La Tiñosa

Subida a la Tiñosa, techo de la provincia de Córdoba con sus 1568 msnm (la 77ª montaña más prominente de la Península Ibérica), desde la aldea de Las Lagunillas, perteneciente al municipio de Priego, a las faldas de Sierra Horconera y dentro del Parque Natural de las Sierras Subbéticas (desde el año pasado se debe solicitar permiso para la realización del sendero balizado -www.picotinosa.com-, que atraviesa alguna finca privada).

A Las Lagunillas podemos ir desde Rute (por la A-331) o desde Priego (por la A-333), entrando en la localidad por la carretera CV-61, por la avenida de Priego, donde aparcamos frente a la calle Toledo. Por dicha calle, a menos de 500 metros, se inicia el sendero oficial, que aproximadamente en unos cinco kilómetros y medio nos lleva a la cumbre, salvando unos 760 metros de desnivel.

Al principio, el sendero sigue por el Camino de Cañatienda, hasta su unión con la Vereda de la Sierra Horconera, internándose en un olivar y acercándose al cauce del arroyo de Cañatienda. Tras atravesar dos pequeñas cancelas, seguimos por el Barranco de Cañatienda, por una senda junto al arroyo a la sombra de encinas y quejigos de buen porte. Tras dejar atrás el Pilarico del Cortijo Alto, encontramos otra cancela que pasamos, cambiando de dirección; ahora el paisaje se va abriendo, mostrándonos la Sierra Horconera hacia la que nos encaminamos, entre romeros y aulagas, pasando junto a las ruinas de un cortijo y después por la Fuente de Cañatienda, antes de alcanzar un collado de montaña, Puerto Mahína.

Ahora el sendero vira hacia el este, haciéndose más pendiente e internándonos en el canchal. Esta subida es físicamente exigente, por lo que hay que tomarla con calma y hacer pequeñas paradas para recrear la vista con los paisajes que dejamos atrás, conforme ganamos altura. Habrá que cruzar un corto tramo de piedra caliza, algo inclinado, en el que hay anclada una cadena para facilitar el paso, antes de llegar bajo la mole del Morrión, donde se encuentra una cueva. Después la pendiente del sendero (que vuelve a girar al norte) se suaviza, lo que nos permite relajarnos y disfrutar de las curiosas formaciones rocosas producto de la disolución de la dolomía, teniendo ya a la vista la cima de la Tiñosa. Finalmente alcanzamos el vértice geodésico, disfrutando de la sensación que nos produce llegar hasta aquí y de las vistas, de 360 grados, de las numerosas sierras que desde aquí se divisan (incluida Sierra Nevada), con los buitres leonados volando bajo nosotros.

Toca regresar por el mismo camino, pero, a pesar de ser un sendero lineal, en la bajada también se disfrutan (cuando se puede) unas magníficas vistas de la parte sur de Sierra Horconera y del embalse de Iznajar. Eso sí, el tramo de descenso desde el Morrión hasta casi Puerto Mahína tiene su dificultad técnica, por lo que hay que ir con precaución de no resbalar con la piedra suelta; ésto, junto con la fuerte pendiente de subida, especialmente hasta dejar atrás la Cueva del Morrión, hacen que la ruta pueda considerarse de dificultad alta.

Pese a ello, es un imprescindible del senderismo de montaña en Córdoba.