La ruta troglodita: Miradores Carcavas de Marchal, del Fin del Mundo y de las Badlands.

Para esta ruta es necesario desplazarse a Purullena, aparcando el coche en la Avenida de Andalucia junto al restaurante Ruta del Sur.
Comenzamos caminando por esta avenida y nos desplazamos a la derecha por un desvio indicativo de Cortes y Graena, los baños termales y Policar. En calle Espinar buscamos la salida de la localidad hacía Marchal por la ruta saludable local siguiendo las marcas del camino Mozarabe de Santiago.
En este tramo, nos acompañará durante todo el recorrido la acequia del Lugar.
Entramos en la localidad famosa por las Carcavas [cuevas y formaciones declaradas monumento de interés natural], en un puente sobre el rio Alhama y el cruce de la carretera con precaución a pesar del escaso tráfico.
Resalta el palacio de los Gongora en la parte alta del pueblo y el cuidado aspecto del acceso de Marchal.
Tenemos la suerte de que nos abren el palacio sus cuidadores y podemos acceder a comprobar la maravilla constructiva de la casona señorial de estilo francés. Sus colores rosaceos tan llamativos le imprimen un carácter exótico al pueblo en contraste con los tonos ocres de las Carcavas y las cuevas emplazadas en sus faldas.
Esta casa Grande o Rosa fue construida por Gustavo Gallardo, cuñado de Manuel Rodríguez Acosta, fue precursor de la modernización de la Gran Vía granadina. Fue el potentado empresario, de los primeros en sembrar remolacha en la comarca de Guadix para dar mayor rendimiento a otro negocio familiar, la azucarera San Torcuato de Guadix.
Esta familia Gallardo contaba con terrenos y propiedades en los cercanos pueblos de Beas de Guadix, Purullena y el cortijo Narvaez.
Bajamos en busca del diente de la vieja y nos acercamos a conocer el mirador de las carcavas de Marchal, las vistas son estupendas desde este otero.
Encaminamos la salida de la localidad en busca de los hitos de la ruta troglodita para el siguiente objetivo, la localidad de Beas de Guadix. Nos desviamos a la izquierda y tomamos una marcada vereda que parte a la izquierda del camino principal.
Entre olivares y una zona de pinos, hemos pasado por el barranco del Camarón, las ramblas de Alboroz y de Lares. Aquí vemos la silueta y cuerda por la que caminaremos en el siguiente tramo de la ruta, entramos en Beas de Guadix pasando por una fuente de agua para refrescarnos y junto a la iglesia de Ntra. Sra. de la Paz. Subimos a la parte alta del pueblo por unas escaleras hasta la calle Perchel y visitamos el mirador La Horca.
Aquí vislumbramos el mirador del Fin del Mundo y la caseta de vigilancia forestal.
Salimos del pueblo pasando por la plaza del Ayuntamiento y cruzamos la carretera hacia la rambla y el puente sobre el río Alhama.
Afrontamos la subida hacia el famoso mirador fin del mundo, la pista se encuentra hormigonada y el fuerte desnivel se salva cogiendo un buen ritmo y con ganas de encumbrar la subida y llegar al mirador.
Una vez arriba, las vistas son infinitas, las cumbres orientales de Sierra Nevada, la Sierra de Huetor, Arana, los pueblos de Graena, Belerda y al fondo el Cerro Mencal, Jabalcon y la Sierra de Baza.
Capturamos el momento, con unas fotos de recuerdo y junto a tierras pobladas de almendros, pasaremos por granjas.
En este tramo tenemos las vistas de Purullena, Marchal y Beas, el camino recorrido hasta ahora lo podemos contemplar en todo su tramo traído hasta aquí.
Giramos a la izquierda en un cruce de la pista, aquí la señalizacion casi ha desaparecido y bajando por una rambla nos desviamos en tramo ascendente por la cuesta de los Leñeros hasta dar vistas a una macrogranja de perdices.
Estamos en la meseta del Manco y por la izquierda caminaremos junto al vallado de la finca cinegetica. Aquí el profundo barranco a nuestra izquierda fruto de la erosión obliga a mantener la atención en nuestro caminar.
Nos encontramos en el Llano y las vistas para dónde miremos son de las que marcan, las badlands y miradores de Purullena merecen muchas fotos.
Llegamos a la caseta de vigilancia forestal y los cortados productos de la erosión son de los que quitan el hipo.
El último balcón-mirador con sus paneles informativos sobre el Piping o tubificacion nos enseña el proceso de formación de estas estructuras de piedra y tierra.
Aquí no sabe uno a dónde mirar, el espectáculo es grandioso.
Seguimos por el borde de los cortados provocados por la erosión y tomamos una empinada vereda a nuestra derecha, aquí se debe extremar la precaución para evitar una caída. El terreno se encuentra muy resbaladizo y la arenisca muy suelta.
Desembocando en la rambla de Maria, tomamos una pista entre los pinos para en cómodo descenso desviarnos a la izquierda en un hito del mozarabe hacia la colada de Paulenca.
Aquí el terreno es peculiar y nos encontramos encajonados, miramos en este lugar siempre hacia arriba por si de un momento a otro nos salen una banda de atracadores a caballo.
Rápidamente llegamos a las cuevas del Monzoque y el balcón-mirador La Inmaculada, entramos en Purullena por la calle Inmaculada y tomando la avenida Andalucia cerramos la ruta en el punto de inicio, junto al restaurante Ruta del Sur.