Laroya. Los Molinos x acequia

Salgo de Picachico dispuesta a hacer el PR-A 366, así que atravieso el bonito pueblo de Laroya y me enfrento a la importante decisión de ir por la calle de arriba o la de abajo :) Apuesto por la de abajo, porque son unos pasos menos y menos desnivel que la de arriba jejejej

Me encuentro con Carolina, que ha trabajado de noche y dormido 3 horas, así que seguro que el sendero lo podrás hacer si has descansado mejor que ella, y por eso os pongo buenos colchones.

Salimos por tanto de las pistas polideportivas, antes llamada La Poza, era el lugar donde llegaba la acequia y los animales bebían agua, en....... una poza .....que es donde está el panel de inicio del sendero.

La primera parte es el precioso camino que yo llamé Caminillo de los Vagos, éste lo podéis hacer después de un día de fiesta y sin dormir nada, en tacones....

La Balsa del Común, siento mucho deciros que la han vallado ( si alguien sabe cómo proceder para quitar esa horrible valla, que me lo diga).

Disfrutamos como enanas de esa subida entre encinas, almendros, retamas, de pisar la hierba con el rocío, la tierra, las bellotas, esquivar alguna seta, de ver Laroya cada vez más abajo,....

Una vez iniciado el carril de tierra, ve atento a tu derecha porque hay que coger otro carrilillo y no se ve la señal, sólo si te asomas, como referencia, justo a tu izquierda hay una era de trillar, desde el carril lo que ves es un hilera de piedras colocadas con maestría y en redondo. He puesto una foto y un hito, donde Mara, la perra de Carolina os indica el lugar.

Bajamos al último molino harinero que ha estado funcionando hasta hace muy pocos años, yo comía pan amasado con la harina que ahí se molía, las gallinas, los cerdos también se comían el salvao de ese trigo y cebada ahí molidos

Andamos un ratico por el río, vemos otro molino ya derruido, pero no menos bello y decidimos en vez de seguir el camino empedrado del sendero que es muy bonito por supuesto, pensar que somos agua y seguir el cauce de la acequia que nos lleva hasta Los Centenicos, donde cogemos de nuevo el camino que lleva a Reul y de ahí a Laroya y a casita, donde nos espera cerveza fresquita y el jacuzzi calentito para recuperarnos del paseo