SENDA DE PESCADORES: UN OASIS EN EL PINAR

1.- FICHA TÉCNICA:

Distancia total: 7.43 Km
Fecha de realización: 12/Marzo/2022
Fecha de subida: 12/Marzo/2022
Dificultad: Muy fácil
Índice IBP: 21 HKG
Tiempo total: 2:27:15 h
Tiempo en movimiento: 2:17:51 h
Tiempo parado: 0:09:24 h
Altitud al inicio/al final: 791 m / 787 m
Altitud mínima/máxima: 787 m / 808 m
Señalización: Buena por el cauce del río en la ida y escasa a través del pinar en el regreso al punto de partida
Posible con BTT: No.

2.- ACCESO AL INICIO DE LA RUTA

El comienzo de la ruta está situado al lado del Puente Segoviano, que está a unos 3 km de la villa de Cuellar (Segovia). Se accede a él por la salida 57 de la Autovía Tierra de Pinares en el sentido Segovia a Valladolid. Se sigue por esta salida hasta la rotonda, en la que un cartel indica la salida hacia la senda.
Hasta llegar a la zona de aparcamiento hay que seguir un camino de tierra durante unos 900 metros, que nos deja frente a la entrada de la ruta y donde hay sitio de sobra para aparcar el vehículo.
Las coordenadas del aparcamiento en sistema sexagesimal o GSM, son 41° 21' 48,8” N y 4° 17' 52,9” W. En sistema decimal o GD, son 41.363550, -4.298015.
Otra alternativa que tenemos para llegar al punto de inicio, es la de utilizar la función “¿Como llegar al punto de inicio?” que tiene Wikiloc a nuestra disposición. Al abrir la ruta que queremos hacer, justo a continuación de las características técnicas de la misma (distancia, dificultad, fecha, etc.) aparece dentro de un recuadro la mencionada pregunta. Al picar en dicha opción, desde tu ubicación, estés donde estés, aparecerá en Google Maps, el trayecto que se ha de realizar para acceder al punto de partida de la ruta.

3.- INFORMACION GENERAL SOBRE LA RUTA

3.1.- CARACTERISTICAS GENERALES:

Es una atípica e interesante ruta circular, que se puede realizar en cualquier época del año, en una mañana o en una tarde.
El recorrido transcurre a la ida por el fondo del cañón del río Cega hasta el vado Tiérrez, y la vuelta por la orilla del cañón, entre el pinar que llega hasta su orilla. Todo ello, por una zona que se puede decir que es completamente plana y arenosa.
Si tenemos en cuenta la zona por la que vamos a caminar, así como el clima de la provincia, el momento idóneo para hacerla, a mi juicio, es la primavera, principalmente en el mes de mayo y la primera mitad de junio. En esa época, tanto la vegetación herbácea como la arbustiva, tendrán el verde como color casi exclusivo y la floración estará en todo su apogeo, lo que le va a añadir a nuestro recorrido un colorido que casi nos va a ayudar a caminar. En nuestro caso, hicimos este recorrido el 12/Marzo/2022, en un soleado y fresco día de invierno, espléndido para caminar.
En el verano, como la zona por la que hay que caminar en el regreso hasta el aparcamiento es muy seca, sería aconsejable hacerlo antes de que el calor comience a apretar. Es decir, evitar las horas centrales del día en la medida de lo posible, aunque las sombras y el frescor del río van a atenuar el posible calor que pueda hacer.
Vamos a caminar prácticamente toda la ruta a la sombra, debido a los altos taludes del cañón y a los árboles que hay en él a la ida. Al regresar hacia el puente Segoviano, será la sombra de los pinos la que nos cobijará, aunque irregularmente. A pesar de esto, es aconsejable protección solar y un sombrero o gorra (aunque esto es aplicable no solo en el verano). Presencia de mosquitos en la época de buenas temperaturas. No hay fuente de agua tratada en el todo el recorrido, por lo que hay que llevar agua en cantidad suficiente.
La ruta está balizada. En el tramo de ida hasta llegar al Vado Tíerrez, donde se abandona el cañón y se inicia la vuelta, la señalización es abundante y claramente perceptible. Sin embargo, en el camino de vuelta, por el pinar, la señalización escasea. Hay que ir atento a dichas marcas para evitar “medio perderte” y separarte más de la cuenta del cauce del río, el hilo conductor de la ruta.
El suelo por el que vamos a caminar por el interior del cañón, es arenoso, es decir, un material de poca consistencia y poco consolidado. En varios puntos hay instalados pasarelas, escaleras, barandillas y puentes hechos con troncos, para facilitar el tránsito. A veces, la humedad del entorno o la lluvia dan a estos troncos, la posibilidad de estar algo resbaladizos, por lo que hay que pasar por ellos con un cierto cuidado. Un resbalón o una caída, nos puede llevar hasta el río, que circula unos metros más abajo.
Así mismo, dada la poca consistencia de los taludes arenosos por los que discurre el camino, a veces se producen desmoronamientos, bien porque el flujo del agua socava la orilla o bien porque la arena se seca y pierde consistencia, con lo que alguna de las estructuras de madera, se vienen abajo total o parcialmente por deslizamientos.
Igualmente, en épocas de lluvias, se puede producir una crecida del Cega que se lleva por delante alguna de las estructuras de madera que ayudan al tránsito por su orilla.
La caída de los árboles de las orillas, hecho que ocurre con cierta frecuencia como se verá al transitar por el fondo del cañón, produce daños tanto en la senda como en las estructuras de madera que facilitan el paso en algunos puntos del recorrido.
Teniendo en cuenta su escaso kilometraje, así como las aceptables pistas que vamos a seguir en el camino de vuelta, la ruta se podría catalogar como muy fácil. Pero si tenemos en cuenta los posibles inconvenientes que podemos encontrarnos en el camino de ida hasta el Vado Tierrez, hace que lo dejemos en fácil. El índice IBP de esta ruta es de 21.
A lo largo del trayecto, como he dicho un poco más arriba, vamos a ver numerosos árboles caídos, mayoritariamente chopos, que forman tapones en el cauce del río, que van a favorecer el desbordamiento en caso de lluvias.
Todas estas circunstancias hacen que este cañón sea un lugar de fácil alteración y por ello cambiante, que obliga al ayuntamiento a realizar un mantenimiento que debería ser más continuado.
Por todo esto, en caso de duda sobre las posibles condiciones en que estará el cañón para recorrerlo, quien lo desee puede informarse en la Oficina de Turismo de Cuellar. Los teléfonos de dicha oficina son: 921 142 203 / 636 997 368.

3.2.- GEOLOGÍA DE LA ZONA

El río Cega, por cuyo valle vamos a caminar, nace en la cercana Sierra de Guadarrama y desemboca en el río Duero en las proximidades de Viana de Cega (Valladolid), tras recorrer más de 130 km por la provincia de Segovia. Entre los pueblos de Aguilafuente y Cuellar principalmente, cruza parte de la denominada Tierra de Pinares, una comarca natural de la provincia de Segovia, que debe su nombre a la extensa masa forestal de pinos, algo más de 1.000 km2, mayoritariamente de pino resinero (Pinus pinaster).
El tramo del río Cega por el que vamos a caminar está en su curso medio, y es un bonito y llamativo valle fluvial tanto estructural como funcionalmente. Sus aguas han excavado un canal meandriforme de más de 100 m de anchura y cuya profundidad fluctúa entre los 20 y los 40 metros.
Hace muchos millones de años, unos movimientos tectónicos afectaron a la cuenca del río Duero, entre finales del Terciario y principios del Cuaternario. El resultado fue, que la zona a la que actualmente se denomina Tierra de Pinares, se hundió y se originó una especie de cuenco o fosa.
Durante más de un millón de años, esta cubeta fue siendo rellenada con sedimentos arcillosos y arenosos, mayoritariamente arenosos, por los ríos del Pleistoceno que arrastraban materiales procedentes de la erosión de la cercana sierra.
Posteriormente durante periodos de tiempo muy secos, estas arenas al estar sometidas a la acción de fuertes vientos, dieron lugar a un manto de arenas arcósicas, ricas en cuarzo y feldespatos, cuya superficie era prácticamente plana, que cubrió los materiales ya existentes. Este manto arenoso puede llegar a tener decenas de metros de espesor.
Los ríos que discurrían por esta zona, el actual Cega entre ellos, empezaron a excavar valles fluviales más o menos profundos y encajados, en función de la consistencia del terreno que atravesaban.
Este tramo del valle del río Cega, que corta la llanura arenosa cubierta de pinos, es un estrecho cañón fluvial de hasta 40 m de profundidad en algunos puntos. Dado que el manto arenoso no tiene un espesor uniforme, en algunos puntos del cauce la erosión fluvial ha dejado al descubierto las margas, un tipo de roca sedimentaria del Mioceno, obviamente más antiguas que las arenas que las recubren.
Su margen izquierdo, por donde discurre la ruta que vamos a seguir, con orientación mayoritariamente noreste, es una zona de umbría. Es también, la orilla por donde afloran las aguas subterráneas, principalmente por la zona de contacto entre las arenas y las margas.
La capa superior de esta zona por donde vamos a caminar, es decir, el manto de arena, es muy permeable, por lo que el agua de lluvia se filtra en vertical, hasta que llega a la capa de margas, que son escasamente permeables. Este agua, se mueve entonces horizontalmente sobre las margas a favor de la pendiente, y al llegar al talud del valle del río Cega surge en diversos puntos de forma más o menos abundante, tal como veremos durante nuestro caminar por el interior del cañón.


3.3.- VEGETACIÓN DE LA ZONA

En la Tierra de Pinares, como su propio nombre indica, el pino es la especie dominante. Los más de 1.000 km2 que ocupa esta gimnosperma, están cubiertas mayoritariamente por pino resinero (Pinus pinaster) y algo de pino piñonero (Pinus pinea). También podemos encontrar algún bosquete de pino silvestre o Valsaín (Pinus sylvestris) y de pino negral (Pinus nigra), que completan las especies de pinos de la zona. Es frecuente ver masas de muérdago en las copas de los pinos.
De esta masa arbórea, inicialmente autóctona, se tiene constancia documental desde la edad media. Durante el siglo XIX, y a partir de la década de los 40 en el siglo XX, se incrementó su superficie gracias a las repoblaciones, básicamente enfocadas a las industrias resinera y maderera, así como para la fijación de los mantos de arena y de las dunas en algunas zonas.
El cañón fluvial y las zonas de pinar más próximas a él, como es obvio, tienen una mayor humedad edáfica, lo que hace que este funcione como una especie de oasis lineal tanto para la vegetación como para la fauna en el secarral arenoso que es el pinar que atraviesa. Es una especie de cuerno de la abundancia en cuanto a biodiversidad vegetal, superando ampliamente las 500 especies vegetales.
En las orillas del río y en las partes inferiores de los taludes del cañón, la cubierta vegetal es muy abundante y frondosa, haciendo prácticamente intransitables algunas zonas del mismo. Esto se acentúa predominantemente en su orilla izquierda, debido a que su orientación noreste, produce un ambiente más umbrío que en la otra orilla, con una orientación más de solana.
Entre las especies arbóreas más conocidas están alisos, fresnos de hoja estrecha, abedules, mostajos y las clásicas saucedas y choperas. Los ejemplares de chopos alcanzan un gran desarrollo y las copas de algunos de ellos sobrepasan los bordes del cañón.
El estrato arbustivo, muy abundante tanto en número de especies como en frondosidad, es el responsable mayoritario de la impenetrabilidad de la cubierta vegetal del cañón en algunas zonas. Entre las especies más conocidas están zarzamoras, filipéndulas, escaramujos, espinos blancos, cornejos, endrinos, boneteros, durillos y saucos. Es de reseñar la abundancia y gran desarrollo de los helechos.
Algunas especies trepadoras, utilizan los troncos y ramas de árboles y arbustos como sustrato sobre el que crecer. Entre las especies más conocidas se pueden encontrar nueza (Bryonia dioica), madreselva, lúpulo e hiedra.
El estrato herbáceo es también muy abundante tanto en número de especies como en su desarrollo. Como especies más conocidas y visibles están juncos, salicaria, jabonera, hierba de San Antonio y lisimaquia, algunas de ellas creciendo abundantemente en la misma orilla del río.
En los bordes superiores del cañón y en el pinar, los arbustos más conocidos que nos podemos encontrar son jaras, jaguarzos, heliantemos, retamas, cambroños y retamas amarillas, así como las abundantes especies aromáticas (tomillos, cantueso, etc.)

4.- ITINERARIO:

Comenzamos a caminar desde el Puente Segoviano, donde hay un panel informativo en el que aparecen marcados los cuatro tramos en que dividen el trayecto hasta el Vado Tiérrez. Cada tramo aparece señalado con su longitud y trazado, tanto por el fondo del cañón (recorrido de ida) como por el borde del mismo (recorrido de vuelta).
Visto el panel informativo, unas escaleras de madera a su izquierda, nos bajan a la orilla del río Cega, donde nos sumergimos en una especie de túnel vegetal gracias a la frondosidad del bosque de galería.
Comenzamos a caminar por una senda bien marcada que discurre a la vera del río y que sigue obviamente al curso meandriforme del mismo. El recorrido total, que está dividido en 4 sectores, está perfectamente marcado con carteles amarillos. No hay pérdida posible.
A lo largo de esta senda vamos a caminar por terreno poco consolidado, en el que vamos a transitar por pasarelas de troncos y escaleras (tanto de ascenso como de descenso) para superar puntos en los que de otra manera se complicaría bastante el caminar por ellas. Esto le da un puntito de aventura, sobre todo si llevamos gente menuda,
Solo nos queda el ir disfrutando del paisaje mientras caminamos, pues merece la pena recorrer este pequeño cañón-oasis.
Cuando lleguemos a la altura del vado Barcón, veremos una pasarela metálica de color verde, que nos permite pasar a la orilla derecha del cañón si ese es nuestro deseo.
Seguiremos caminando por la senda, hasta que lleguemos a la altura del vado Tiérrez, en donde veremos una escalera de madera que nos permitirá salir del cañón del Cega, para acceder al pinar y donde veremos un camino más o menos paralelo al río. Giraremos a la derecha y empezamos a caminar con dirección al puente Segoviano, donde dejamos el vehículo aparcado y cerramos nuestro recorrido circular.

Todo aquel que utilice total o parcialmente la ruta aquí descrita, así como su correspondiente track para GPS y la información complementaria que lo acompaña, lo hace bajo su responsabilidad. Por los riesgos que toda actividad en la naturaleza conlleva, queda igualmente bajo la responsabilidad de quien lo utilice, el tomar las medidas de seguridad adecuadas para realizar el itinerario descrito, que va a depender de las condiciones meteorológicas, del estado y preparación física de quien lo vaya a realizar y del grado de conocimientos técnicos del que use dicho track. La información que has leído, es de carácter informativo y orientativo.