Lanteira-Río del Barrio-Camino Arrastraderos-Tajos del Toril

Esta espectacular ruta otoñal remonta el valle del Río del Barrio de Lanteira, junto al cauce por gran parte de su recorrido, y luego sale por la derecha (subiendo) y aprovechando tramos del antiguo Camino de los Arrastraderos accede al paraje de los Tajos del Toril, donde el agua, la piedra y la hierba componen un conjunto de extraordinaria belleza. La vuelta la realizamos por el Peñón de Lanteira, por redondear la ruta con sus amplias vistas del Marquesado.

Aparcamos el vehículo a la salida de Lanteira por la C/ Altozano, que se convierte en el carril de la Sierra. Pasadas las pistas y Piscina Municipal, donde el carril se interna en el pinar, dejamos el vehículo en la primera bifurcación. Echamos a andar por el ramal izquierdo, que va contorneando la loma en dirección al Río del Barrio. Aunque puede seguirse todo el rato hasta el Área Recreativa de Lanteira, en wp “Bifurcación al río” tomaremos el desvío que baja al mismo y, donde lo cruza, una veredilla por la margen derecha -que luego pasa al otro lado-, que nos permite andar junto al agua y por terrazas arboladas, entre ellas una con portentosos castaños centenarios que nos perderíamos si fuéramos por el carril. En todo caso, lo llevamos a la derecha y en cuanto la cosa se espesa un poco es fácil volverlo a tomar. Ya por el mismo completamos el recorrido hasta el Área Recreativa de Lanteira (wp), precioso lugar con mesas entre chopos, castaños y alisos.

Se ha popularizado subir desde aquí por la ladera izquierda, hasta alcanzar una vereda por la que se sale al Carril Principal del Marquesado; pero no nos interesa porque queremos acabar tomando el Camino de Los Arrastraderos -en la ladera derecha-; y porque, además, el fondo de valle es mucho más atractivo, amén de bastante practicable. Hay varias opciones: la primera, salir por la derecha a lo despejado desde la propia Área Recreativa, para continuar por trochas paralelas al cauce por fuera del bosque galería; la segunda (es la que he trackeado), continuar junto al agua (unos 200m) hasta que lo espeso de la vegetación aconseja salirse, y hacerlo entonces por la derecha, hasta la franja despejada por la que iríamos en el primer caso. Las trochas que encontramos, lejos de ascender, reingresan enseguida a la vecindad del cauce, y a partir de aquí se siguen con comodidad al menos durante los próximos 700m de río, que es un espectáculo de terrazas arboladas y agua cantarina. Llegados a wp “Salida a ladera”, tras el poco visible entronque del Barranco del Peñón, la vegetación comienza a espesarse y la senda a difuminarse. Aunque es posible continuar junto al cauce, con rodeo por la margen izquierda, para la ocasión nos conviene salir aquí por la derecha de nuevo. Sin camino visible, por un terreno en cuesta cubierto de pinocha, ascenderemos unos 15/20m hasta encontrar débiles trochas que las vacas -habituales de la zona- van marcando paralelas al cauce. Ascendiendo ligeramente con ellas (hacia la izquierda) debemos acabar saliendo a un repunte rocoso sobre la ladera, buen mirador a unos 30/40m de altura sobre el cauce. Aquí la vegetación clarea y aparecen más definidas las trazas de la senda que patean los animales, que viene desde arriba hacia el río. Dejándonos guiar por ella (y por el track) acabamos saliendo al hombro de la loma (wp “Prado en la ladera”), un llano herboso con restos de corrales, por cuyo borde continuaremos -valle arriba- entre pinos hasta llegar al corral actual (wp) en el que seguramente se refugian las bovinas habitantes de la zona. Aquí tomamos, al rodear los cercados por la derecha, el Camino de los Arrastraderos, que seguiremos hasta que sale (wp “Cruce Carril Principal y secundario”) al principal del Marquesado.

Sin echarle cuentas a este último, por el que bajaríamos al río junto al Área recreativa alta del Río del Barrio, seguimos por la continuación del que traíamos, muy cómodo. En wp “bifurcación 2” tomamos el ramal izquierdo, que poco después comienza a bajar hacia la Junta entre el Barranco de la Venta y el río. Cruzamos el de la Venta (wp “Cruce inferior Barranco de la Venta), pero seguimos por la margen derecha (subiendo)del principal. Entre pinos vamos progresando y la vereda, que se había difuminado con la pinocha, luego se afirma y se mantiene clara hasta un rellano en la confluencia de los Barrancos del Toril y de la Perula. Aquí hay que separarse del cauce con la senda, que asciende unos metros hasta que corona un escalón desde el que dominamos en todo su esplendor los Tajos del Toril (wp). Es un paraje bravío bajo los imponentes tajos. El Barranco del Toril es aquí una estrecha grieta atestada de vegetación; pero desde donde estamos, un escalón herboso nos va a conducir sin mayores problemas hasta el cauce, en una preciosa cerrada con un antiguo corral al pie de los tajos. Cruzando el río, el escalón prosigue por la margen contraria hasta culminar en un rellano singularizado por una pequeña escultura de la Virgen. Lugar de culto o de romería local (?), es un paraje que no se olvida fácilmente. Más allá, puede volver a cruzarse el río y buscar camino por encima de un saúco que destaca en la ladera, pero un caos de grandes bloques de piedra complica sobremanera el progreso a partir de aquí. El compa Siete Caminos ha conseguido progresar río arriba unos metros para luego salir a la loma de la izquierda, donde están los Tajos de Peñón Negro, continuación de los del Toril, y alcanzar el Sulayr (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/tajos-del-toril-del-penon-negro-y-sullayr-156376552#comment_3286146). Pero para nosotros, esto será tarea pendiente.

Desandaremos el camino que hemos venido haciendo desde el Carril Principal, y una vez en este último lo tomaremos -en ascenso, a la izquierda- para alcanzar el Peñón de Lanteira, con su espectacular mirador. Prosiguiendo por el carril principal (no por el que sube desde una cabaña a la izquierda), llegamos hasta el cortafuegos que va por la divisoria de la loma, que usamos para atajar una amplia revuelta del carril. De vuelta al camino, tras superar un barranquito iremos atentos a wp “Vereda hacia los Arrastraderos”, donde una notoria vereda de herradura nos permite volver a atajar la siguiente revuelta del carril, y nos deja en wp “Camino de los Arrastraderos, que tomaremos hasta las inmediaciones del vehículo.

Vamos a calificar la ruta como moderada, no por exigencia física o por especial dificultad, sino por el tramo de fondo de valle, entretenido, y sobre todo la salida del mismo hacia el Camino de los Arrastraderos, con senda difusa o campo a través. En todo caso, las recompensas superan con mucho las dificultades. Disfrutadlo.