Lagunas Cañada del Hoyo. Anthercas

Acceso: En nuestro caso desde las Torcas de los Palancares por pista asfaltada, la entrada natural se hace por Cañada del Hoyo (CUV-9412) hacia Valdemoro Sierra, tras 3,7 km al aparcamiento.

Las lagunas de Cañada del Hoyo o “Las lagunas de colores", se encuentran en la provincia de Cuenca (España), conforman un complejo lagunar de tipo kárstico, constituido por siete lagunas (cinco lagunas y dos lagunillos) que se dividen en dos grupos: las lagunas del grupo superior (laguna Gitana o de la Cruz, laguna Tejo y lagunillo Tejo) y las del grupo inferior, propiedad de la finca Siete Leguas (laguna Parra, laguna Cardenillas, lagunillo Tortugas y laguna Llana).

Fueron declaradas Monumento Natural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en el año 2007; cada una de las lagunas es de un color aparente diferente, debido a la presencia de microorganismos, de la vegetación sumergida, la incidencia de la luz, el momento del día, la estación del año o el calor. El agua se mantiene limpia gracias a que no existen vertidos ni actividades contaminantes en su captación y a que se alimentan de aguas subterráneas y de la lluvia.

Su formación geológica es similar a la de las cercanas Torcas de los Palancares, pero gracias al aporte del acuífero subterráneo estas tienen agua, además de poseer el fondo de un material impermeable, aunque sus niveles descienden de año en año por causa de las extracciones de agua del acuífero.



Partimos caminando en dirección Suroeste por pista forestal, nos acercamos por la izquierda a vislumbrar la laguna de la Gitana que nos espera a la vuelta; tras otros 190 m vemos desde un mirador el Lagunillo del Tejo; los lagunillos de "aguas negras", Tejo y Tortugas, constituyen un ecosistema diferente a las demás lagunas. La poca profundidad, entre 5 y 8 m, permite a la luz del sol llegar hasta el fondo, activando la proliferación de poblaciones vegetales y animales, hasta el punto de sobrepasar la capacidad de regeneración de la materia orgánica dentro del sistema.

Al otro lado del Mirador, la Laguna del Tejo, la más grande de todo el conjunto, 150 m de diámetro, y la más profunda, 30 m aproximadamente; su cubeta alberga una fuente y numerosas especies vegetales, sobre todo en la vertiente de umbría, entre las que destacan los tejos que le dan nombre; sus aguas son las más transparentes del conjunto lagunar.

Seguimos pisteando en dirección a Cañada del Hoyo por el PR-83 durante 960 m; giramos hacia la izquierda pasando delante de una construcción e inicio del Sendero del Romero; en 260 m hemos de seguir pegados al murete y vallado de la Finca 7 Leguas, tras el mismo se esconde la Laguna de la Parra, el sendero deriva por la izquierda bordeando terrenos de cultivo para rodear la Laguna Cardenillas, denominada así por la tonalidad azul cardenillo de sus aguas, especialmente evidente en la época estival, cuando el agua de todas las lagunas se aclara considerablemente, poco más adelante se halla el Lagunillo de las Tortugas, alberga, como su nombre indica, una importante cantidad de reptiles y anfibios que prefieren estas aguas cargadas de alimento frente a las limpias y cristalinas de las lagunas adyacentes. Se encuentra en el límite del valle del río Guadazaón, lo que estabiliza el nivel de sus aguas.

Encontramos unos postes delimitadores de la finca unidos por dos alambres que han superpuesto para poder seguir evitando un gran rodeo, solo que al tratarse de una propiedad privada, hemos de valorar que conviene hacer; he leído que normalmente se permite el paso, incluso que se pagaba una pequeña cantidad por acceder a las lagunas que no veremos (lagunas de la Parra y las Llanas), pues solo vamos a recuperar el trazado del PR en las ruinas del Rento del Tío Cantarranas, tras realizar 450 m por la propiedad privada.

Rodeando las ruinas por pista en buen estado remonta una loma con vistas de la Vega del Río Guadazaón, pasamos junto a dos torcas unidas pero sin agua (El Torcadillo); en la bifurcación pistera, seguimos por la derecha hacia la Laguna de la Gitana o laguna de la Cruz; se trata de uno de los pocos lagos “meromícticos” existentes en España, cuyas características químicas de las aguas del fondo de la laguna, no se mezclan nunca con las de la parte superior.

Al lado de la misma, se encuentra el aparcamiento y como se puede descender a ella, se usa a modo de piscina cuando el calor aprieta, aunque ecológicamente estaríamos hablando de contaminación medioambiental, unido a la falta de contenedores o papeleras en un lugar bastante anunciado y visitado.

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