremos con varios elementos arquitectónicos interesantes, como son un acueducto, un antiguo puente y la ermita del Buen Suceso. Tras llegar a Nocedo se entra en una bonita vereda que bordea el río hasta llegar a la Pola, en la que entramos por el barrio "El Soto", donde hay que estar atento a un paso subterráneo. Es importante señalar que en los siguientes dos días no pasaremos por ningún sitio donde podamos avituallarnos, excepto los dos albergues donde dormiremos, que también nos proporcionarán cena y desayuno; yo aproveché para comprar algo de fruta que me vino muy bien.
En Pola de Gordón abandonamos la compañía del río Bernesga y allí me detuve a charlar con unos pescadores que me decían que al llevar tan poca agua no había ni una trucha. Tomamos una carretera hasta Buiza. Pese a caminar por asfalto la ruta resulta entretenida, combinando panorámicas de montaña y bosque de ribera; además, pasaremos frente a la ermita de la Virgen del Valle y en varios puntos podremos acercarnos al arroyo de Folledo, cuyo curso seguimos ahora. Al entrar en Buiza pasamos junto al albergue; en el pueblo encontramos numerosas fuentes y según me comentó un vecino, a las dos de la tarde abre el centro social donde podríamos comer algo. Todavía era temprano para eso, así que tras visitar la iglesia y comer parte de la fruta comprada en Pola, nos encontramos frente a la cordillera Cantábrica, ¡empieza la montaña!.
Tenemos por delante un constante ascenso de 2,5 km. por la ladera de Peña Raya para llegar a las Forcadas de San Antón, en un camino que se inicia con unas maravillosas vistas a los valles que dejamos atrás y después va alternando un camino bordeado por quejigos y curiosas formaciones rocosas, cuya presencia nos alivia el esfuerzo al mantenernos entretenidos. Cerca de la cima encontramos los restos de la antigua calzada romana y conforme avanzamos por ella vamos descubriendo los nuevos valles que se abren en la siguiente ladera. Cruzamos un espeso pinar y seguimos bajando hasta dar un quiebro, donde nos encontramos frente a una caseta tras la que se aparece una estrecha vereda que nos conducirá al Barrancón (si seguimos de frente estaremos en la ruta alternativa por la Cruz de la Salve). Desde aquí no sabremos hacia donde mirar ya que todo el entorno de bosque y montaña es maravilloso; en cuanto pasamos el Barrancón nos encontramos con el extensísimo valle de la Tercia donde ahora destaca Rodiezmo con el telón de fondo de las Sierras Blancas. Todo este trayecto es hermosísimo y poco a poco nos lleva a las cercanías de San Martín de la Tercia, a donde nos dirigen las indicaciones del Camino, si bien hay una vereda que evita esta población y nos conduce directamente a Poladura de la Tercia, que fue la que yo tomé junto con 4 asturianos que estaban haciendo esta etapa de fin de semana.
Es importante comentar que en Poladura hay un albergue y la casa rural "El Embrujo", donde podemos cenar y desayunar, pero para ello es necesario haber reservado con antelación. En la cena pudimos conocer que éramos 7 peregrinos los que coincidíamos en esa etapa, una pareja de franceses, una californiana, un portugués y tres españoles, lo que da muestras de lo solitario que puede resultar este Camino. Y he de decir que nos sirvieron una sopa de trucha espectacular y un no menos sabroso pollo de corral con setas, además de vino y postre por 12 euros.
En Pola de Gordón abandonamos la compañía del río Bernesga y allí me detuve a charlar con unos pescadores que me decían que al llevar tan poca agua no había ni una trucha. Tomamos una carretera hasta Buiza. Pese a caminar por asfalto la ruta resulta entretenida, combinando panorámicas de montaña y bosque de ribera; además, pasaremos frente a la ermita de la Virgen del Valle y en varios puntos podremos acercarnos al arroyo de Folledo, cuyo curso seguimos ahora. Al entrar en Buiza pasamos junto al albergue; en el pueblo encontramos numerosas fuentes y según me comentó un vecino, a las dos de la tarde abre el centro social donde podríamos comer algo. Todavía era temprano para eso, así que tras visitar la iglesia y comer parte de la fruta comprada en Pola, nos encontramos frente a la cordillera Cantábrica, ¡empieza la montaña!.
Tenemos por delante un constante ascenso de 2,5 km. por la ladera de Peña Raya para llegar a las Forcadas de San Antón, en un camino que se inicia con unas maravillosas vistas a los valles que dejamos atrás y después va alternando un camino bordeado por quejigos y curiosas formaciones rocosas, cuya presencia nos alivia el esfuerzo al mantenernos entretenidos. Cerca de la cima encontramos los restos de la antigua calzada romana y conforme avanzamos por ella vamos descubriendo los nuevos valles que se abren en la siguiente ladera. Cruzamos un espeso pinar y seguimos bajando hasta dar un quiebro, donde nos encontramos frente a una caseta tras la que se aparece una estrecha vereda que nos conducirá al Barrancón (si seguimos de frente estaremos en la ruta alternativa por la Cruz de la Salve). Desde aquí no sabremos hacia donde mirar ya que todo el entorno de bosque y montaña es maravilloso; en cuanto pasamos el Barrancón nos encontramos con el extensísimo valle de la Tercia donde ahora destaca Rodiezmo con el telón de fondo de las Sierras Blancas. Todo este trayecto es hermosísimo y poco a poco nos lleva a las cercanías de San Martín de la Tercia, a donde nos dirigen las indicaciones del Camino, si bien hay una vereda que evita esta población y nos conduce directamente a Poladura de la Tercia, que fue la que yo tomé junto con 4 asturianos que estaban haciendo esta etapa de fin de semana.
Es importante comentar que en Poladura hay un albergue y la casa rural "El Embrujo", donde podemos cenar y desayunar, pero para ello es necesario haber reservado con antelación. En la cena pudimos conocer que éramos 7 peregrinos los que coincidíamos en esa etapa, una pareja de franceses, una californiana, un portugués y tres españoles, lo que da muestras de lo solitario que puede resultar este Camino. Y he de decir que nos sirvieron una sopa de trucha espectacular y un no menos sabroso pollo de corral con setas, además de vino y postre por 12 euros.
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