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Laguna del Duque

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Trail stats

Distance
1.88 mi
Elevation gain
689 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
689 ft
Max elevation
5,269 ft
TrailRank 
39 4.7
Min elevation
4,542 ft
Trail type
Loop
Time
one hour 58 minutes
Coordinates
630
Uploaded
July 15, 2012
Recorded
July 2012
  • Rating

  •   4.7 2 Reviews
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near La Zarza, Castilla y León (España)

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Itinerary description

La laguna del Duque, también conocida como la laguna de Solana, se encuentra en la vertiente oriental del pico Calvitero (2.401 metros), que otros llaman el Torreón, inmersa en las fragosidades graníticas de una sierra que los de Béjar dicen de Béjar; los de Candelario, de Candelario; los de Solana de Ávila, la Solana de Ávila; y los geógrafos, para que haya aún más variedad, macizo occidental de Gredos.

Esto de los nombres doblados, e incluso cuadruplicados, ya dijo Cela que "es un bien -que no un mal- de Gredos que, al principio, suele confundir al caminante. Sin embargo, más vale tener que desear" (Judíos, moros y cristianos, 1956).

Además de poseer una variedad toponímica digna de Babel -explicable por hallarse en la linde de Ávila, Salamanca y Cáceres-, esta sierra es prolífica en charcas de origen glaciar, la mayor de las cuales, la del Duque, mide la friolera de 27 hectáreas -unos 50 campos de fútbol-, más del triple que la famosa laguna Grande de Gredos.

Ya puestos a comparar, resulta punto menos que increíble que a orillas de esta última se concentre un millar de visitantes cada jornada estival, y que en la del Duque, días pasados, no nos tropezásemos con nadie. De modo que, amén de las riquezas dichas y otras que se dirán, la laguna del Duque rebosa de soledad. Para gozar de ella, saldremos en coche de Solana de Ávila por la carretera que sube a La Zarza, y en un par de kilómetros, nos desviaremos a la izquierda por otra señalizada con un letrero que reza: "Chorro-Zaburdón".

Tras rebasar una portilla metálica, conduciremos otros cuatro kilómetros para llegar a la central hidroeléctrica del Chorro, donde se aprovecha, desde 1925, el agua de la laguna, canalizada mediante una tubería aérea de un kilómetro. Hoy esta fontanería se nos antoja una barbaridad, pero en aquella época, por 50.000 pesetas, que es lo que pagó Hidroeléctrica Navarra, muchas aldeas hubieran dejado entubar hasta el aire que respiraban.

También es verdad que sólo una mínima parte del agua de la laguna es canalizada, mientras que el grueso se despeña libremente formando, a espaldas de la central, unas tremendas, vistosísimas cascadas. Enfilando hacia éstas, ya a pie, rodearemos por la izquierda la hidroeléctrica y seguiremos el camino que culebrea junto a la tubería.

Mucha atención porque, después de pasar dos veces por debajo de ésta, como a 20 minutos del inicio, se presenta una bifurcación, marcada con un gran hito de piedras, en la que deberemos tirar a la izquierda, por la vieja senda del Ciriyuelo, para subir en cómodo zigzag por la ladera herbosa, evitando el despeñadero.

En una hora, nos plantaremos ante la inmensa charca, que no es azul, como la pintan en los mapas y la recuerdan los pastores, sino verde, y ello por una alga que ha proliferado desde que los pescadores, no contentos con las finas truchas que de siempre criaba, la repoblaron con Leuciscus cephalus, vulgo cacho. Tampoco es natural su gran volumen -dos hectómetros cúbicos-, sino el resultado de añadirle un murete de contención, pero lo cierto es que, ni el verde-costa-tropical la afea, ni en este sediento país estamos como para hacerle ascos a 2.000 millones de litros de líquido elemento.

Un nítido sendero nos permitirá rodear la laguna explorando a placer sus dos kilómetros de ribera, especialmente bella y bravía allí donde desemboca, procedente de la cima del Calvitero, el arroyo Malillo, entre cantos rodados y enormes bloques desgajados por los hielos que excavaron esta hoya hace 50.000 años. Una vez hecho lo cual, y antes de bajar por el mismo camino, deberemos sopesar dos alternativas: quedarnos a comer del macuto en algún verde ribazo, sin más compañía que las aguileñas, los satiriones y las dedaleras; o acercarnos en coche a El Barco de Ávila, lugar famoso por sus judías y sus chuletones. Así de bien se las debían de poner al duque de Béjar, el que dio nombre a la laguna.

Comments  (2)

  • Photo of Fábio Amaral
    Fábio Amaral Jul 5, 2013

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    É um percurso curto e relativmente fácil. Tem apenas umas pequenas partes mais inclinadas. Sempre com uma bela vista do vale a Norte. Por fim, acaba-se na ponta da lagoa com vista para as montanhas.

  • margaleitor Oct 31, 2013

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    Es fácil para un excursionista curtido. Con niños y ya en otoño, cuando corren monte abajo cientos de regatillos de agua, la cosa se complica bastante. Al llegar no hay un sitio cómodo donde sentarse a comer.

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