Lanjarón - Bosque castaños - Acequias Aceituno y Cecarta

Ruta circular en Lanjarón (Granada), con salida y final en la Oficina de Turismo, junto al Balneario. Siguiendo un trozo del PR 345, luego la senda junto acequia Aceituno y Cecarta por el bosque de castaños.
Salimos desde la oficina de Turismo que está situada junto al balneario, recorremos la calle Real, donde hay varias fuentes (aquí les llaman “pilones”), todas tienen azulejos con versos, la mayor parte de F. García Lorca, además los vecinos llenan la calle de plantas en macetas, es un lujo pasear por esta calle.
Al llegar al Ayuntamiento nos desviamos por el barrio Hondillos, dónde están los típicos "Tinaos", grupo de viviendas a las que se accede por un pórtico sin puerta y casi siempre pertenecientes a miembros de una misma familia.
Por la calle Piedra del Castaño nos desviamos para salir del pueblo y coger una senda a la derecha, que pronto se junta con la acequia del Aceituno, por donde seguimos y nos encontramos con los primeros castaños. Luego seguimos por la senda junto a la acequia y bajo los castaños hasta llegar a la Alberca, lugar donde se recoge el agua que llega del río y empieza la acequia.
Desde la Alberca empieza una fuerte subida hasta que llegamos al Huerto de las Monjas, es una pequeña área de recreo y un poco más adelante llegamos a un grupo de castaños de los más grandes del recorrido, están junto unos depósitos que recogen el agua del río Lanjarón y reparten a las distintas acequias.
Giramos a la izquierda por una senda muy bonita, junto a la acequia de Cecarta y bajo un bosque de castaños, que nos acompaña durante alrededor de 2 km.
Como vamos caminando a una altura de 900 metros las vistas panorámicas son muy bonitas, siempre por los huecos que nos dejan ver los castaños.
Más adelante llegamos a un cartel que indica desvío hacia Tello o hacia Almendral, nosotros seguimos por Almendral.
La pista a partir de aquí es una fuerte bajada, pero es de cemento y se pisa bien, que más adelante nos lleva al barranco del Salado y pasamos también junto al museo de la Miel. Esta zona tiene mucha vegetación, ya que el barranco lleva agua y forma una zona espectacular.
Seguimos la pista y llegamos a la carretera que en pocos metros nos lleva al punto de salida.
Ha sido una ruta magnífica, es fácil de hacer y el paso por el bosque de castaños, además en otoño, no se encuentra en muchos lugares, es para disfrutarla.
Es una pena que hubo un incendio hace unos años y se quemó todo el bosque de castaños, que ocupaba una gran extensión del parque Natural, quedando reducido a estos pequeños lugares que hemos paseado.