La Tejeda de Tosande, 'el bosque Milenario'

El Valle de Tosande pertenece al Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, de la Montaña Palentina.
La Tejeda de Tosande destaca tanto por la concentración como por la longevidad de sus tejos, un árbol cada vez más escaso. Los bosques de tejo son comunidades de gran rareza. Si ya es raro encontrar tejedas, más raro es todavía encontrar ejemplares con la talla y el porte de los tejos de Tosande, donde albergan casi más de 700 ejemplares, algunos de ellos, milenarios, los cuales alcanzan el metro o metro y medio de diámetro y los 15 m de altura.
Por todo ello, esta tejeda está considerada como una reliquia de la era terciaria, una verdadera joya botánica merecedora de los esfuerzos y atenciones necesarios para su conservación.


📍 ITINERARIO DE LA RUTA📍

Desde el pueblo de Dehesa de Montejo sale una pista que cruza la C-626. Del aparcamiento parte el camino que se dirige al Valle de Tosande, por donde discurre el Arroyo de Tosande y desde donde se puede apreciar, a lo lejos, la Tejeda de Tosande.

Para dar inicio a la ruta, tendremos que tomar el camino descendente que deja la carretera a nuestra espalda, y que enfila directamente hacia un valle entre las montañas del Macizo de la Peña.
Dicho valle, es conocido como el Valle de Tosande, en cuyas laderas de la Peña Horacada (las del lado izquierdo, según lo ves), crece el hayedo que guarda la Tejeda de Tosande.

Nada más tomar el camino, nos toparemos con el Jardín de la Tejeda, en el que aparecen representadas muchas de las especies vegetales que vamos a encontrar a lo largo de la ruta, junto a información sobre la fauna que habita estos bosques.

El camino continúa descendiendo hasta pasar bajo el ferrocarril de La Robla (Bilbao-León) y atravesar una portilla de madera que no tendremos que abrir, pues tiene un paso peatonal al lado.

A partir de aquí, la pista va bordeando zonas de pasto en las que seguramente encontraremos rebaños de vacas que pastan tranquilamente.

Poco después, empezaremos a apreciar los primeros roquedos en las laderas de las montañas y las encinas que crecen en los laterales de la ruta, donde se encuentra una escombrera perteneciente a una antigua mina abandonada.

Al poco, el camino se mete por un estrecho y bonito desfiladero de roca caliza, siendo esta una de las partes más bonitas que vamos a encontrar en la ruta.

Después de dejar el desfiladero, pasaremos por otra portilla de madera, abandonando la zona de ganado.

Poco después nos encontraremos con un pequeño puente que hace que el camino se bifurque. Para continuar hacia la Tejeda, deberemos tomar el camino que seguíamos, ya que el puente lo cruzaremos en sentido contrario en el camino de vuelta.

Llegará un momento en el que el valle se abre, dejando ante nuestros ojos un bonito paisaje. En este punto, deberemos seguir la señalización hacia la Tejeda, girar a la izquierda camino a un hayedo que veremos en una ladera, denominada Ladera de Peña Horacada.

Tomando la dirección que indica el cartel, por el camino bien marcado que asciende por la ladera de la Peña Horacada, nos introduciremos en pocos metros en el magnífico hayedo que aloja en sus cotas más altas la Tejeda de Tosande.

El camino se convierte en una senda que tiene bastante pendiente al principio. Para facilitar la subida, cuenta con escalones hechos de madera.

Hasta llegar a la tejeda todo es subida, y queda un trecho de casi un kilómetro, por lo que hay que tomarlo con calma, ya que el desnivel que hay que salvar en este tramo, puede ser costoso.

El paisaje que nos acompaña durante este trayecto, nos ayudará bastante, pues casi parece como si estuvieras en un cuento de hadas (la auténtica magia de la naturaleza).

Después de un buen trecho y unas cuantas curvas empezaremos a vislumbrar los primeros tejos dispersos, fácilmente reconocibles por sus características tonalidades oscuras y su gran envergadura.

Poco después, llegaremos por fin a la Tejeda de Tosande, fácilmente reconocible por la gran cantidad de tejos que aparecen y porque hay una pasarela de madera con escalones, que a partir de ahora no debemos abandonar para dañar lo menos posible a estos árboles tan sensibles como antiguos, y con una tasa reproductiva muy reducida.

Caminando poco a poco entre los tejos, llegaremos casi sin darnos cuenta a un punto en el que la senda abandona el hayedo y la tejeda y se dirige hacia a un mirador construido en madera, desde el que se pueden ver cumbres como Peña Celada, el Pico de las Cruces y la cumbre de Peña Redonda.

Desde aquí, el camino ya es en bajada, a través de un bosque de hayas. Llegará un punto en el que tendremos que cruzar el puente que vimos a la ida y, a partir de este punto, el camino ya nos sonará, pues será el mismo que el de ida. A partir de aquí, sólo queda hacer la ruta en sentido contrario y recorrer los apenas 3 km que nos separan del aparcamiento.




🔍DATO CURIOSO🔍

El tejo (Taxus baccata) es una rareza botánica en España, así como una verdadera reliquia botánica, que ya era abundante en el Jurásico, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra.
Este árbol es conocido como “el árbol de la muerte y de la vida" debido a su longevidad y a su toxicidad. Su madera dura, resistente y flexible, también era muy apreciada en la antigüedad, pues se dice que con ella se fabricaban los mejores arcos.
Algunos de los ejemplares que crecen aquí superan los mil años de edad.



⭐ RECOMENDACIONES⭐
La ruta se puede realizar en cualquier época del año. Nosotros la hemos realizado varias veces en diferentes épocas del año y nuestra recomendación es hacerla a partir de primavera hasta mediados de octubre aproximadamente, principalmente, por dos motivos.
En primer lugar, en invierno las condiciones climatológicas pueden ser complicadas y, si hay mucha nieve, puede ser difícil hacer la ruta si no se tiene una buena equipación.
En segundo lugar, es que desde mediados de octubre hasta la primavera es temporada de caza, así que, por seguridad, la parte de la senda que va desde el Mirador de Tosande hasta el puente queda cortada en esta época. A esto se le suma que si además hay programada una batida de jabalí, la senda se cierra en toda su extensión durante esa jornada, por lo que la realización de la ruta queda totalmente descartada.
No obstante, si a pesar de todo ello, aún quieres realizar la ruta, os recomendamos que os informéis antes en la Casa del Parque, en Cervera de Pisuerga, para saber en qué días se van a celebrar las batidas de jabalí.